jugemos al futbol mark x harem

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Capitulo 3 partido, promesa sin cumplir.

Los vientos soplaban fuertes, en aquel día nublado, y las cosas empeoraban para todo el equipo Raimon, dado que la sus nuevos rivales eran poderosos, pero ellos aun así decidieron darles frente....... dos equipos estaban listos para dar la patada inicial, y justo en el campo del unbrela, esto dio inicio, moviendo el balón un alvino dio inicio a todo.

— Vamos — dijo el albino, pasando el balón al creador de juego.

El castaño al recibir el balón se queda inmovilizada, ya que de la nada una chica pelirosa le había robado el balón, y justo esta alíen hembra apareció en justo en la portería, sorprendiendo a todos, pos claro estaba que ellos tenían una fuerza sobrehumana, el balón al ser pateado entro a la portería con facilidad.

— Ahí no — se expreso una pelirroja asustada por el poder de los del aluiz.

El partid siguió de tal modo atroz, 99-0 el Raimon jamas pudo hacer nada y a causa del esfuerzo barios jugadores terminaron lesionados, Mark quien era el único del equipo en pie, estaba siendo avasallado a balónasos, logrando hacer que el legendario portero escupiera sangre, cosa que las tres gerentes del equipo miraban horrorizadas.

— Y bien estúpido terrícola, ¿as aceptado la superioridad de la aliuz? — habló arrogante el capitán de los alíens.

Mark con todo lo que le quedo de fuerza se levanto con dificultan, asta lograr mirar a los ojos a todos los del aliuz.

— Lo... Lo que ustedes hacen no es fútbol..... Así..... Que.... Jamas se los voy a perdonas y prefiero morir antes de aceptar su juego — dijo Mark con dificultad, pero tan claro que logro hacer enojar a sus rivales.

— Si eso quieres.....muere de una vez!!! — Grito enojado el peliverde rematando el balon. — Astro Remate!! — grito rematando el balón, cubriéndolo de un color negro y purpura, y unas cuantas líneas de electricidad.

El balón iba a tal potencia que saco volando a los jugadores que yacían en el suelo cansados, mientras que la gerentes aterradas solo pudieron gritar.

— ¡Mark! — gritaron las tres chicas.

Cuando Mark esta justo de recibir el ataque un gran destello aparece, dejando ciegos a todos por un breve momento, y al abrirlos ahí, parado con el balón en mano estaba el castaño capitán.

— Decías? — se burlo Mark del capitán del aliuz..... Pero.

De repente el cuerpo de Mark estalla con miles de cortadas, pos estaba claro que lo que hizo le dejo sin nada, su cuerpo no soporto el exceso de poder.

— Que a echo? — se pregunto el capitán del aliuz, ya que estaba claro que eso no era normal.

Paso del tiempo.

Poco a poco un castaño acostado en la cama de un hospital despertaba, se hallaba confuso y a muy, a duras penas podía recordar lo que paso.

— Les falle — se dijo a si mismo el castaño, sin percatarse que tres chicas lo oyeron.

— Tu no as fallado Maek.... Es solo que los del aliuz eran demasiado fuertes — hablo una de las tres chicas, causado que el castaño voltear a ver la dueña de esa voz.

Al hacer esto el castaño se topa, con las tres gerentes, dos de ellas dormidas, recostadas en la cama, mientras que la dueña de la voz yacía aun lado de el.

— Nelly.... Y los demás?? — pregunto Mark, intentado levantarse.

La pelirroja al ver el esfuerzo que el castaño intento hacer, esta se lo impide, sujetando a Mark de los hombros.

— No hagas esfuerzos. El equipo esta bien..... Pero...... Algunos están hospitalizados y no podrán salir en un tiempo — respondió Nelly cabizbaja, pos lo que paso le traía intranquila.

Mark solo cero las manos con rabia, ya que nunca pensó que esto pasaría, siempre le hicieron frente el rival sin importar que, después de eso deposito los ojos en una peliazul oscuro, la cual se hallaba dormida a un lado de la cama.

— No pude cumplir la promesa — susurro Mark, la rabia que sentía era enorme, podría decirse que esto le daño de mil maneras.

Poco a poco las otras dos chicas se empezaron a despertar, cosa que el castaño pudo ver, estas dos al estar ya despiertas ven a su capitán que la miraba con la cabeza baja.

— Mark.....— la chica pelinegro intento hablar pero, el repentino acto de la peliazul la dejo sorprendida.

— Tonto, tonto, tonto.... No vuelvas a preocuparme así — dijo la peliazul llorando y abrasando al castaño, esto dejo sorprendidas a las dos otras chicas.

Mark por reacción la abrazo y entre un llanto poco audible le dijo:

— Perdón Celia no pude.... Te lo prometí y no pude — se disculpo el capitán por su ineptitud, tanto como su poca fuerza.

Las otras dos solo se quedaron viendo con impotencia, pos era claro que ellas no fueron de mucho apoyo, cosa que no les gusto.

Paso del tiempo.

Un Mark mas mejorado se encontraba el la habitación de cuatro de sus amigos, los cuales cayeron en el partido, junto al capitán se encontraban las tres gerentes, una de ellas la menor siendo Celia se encontraba sujetando a Mark del brazo.

— ¿Como se encuentran chicos? — pregunto el castaño capitán.

— Estamos bien capitán...... Es solo que nos sentimos humillados — respondió un chico algo corto de estatura.

— Si tan siquiera fuéramos mas fuertes — comento un chico con gorra rosa.

Mientras tanto en otro lugar.

En el centro de investigación del centro centella, podemos ver al entrenador del Raimon hablando con el presidente de fútbol estudiantil.

— Esto es grave Sony ¿que es lo vamos a hacer? — preguntó el entrenador.

— No lo se, no lo se — respondió el presidente, golpeando una de las mesas del lugar.

Todo se lleno de una atmósfera intranquila, asta que.

— Soy patéticos —

Mientras en un lugar desconocido.

Aquí podemos ver a dos personas, de las cuales lo único notable es sus ojos, ya que al parecer todo su cuerpo era cubierto por una capa, uno de ellos portaba unos ojos negros, casi azulados, mientras que el otro tenia unos ojos peculiares, un color grisáceo.

— ¿Ellos son a los que tengo que ayudar? — pregunto el tipo de ojos negros, volteando para ver a el compañero que se hallaba sentado atrás de el.

— Así es Grey...... Así que preparare — respondió el de los ojos grisáceos.

El otro solo se limito a sonreír, y con aquella sonrisa dijo.

— Esto sera interesante —

Continuara...