13. Tiempo a tu lado

3.7K 346 75
                                    

Aso: Muy bien chicos, es lunes de vuelta. Empiecen con el entrenamiento de siempre. Tenemos a alguien más que se unió, se llama Ayano Aishi. Si no entiende algo, por favor ayúdenla. Ahora sí pueden empezar.

Ayano: E-eh... perdona, ¿Qué tengo que hacer?

Aso: Ah verdad, lo siento. Te tendría que haber explicado. Los lunes es día de práctica en resistencia. Por ahora, como recién empieza el año, la idea es hacer 6 vueltas sin parar.

Ayano: ¡¡¿¿SE-SE-SEIS VU-VUELTAS A ESO??!!

Aso: Así es, ¿Necesitas ayuda?

Ayano: C-claro que no, yo puedo—contestó molesta. No quería que la ayudaran, quería demostrar que podía sin ayuda de nadie. Empezó a trotar en una velocidad suave, para así guardar energía. Dio dos vueltas sin parar, pero estaba muy cansada y cuando llegó a un poco más que la mitad de la tercera se estaba quedando sin aire. No podía respirar correctamente, directamente casi ni podía respirar. Entró en desesperación y veía todo borroso, se estaba por desmayar.

Aso: ¡EY!—fue corriendo hacia ella— ¿Te encuentras bien? Tranquila, tranquilízate y escúchame a mí. Enderézate y respira despacio y pausado—. Ayano lo hizo y se pudo calmar— ¿Ya estás mejor?

Ayano: Si... gracias.

Aso: Mira, los del club ya practicaron durante mucho tiempo y su cuerpo ya está adaptado. Pero no quieras hacer en un día lo que se logra en semanas, si necesitas parar, hazlo. Esto es un entrenamiento, no un examen. No te exijas tanto, ahora descansa.

Ayano: Gracias, pero no voy a descansar... yo puedo hacerlo, lo sé—. Sin más, siguió trotando con todas sus fuerzas. Incontables veces se cayó, pero se volvía a levantar y seguía adelante. Hasta incluso el tiempo del club terminó y los demás se fueron, pero ella seguía ahí dando lo mejor de sí misma. Aso estaba sorprendido, ella era una persona muy fuerte. Esperó y esperó a que terminara, todos en el colegio se habían ido menos ellos dos. Él no quería molestarla, él quería verla y no le importaba esperar horas a que terminara. Sin embargo, una profesora se acercó y les dijo que ya tenía que cerrar el instituto.

Aso: ¡Estuviste increíble Ayano! Vamos a cenar, yo invito.

Ayano: ¿Qué? Pero... ¿Por qué?

Aso: Te lo mereces, vamos—. Llegaron al lugar, comieron y charlaron de cosas que no eran de importancia pero entretenidas, pasaron un buen rato acompañados de risas.

Aso: Hoy fue muy divertido el estar contigo.

Ayano: Lo mismo digo, gracias.

Aso: Bienvenida al club. Ya es tarde, te acompaño a casa.

Ayano: Muchas gracias, eres muy amable.

Aso: No es nada...—Ayano se le quedó mirando con cara de preocupación.

Ayano: Solo...

Aso: ¿Qué?

Ayano: Siempre estas rodeado de personas, la gente se siente cómoda a tu lado por tu personalidad. Puedes hacer amigos fácilmente, pero te ves solo... en tus ojos lo puedo ver.

Aso: ¿Cómo fue que...?—soltó un suspiro y se quedó callado por un momento— tienes razón. ¿Sabes? Las personas siempre buscan algo a cambio, solo les importa lo que les beneficie. Dicen que te aprecian, pero algún día te dejan... se van con alguien mejor, te reemplazan... te critican. Yo no quiero que me dejen... no quiero estar solo, no quiero que me rechacen o piensen mal de mí... Así que siempre trato de ser lo mejor de mí, pero me siento como si estuviese mintiendo. ¿Es que acaso no hay nadie que me acepte por cómo soy, que se enoje conmigo cuando haga algo mal o que no le interese tanto lo físico? No sé muy bien por qué, pero eres única. En ningún momento sentí que fingías para que me caigas bien, siempre das lo mejor de ti misma hasta al final... Yo escuché cómo te criticaban los del club o te empujaban incluso, pero a ti no te importaba y seguías corriendo con una sonrisa. Eres... una persona honesta, estoy feliz de haberte conocido. Y quiero conocerte aún más... ¿Podemos ser amigos?

Male Rivals x Ayano || HaremWhere stories live. Discover now