2.

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El encontrarlo viendo fotos que en mi vida imaginaría que él llegara a ver, era algo impresionante, bastante.

Fotos de chicas en temporada de calor, demasiada.

-Yo..

-Es algo normal a esta edad Jungkook, y no deberías avergonzarte de eso.

Pero era todo lo contrario, el chico estaba muriendo de vergüenza, sus mejillas podrían explotar en cualquier momento.

Pero se veía tierno, jodidamente tierno.

-Pero..

-Déjalo así, guardaré tu secreto- dije en un tono amable, y guiñé un ojo para provocarle confianza.

Pero pasó lo opuesto, porque el rubor se profundizó aún más que nunca.

-Grac-cias Min.

-De nada Kookie.

Y creo que de los peores errores que había cometido en mi vida de nuevo, fue llamarlo por su apodo lindo, el cual había escuchado por parte de Jimin, el cual estaba ausente en estos momentos.

-¿Y a qué venías exactamente?

-Libros, me ha pedido el profesor unos libros.

-Oh, me dijo que vendrías por ellos, acompáñame.

Lo seguía desde atrás, y la verdad era que jamás me había puesto a observarlo detenidamente. Su espalda era grande, y se veía formada, pero sensual.

En realidad no sólo la espalda era lo único que resaltaba por tener forma viniendo de su parte, su cuerpo en general estaba demasiado bien.

-Para tu mala suerte, tendrás que bajarlos, pero está la escalera.

-Está bien, solo agárrala fuerte, ¿o te gustaría sostenerme si es que llegara a caerme?

No contestó, pero el rubor empezaba a hacerse presente.

Subí con cuidado, lentamente. Hasta que llegué a mis manos podían alcanzar los libros de la parte superior del alto librero.

Y sin pensarlo dos veces, agarré con fuerza pero meticulosamente los 2 libros que el profesor me había ordenado llevarle.

Bajé lento para evitar algún torpe accidente, y le entregué los libros a Jungkook para poder bajar y llegar bien al suelo.

Pero noté algo raro, y era el hecho de que sentía que moriría por el calor que sus mejillas emanaban.

-¿Jungkook, estás bien?-

No hubo respuesta, más que la eliminación del grande espacio que había.

Se acercó tanto a mí que podía sentir su calor, podía admirar su rostro, el cual emanaba una belleza y una chispa que jamás había sido posible detectar desde lejos.

Soltó los libros y tomó mis muñecas con fuerza, mientras daba pasos largos, obligándome a retroceder lentamente.

Hasta que mi trasero chocó con el librero de al lado.

-Que no se te vuelva a ocurrir preguntar sobre mi estado mental después de ver esas preciosas bragas color negro, porque sería peligroso.

Usó un tono que en mi vida había escuchado, un tono ronco y sensual.

Pude sentir como mis mejillas ardieron mínimamente ante su comentario.

-No me daría miedo conocer el peligro que puedes llegar a desprender.

Tomé los libros, y me agaché con la intención de que las bragas que tanto le habían gustado, volvieran a iluminar sus marrones ojos.

Y salí con una sonrisa de la biblioteca.


-¡Min!- se escuchó un grito, del cual la voz pude identificar a la perfección, provenía de Jin.

-¿Se te ofrece algo en especial?

-Ven a mi casa, no hay nadie, y ya sabes, podemos ver películas en Netflix.

Ése último comentario lo dijo con un tono que se podía malinterpretar fácilmente.

-Si quieres hacerme gemir, será algo difícil, y no solo de convencerme. Hoy no Jin, y probablemente jamás.

-Eres aburrida Min, así jamás tendrás un novio- manifestó.

-No soy aburrida, yo sí sé escoger a alguien con quien pasar un buen rato.

Y ante eso le dejé claro que no quería sexo en estos momentos. Y no sé por qué clase de perra me estaba tomando.

-Y búscate a alguien que ya sepa darte placer, al menos por un buen rato.

Y ante eso, se volteó y fue camino a su casa, y yo seguí con el mío.

Pero recordé que pude haber dicho que sí, con tal de no encontrarme a la persona que me había hecho pasar algo de vergüenza hace unas horas.

Jungkook y Jimin estaban caminando en el sentido contrario de a dónde yo iba, así que terminaría encontrándomelo de frente.

Pero seguí, porque decidí que tendría una explicación por lo de hoy.

Y llegó el momento en el que si no usaba mi única oportunidad, no tendría una tan buena como esa en un muy largo tiempo.

-Hola de nuevo Jungkook, ¿tienes un momento?

Éste al igual que su mejor amigo se detuvieron, pero Jimin se sorprendió más que nada, ya que a mi parecer jamás había sido testigo de una plática entre Jungkook y yo.

Jungkook no tuvo ni un segundo para asentir, ya que lo agarré de la muñeca y lo jalé lejos de donde estaba.

-¿Pasa al..?
-En mi casa a las 8:30, no tienes pretexto para llegar tarde, vives enfrente de mí, si no llegas tendrás fuertes consecuencias de mi parte. Tienes mi número, así que no dudes en llamarme antes de llegar, hasta luego.

Lo solté, y continué mi camino.

Y su expresión fue más que suficiente para saber que lo había dejado algo sorprendido, pero con una pequeña chispa de emoción.

Holaaaa.♥️
Sé que aún los capítulos están siendo algo cortos, así que el siguiente será más largo.

Me despido, gracias por estarla leyendo.💓

dimple ; jjk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora