Richie
Eran condones. Estoy seguro de que eran condones. ¿Eran condones?
¡¿Por qué demonios Charly tenía condones?!
Aún lo recuerdo como si hubiera Sido ayer. Porque de hecho fué ayer.
Entraron a la farmacia.
Yo me despedí del nuevo por si se moría y comencé a rezar para que no se fuera al infierno.
También hice un baile a los dioses de la lluvia, solo por si no era católico.
Cuando ellos salieron venían con la zanahoria. Eddie empezó a curar a Ben, quien milagrosamente sobrevivió.
Charly se quedó todo el tiempo viendo. Estaba nerviosa por algo. Y en las manos...
¡Oh!, esas manos que como se me antojan, traía una cajita blanca.
Esa cajita blanca. La conozco demasiado bien para saber lo que eran.
El problema es: ¿Por qué no me dijo nada?
¿Y si no eran para mí?
¿Y si eran para otro estúpido?
¡¿Y si eran para otro perdedor?!
-¡Cállate Richie! No sabes lo que ella planea hacer... ¡Ay! Ahora hablas solo como ella.
Termino de vestirme y salgo de mi cuarto. Abajo en la cocina veo un pan tostado en un plato, y sin preguntar de quién es me lo robo.
Cuando estoy cerrando la puerta de mi casa el grito de mi hermana me rompe los tímpanos.
-¿Y MI PAN? ¡Ahhhhhhh! ¡Eres un idiota Richie!
-¡Y tú muy descuidada hermanita! ¡Nos vemos luego, e intenta no quedar embarazada!
Escucho pasos furiosos corriendo por toda la casa. Solo me río mientras tomo mi bicicleta y empiezo a pedalear para buscar a los chicos.
Y chicas. Buenísimas chicas. Chicas pelirrojas y que compran condones...
Siento algo de presión en mi pantalón.
-Ya Richie...- volteo rápidamente a mi entrepierna y le doy una palmadita-. Ya.
Charly
Conduzco mi bicicleta sintiendo una de mis piernas más pesadas.
Raro, considerando que lo único que llevas de diferente es un empaque de metal...
-¡No lo digas!- abro mucho los ojos y me aferro al volante con las uñas. La voz en mi cabeza solo ríe.
¡Pues es tu culpa, tú los compraste!
-No los compré...
Cierto. ¡Es tu culpa, tú los robaste!
-¡Pero no tienes que estarme recordando que lo hice!
¡Tú fuiste la que eligió traer uno!
-Es porque Richie tiene más hormonas que una chica. Ya metió sus manos entre mis piernas, no dudes que pronto querrá meter algo más...
Tampoco es como que hayas intentado detenerlo.
-¡Estaba borracha!
Y caliente.
-¡Y borracha!
¡No querías dejarlo! Y lo besaste. Y le dijiste a Bill que era tuyo.
-¡Estaba más que borracha!
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Otra Richie Tozier
同人小說«-No, ellos no se parecen- añade Bill-. Es el mismo idiota de Richie Tozier transformado en mujer.» Bicicletas, payasos asesinos, adolecentes, amor, algunas llamitas y un par de idiotas.
