VI. Pequeña situación.

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La luz comenzaba a molestar mis ojos, despertarme era una mala opción que no tomaría, balbucee el nombre de Aarón para que apagara la luz pero no escuchaba respuesta. Harta de esperar a que las luces desaparecerían abrí los ojos.

Me asombre de notar que en realidad las luces eran los rayos del sol, sentía que las horas habían pasado tan rápido que aun me imaginaba que era de noche, lo peor de todo era que mis sueños que normalmente tenía desde que era una niña no se hicieran presentes hoy. O al menos yo no recordaba que haya soñado algo importante. 

Me estire un poco y luego me levanté para tomar un baño, el hambre se hacía presente con los minutos pasando, así que mejor me apresure para bañarme. 

Como ya era costumbre, hice mis necesidades, me lave los dientes y luego me coloque bajo la regadera para que el agua tibia cayera sobre mi cuerpo y despejara mi mente. Me preguntaba si ese maldito podía ver a través de las ventanas, sería terrible si eso fuera verdad. 

Luego de un agradable y perturbante baño, busque en el armario un nuevo atuendo, la verdad era que el vampiro tenía un buen gusto por la moda. 

Un overol gris y una blusa blanca habían sido mi opción para el día, las sandalias fueron el extra y deje mi cabello suelto en pocas ondas para verme sencilla

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Un overol gris y una blusa blanca habían sido mi opción para el día, las sandalias fueron el extra y deje mi cabello suelto en pocas ondas para verme sencilla. Me puse un poco de perfume y desodorante para quedar lista, no hacía falta el maquillaje pues no saldría de aquí. 

Salí de mi habitación y camine por los pasillos, sentía curiosidad por ver que había detrás de cada puerta, en especial la principal que estaba a un lado de las escaleras, la puerta era negra. Baje a la sala y busqué con la mirada a Aaron pero no se encontraba por aquí, pase por la cocina y luego me encontré frente a las puertas de su oficina. 

Toque una vez y no tardé en escuchar un "Pasa" de su parte, al abrir las puertas mis ojos se encontraron con el interior, las paredes decoradas por libros y un sillón grande detrás de una ventana de cristal que daba vista al otro lado del bosque. Mi vista se trasladó hacia Aaron, quien ya me observaba con curiosidad por mi pequeña inspección al lugar.

- ¿Te gusta el lugar?

- No soy fan de las oficinas - El asintió - Pero me gusta.

 - Podrías pasar todos los días por aquí aunque sea unos minutos - Aquella propuesta me sorprendió - Me gusta tu presencia Annel.

Pequeñas cosquillas en mi estómago se hicieron presentes, lo suficiente como para molestarme. 

- Mientras más lejos esté de ti, mejor.

- Te lo recordaré cuando no puedas alejarte ni un segundo de mi - Sonrió con burla.

Pronto se levantó de su asiento y paso por delante de su escritorio para sentarse en el, verlo comportarse tan humano me estaba agradando. 

Almas Gemelas - Eres solo mía Kim Hyun Joong #1 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora