El destino se encarga de unir a las almas gemelas tarde o temprano, nunca sabes con quien te puede juntar pero de algo si puedes asegurarte, el destino siempre te tendrá preparado a la persona indicada, es tu responsabilidad sacar adelante tu relaci...
El libro en mis manos me daba un toque de inteligencia pero siendo sincera no estaba leyendo nada. Mi mente no paraba de pensar en todo lo que estaba ocurriendo, mucho menos se me olvidaba que tenía que escapar de aquí. Convivir con vampiros no era algo que debía tomarse a la ligera, ellos eran peligrosos y seres que solo mataban a sus víctimas. Recordar la manera en que Aaron me había mordido me dejaba aturdida.
- ¿Extrañándome?
Aaron estaba en la entrada de la puerta mirándome con diversión, deje el libro a un lado y me dispuse a mirarlo, estaba sin su saco negro y el cabello despeinado, cualquiera que lo viera diría que se había rascado el cabello de la frustración.
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- No me importas en lo absoluto - Dije con molestia.
El empezó acercarse a mí de nuevo pero esta vez tomó asiento en el otro extremo de la cama. Observó toda la habitación por unos segundos y luego me miró.
- En algún momento te voy a importar más de lo que imaginas - Negué - Deja que los lazos hagan su trabajo.
- ¿Lazos? - Pregunte desconcertada - ¿De que mierda hablas?
- Tus clases de modales ¿No te sirvieron para nada? - Preguntó con enojo.
Otra vez con sus respuestas sin salida, ¿Por que mencionaba cosas de mi pasado que solo yo debía saber?
- ¿De qué lazos hablas? No me has dado ni una maldita respuesta de lo que está pasando!!
El se levanto de la cama con enfado y se alejo de mi, se dio la vuelta apretando sus manos en un puño, solo esperaba que no volviera ese Aarón que me aterraba.
- Desde que llegaste - Empezó a decir - Tus malditos pensamientos los puedo escuchar por toda la casa, jamás había estado con alguien con una mente tan activa. Me estás alterando más de lo debido y créeme que eso no es bueno para ti.
- Entonces ¿Por qué no respondes mis preguntas? - Le pregunté con enojo - Si no quieres alterarte y que yo piense cada vez más, responde!
- Esta bien Annel - Suspiro y se dio la vuelta para mirarme - ¿Qué quieres saber?
Sonreí levemente, me alegraba el hecho de que por fin obtendría respuestas sobre la situación.
- ¿Cómo te llamas realmente? - El me miro sin una pizca de gracia.
- Aaron Park.
- ¿Por que me secuestraste? - La pregunta pareció no agradarle, pero tenía derecho a saber la verdad.
- Claro que tienes todo el derecho de saber la verdad - Otra vez volvió a sorprenderme - Pero no creo que estés lista para escucharlo.
- Por favor..
- De una o otra forma debías venir, como te dije antes - Se detuvo unos segundos - Trate de conocerte de la mejor manera pero nunca me notaste, era hora de traerte conmigo por que ya estaba destinado a ser así.
