Otra Richie Tozier

3 BESO Y CORRE

Richie

-¿No... Podrías... Pasar los topes...- Charly grita cuando brincamos de nuevo y me abraza fuerte de la cintura- más lento?

-No si queremos regresar a tiempo de donde vamos- le miento.

Ella juega trazados círculos en mi estomago sobre la camiseta.

-¿A tiempo?¡Queda todo el día de escuela!

-¿Y? ¿Tienes algo mejor que hacer que estar con el chico más guapo de la escuela?

-No estoy con el chico más guapo. Estoy contigo, Tozier.

-¿Cuál es la diferencia?

-¿De verdad quieres que te responda eso?- me dice, y aunque no la veo, siento como mueve su cuerpo al reírse.

-Ademas de loca, tonta- le digo y desvío la bicicleta de la carretera al bosque. He recorrido este camino por lo menos un millón de veces.

-¿Ya me dirás a donde vamos?- me pregunta mientras se para en los diablos de mi bicicleta hasta quedar totalmente levantada. Se agarra a mis hombros.

-No voy a matarte, lo prometo.

-¿Y qué es lo que agarraste de tu mochila?

-¿Nunca te han dicho que la boca hace mejores cosas que hablar?

-¿Como mamadas o sexo oral?- me pregunta muriendo de risa.

-Es un buen ejemplo, si- le contesto con la poca voz que me queda después de escucharla decir eso.

Aparece una serie de imágenes en mi cabeza que afectan mi pantalón.

Ojalá fueran recuerdos y no solo imágenes.

Me distraigo de mis pensamientos y vuelvo al camino. Voy bajando la velocidad al llegar al borde de la cantera.

-¿A esto es a lo que venimos?-me pregunta incrédula.

-Si- le contesto estacionando la bicicleta.

Primero baja ella y luego yo.

-Richie... ¿Para qué venimos aquí?

Charly

Richie mete la mano a su bolsillo y saca... ¿La hojas quemadas?

-¿Tú lo hiciste?- me pregunta acercándose a mi. Comienzo a retroceder en dirección al acantilado.

-¿Qué?

Está vez sí que se volvió loco.

-Que si tú lo hiciste- dice con la voz sería mientras sigue moviéndose hacia mí.

-¿Juegas, verdad?- le pregunto mientras volteó hacia atrás. Estoy como a un metro de la orilla.

Charly, detente. ¿Qué pasa si te caes? Ya detente, no sabemos cómo salir del bosque y...

-¡Justo en este momento no!- le susurro lo más bajo que puedo a mi voz esperando que Richie no me escuche.

No tuve éxito.

-Las hojas estaban quemadas...- da un paso largo a mí-, siempre estás hablando sola y te llaman la loca, pero nadie sabe por qué.

Me mira raro. Se distrae un segundo en mis pechos, como era de esperar de Richie.

-Cuando te pongas "serio"- digo resaltando las comillas-, no debes distraerte con tu pantalón.

Que bueno que tú misma lo estás diciendo.