Male Rivals x Ayano || Harem

15. Lo que siento...

Ya era miércoles y, por mala suerte, Mujo llegaba tarde. Durante el camino se preocupó más que nada por Ayano, pensando en que tal vez ella se habría preocupado por él o algo por el estilo. Una vez que llegó, notó que ya nadie estaba en los pasillos y que todos estaban en clase. Desilusionado, se dirigió a la enfermería a revisar unos papeles y terminar de llenar los mismos. Al entrar, se llevó una gran sorpresa al ver un regalo en su escritorio.

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Para Mujo-sensei de Ayano.

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Ponía en una tarjeta atada al regalo, cual estaba envuelto en un papel de color verde menta con lunares color morado claro. Lo abrió y se encontró con un tierno oso hecho a mano con ropita de enfermero incluido. Se le cayó una carta que venía con el mismo, la tomó y la leyó.

"Espero que te guste, lo hice yo misma. Me costó un poco la verdad jej pero lo pude terminar para que, cuando no esté yo a tu lado, él te pueda acompañar. Ya sé que es un peluche y no una persona de verdad, pero espero que ayude.
Saludos, Ayano."

Mujo:<< Tú siempre preocupándote por los demás... Eres muy considerada. >>—pensó mirando la carta. A continuación, tomó al oso entre sus manos y lo observó con una sonrisa. Estaba muy feliz de verdad, lo iba a cuidar muy bien. Lo colocó en un estante al lado de su escritorio y cada tanto, lo miraba mientras deseaba volver a verla. Aunque fuera sólo un oso, de alguna extraña manera sentía como si ella estuviese a su lado.

Mujo:<<Me gustaría poder tener tu edad... o solo un poco más. Yo tengo 27 y tú 16... Te llevo más de diez años. Hay cosas que quisiera hacer, como invitarte a pasear o cenar... o ir a algún lugar juntos, o acompañarte a casa. Al menos pedirte que me llames por mi nombre o me tratases de "tu" y no de "usted". Supongo que eso no es posible... o no sé cómo reaccionarias si te lo pidiese. >>— El timbre sonó y alegre se acomodó en su lugar. Aun así, sentía tristeza por lo que estaba pensando pero lo importante era estar con ella... aunque la diferencia fuera dolorosa.
Esperó por vario rato pero Ayano aún no había llegado, así que se preocupó y salió a buscarla. Antes que nada, se dirigió a su curso a preguntar si la habían visto o si se encontraba ahí. Ya casi allí, escuchó voces masculinas y entró al aula en donde estaba la azabache rodeada de compañeros de su edad.

Mujo: << ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué Ayano está con ellos en vez de conmigo? ¿Los conoce? ¿La están molestando? ¿Serán todos de su mismo curso? Son todos... muy guapos. ¿Por qué está con chicos tan guapos?>>— se sintió celoso, molesto y triste al mismo tiempo. Quería poder tomar posesión de ella y que sea sólo para él, pero un doctor no podía simplemente hacer eso a una estudiante. Cada vez sentía más rabia.

Ayano: Ah, ¡Hola Mujo! Perdona que no fui, es que estoy haciendo un trabajo en grupo con ellos y nos faltó terminar un detalle. Pero ya casi terminamos.

Osano: ¿Quién es ese? ¡¿Quién eres te pregunté?!...

Kizano: ¿Tú eres el que nos estuvo sacando a Ayano durante todos los recreos?—lo miró con desprecio y superioridad desde una esquina de sus ojos—No es tuya—amenazó enojado dirigiéndose a él.

Amao: ¿Eres su nuevo amigo... verdad? ¿Sólo amigo..........no?—preguntó con una sonrisa que daba miedo.

Aso: —se acercó hasta encontrarse a unos centímetros de su cara, con la mirada fija—Si le hiciste algo cuando no estaba a la inocente de Ayano, te mato—amenazó más serio que nunca.

Oko: Sabes...yo...últimamente he estado... necesitando sangre... para hacer un ritual....—exclamó entre risas psicópatas.

