Picadura de Serpiente

Capítulo 11 - "Oops."

Jughead se llevó el pendrive con los videos ya almacenados, se había oscurecido muy pronto y el clima no estaba agradable por lo que optamos por ir al lugar que le prometí mañana.
Sín embargo al despertar, sentí los ruidos de las gotas de lluvia caer por la ventana y el techo. El clima era un asco, siempre acostumbraba a faltar los días lluviosos pero quería y necesitaba ir a la escuela.
Caminé por la tierra que ahora eran charcos de lodo por las calles. Sentí el motor de una motocicleta aproximándose, cuando pude darme cuenta ya había frenado y el que se sacaba el casco era nada más y nada menos que mi querido Sweet Pea.

—Quizá quieras un aventón.— guiñó el ojo.

—¿Te enseñaron a no hablar con extraños?— bromee.

—Muy graciosa. Entonces creo que prefieres seguir mojando tu cabello y tu ropa y uff… tus botas favoritas llenas de barro, no se ve bien, ¿Cierto? — tomó su casco y volvió a ponérselo. —Pero bien, es tu decisión.— bufé y me acerqué a él.

—Te odio.— dije y subí a la motocicleta. Puse mis brazos al rededor de su cuerpo y las entrelace mientras él encendía el motor.

La motocicleta arrancó y llegué a la escuela más rapido que de costumbre.
Cuando bajé de la motocicleta ví a Jughead hablando con Archie en la entrada, Jug se había percatado de que había llegado, sin embargo, trató de disimularlo. Me despedí de Sweet Pea y me acerqué a Jughead y al cabeza de naranja.

—Vamos.— me dijo Jughead sin siquiera saludar, aún así no me extrañaba, ya era así su carácter.
Rodé los ojos y lo seguí, Archie solo se quedó ahí, viéndonos. —Archie me pidió tu número tal vez te insulte y luego te bloquee.— reí levemente.

—Sería algo muy cobarde e infantil, ¿No crees?

—Archie no es un tipo de pelea, pero los del sur nunca le agradaron.

—¿Estás seguro de eso?

—¿Por qué preguntas?

—¿Por qué? Jughead te criaste en el sur, tanto tú como yo somos de ahí.— se detuvo y volteo a verme, quedamos frente a frente.

—El sur es mi pasado, no vuelvas a mencionarlo.

—¿Él no lo sabe verdad? ¿Tus raíces? ¿Acaso las olvidaste? 

—No importa eso ahora.— trató de darse la vuelta y darme la espalda nuevamente pero lo detuve sujetando su brazo.

—No, a mi me importa. ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué te pones tan nervioso cuando hablo de los serpientes o del sur?— desvió la mirada.— ¿Te avergüenza? ¿Te avergüenza ser uno de nosotros?

—¿Que estás diciendo?

—¡Vamos Jughead! ¡Mírame a los ojos y dime que no te sientes incómodo hablando conmigo en este momento portando esta chaqueta!— bajó la mirada y suspiró. —Eres cómo Archie, cómo todos los demás, simples ignorantes con vendas en los ojos.—

—Betty…— tomó mi mano y rápidamente la aparté.

—No se te ocurra volver a tocarme.— comencé a caminar con el paso acelerado por los pasillos, no podía quedarme un momento más ahí. Iba a llegar a la clase más temprano que de costumbre, eso era un hecho.

Lo que Jughead me dió a entender fue una decepción, una gran decepción. Al princípio pensaba que me ayudaba por lástima, después decidí confiar en él… Pero me equivoqué y cometí un error en haberlo hecho.

Ya no me importaba delatar a Cheryl, ni que pudieran hasta expulsarme de la escuela, solo quería que el día acabara pronto, lo más pronto posible.

—¿Estás teniendo un mal día?— lo unico que me faltaba.

—No estoy de humor Cheryl.

—Se nota. ¿Por qué no mejor te desahogas con un buen batido en el Pop's?— estaba cruzada de brazos frente a mi casillero. Voltee a verla, suspiré y asentí.

Perdimos todas las clases, y Pop Date perdió muchos vasos de batidos, había tomado ya unos cinco.

—Que estómago fuerte.— dijo Cheryl.

—¿Por qué?

—Veamos… Vainilla, chocolate, fresa, banana y caramelo.— señaló todos y cada uno de los vasos. Cuando la mesera se acercó, Cheryl pidió un té para mí, no se lo había pedido, pero aún así lo pidió.

—Por qué te comportas como si fueras… no sé, ¿Un humano?

—Sí te refieres a la amabilidad, te ví mal y pensé que un batido te vendría bien.— revolvió la pajilla en el batido.
—Se… qué las cosas no se dieron de una buena manera. Pero no tuve otra opción.—

—¿Opción? ¿A qué te refieres?

—¡¿Es una broma Elizabeth?! ¡Tú estúpida hermana mató a mi hermano y está por ahí viviendo su vida mientras que mi hermano tiene un tiro en la frente!— gritó Cheryl. Los clientes se voltearon a vernos.

Una mesera se acercó a dejar el té e irse rapidamente. El té estaba caliente.
Tomé la taza de té en mis manos, me acerqué al asiento de Cheryl y lo derramé en su cabeza, todos los presentes oímos el como la pelirroja gritaba del dolor, pero eso no me importó, merecía eso y mucho más.

—Voy a decirte algo, Cheryl.— dije haciendo énfasis en su nombre. Me agaché y recargue mis manos en mis rodillas. —Mi hermana, Polly, no sería capaz ni de matar a un mosquito. Pero tú no tienes una idea de lo que yo estoy dispuesta hacer por defender a las personas que quiero.— me levanté y caminé hasta la salida, creo que el ver a Cheryl con el rostro y las manos rojas por las quemaduras de un té fue lo mejor de mi día.