Ayano: ¡Chicos, parad! Por favor no se preocupen por mí, es sólo que soy su asistente mientras trabaja. De todas formas gracias, siempre son muy gentiles conmigo —los calmó con su tierna sonrisa a lo que todos contagió. Se quedaron observándola por unos segundos. En los ojos de todos se podía ver un claro "Te amo" hacia Ayano secreto, realmente la querían mucho.

Mujo:<< ¿Cómo es que pueden pasar de ser psicópatas a sonreír como niños inocentes?>> Este... qué bueno, estaba preocupado. Como no viniste, te fui a buscar.

Ayano: Ay pobrecito, gracias por siempre preocuparte tanto por mí— si tan sólo pudiéramos haber leído las mentes de los presentes...

Mujo: Entonces, ¿Te espero?

Ayano: No, ya terminamos de todas formas. O... ¿Ustedes tienen algún problema?

Aso: Ninguno...

Amao: En absoluto...

Osano: ¡Pero después vuelve! ¡No te la pases todo el día con él que nosotros tampoco es que nos divirtamos solos!

Kizano: Si, yo sólo les hablo cuando estoy contigo pero después no es que seamos ni conocidos.

Oko: Bueno...yo apenas le hablo a alguno.

Amao: Son todos muy agradables pero en realidad me importa estar contigo.

Aso: Lo mismo digo.

Ayano: Perdonen, fui muy egoísta. Durante el recreo siguiente estaré con ustedes—contestó y se fue junto a Mujo.

Mujo: ¿Con ellos?—parecía triste.

Ayano: Perdona Mujo-sensei, es que ya sé que usted se siente solo pero espero no le moleste entender que mis amigos también se sienten así y durante estos días no estuve con ellos.

Mujo: Tienes razón, es muy egoísta de mi parte.

Ayano: ¡Pero no se desanime, que en otra oportunidad estaré con usted! Por cierto... ¿Está mal si lo considero mi amigo en vez de un sensei? Obviamente que cuando tenga que actuar como profesor no le faltaré el respeto, pero tratarlo como "usted" me hace sentir algo lejana y me pone triste—. El doctor, al escuchar estas palabras, se ruborizó y estaba muy muy feliz, porque Ayano estaba de acuerdo con tratarlo como un amigo y sentía lo mismo al respecto de diferencia en edad. Eso le hacía tener calma, definitivamente esa chica siempre decía las cosas que más necesitaba oír.

Mujo: Claro que sí, yo hace poco también te quería pedir eso pero me parecía incorrecto. Tal vez vos no ibas a querer e incluso eso incomodaría la relación. Qué suerte que pensemos igual.

Ayano: ¡Sí! Yo creo que no importa la edad o diferencias, lo que importa es lo que siente uno al estar con otro. ¿No es así?

Mujo: Si...—le respondió sonriéndole feliz.

Ayano: ¡Vamos, Mujo-kun!

Mujo:<<Al principio estaba confundido y me cegaba de lo que sentía pensando en nuestras diferencias y cómo supuestamente debe ser nuestra relación. Pero eso que dijiste de lo que en realidad importa es lo que sentimos, es verdad. Me mentía a mí mismo haciéndome creer que porque me tengo que sentir de una forma hacia ti me siento así, no lo es. No hay que dejar que "lo que debe ser" o las diferencias te obliguen a sentirte de una forma, porque no está bien. Yo en realidad te amo, quiero salir contigo y vivir para ti. Quiero que puedas sentir lo mismo, cuidarte, estar allí para ti en todo momento y amarte. No me importa nada más, si es necesario esperaré incluso a que tengas 18. Desearía que algún día también me puedas ver como yo te veo a ti, hasta entonces te voy a esperar lo necesario. >>

Holaa!!! Quería darle las gracias especialmente a Mel3663 por seguir la historia y votar todos los capítulos! Me hiciste muy feliz!! Y, también, al resto de las personas que disfrutan leerla ❤️