Franco x Kirlia (macho, o sea trapito)

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[...]
~Narra Franco~

¡Por fin! He llegado a Hoenn, una nueva región y nuevos pokémon, sinceramente viajar por más de diez horas en barco me causó un terrible mareo, Que malas ideas que tomo por favor... primero que nada, mi amiga Ale no me dejó siquiera pegar el ojo en toda la noche por qué estuvo gritando con su gardevoir , nunca me dijeron la razón por la cual montaban tremendo alboroto, pero  seguro que estaban leyendo Umm... ¿yaoi? Creo que es eso lo que les gusta a ellas, por qué a su lucario, Haxorus y leavanny parece no gustarles del todo, más no lo odian, pero eso da un poquito igual.

Ya después de haber llegado al hotel de Malvalona dejamos nuestras cosas en nuestras respectivas habitaciones, quería dormir un poco pero creo que eso sería imposible teniendo en cuenta que tengo la mejor amiga del mundo que nunca me molesta, en absoluto, me trata con todo respeto y no me empareja con pokémon humanoides permitiéndome el paso a todos los lugares diciendo "las pasivas primero" que a saber a qué se refiere.

—¿Ahora qué quieres?—pregunté con una ceja en alto mirándola, siquiera había podido recostarme en aquella cama que sin duda se veía bastante cómoda.

—¿Pues qué más voy a querer? Tú sabes lo que quiero—Respondió mirándome con cara pervertida, ahora no sé si me quiere violar o es que tiene algo aquí que le pertenece, pero...  no recuerdo haber llevado algo que sea de su pertenencia, pero que más da.

—no sé, ¿amigos?

—no ... eso si es pasarse de ... lanza! (Los "..." son por alguna palabra :v ...)—bramaba con molestia mi amiga mientras me golpeaba con una almohada en mi cabeza, vaya que tiene fuerza la enana, le quité su "arma" y con esta misma le golpeé en la cabeza alejándola, esta me miró por unos segundos, señaló con su dedo índice a... no sé la verdad, a lo cual me quedé confuso ¿qué quería?, me alcé de hombros y miré a mi alrededor tratando de localizar a lo que apuntaba, más no lo logré divisar, Masculló entre dientes y tomó una de mis maletas para así abrirla y comenzar a lanzar toda mi ropa al aire, ¿ahora qué le pasa? Me le quedé viendo por un momento y luego vi que de mi maleta sacó varias frituras, dulces y una pokeball—olvidé a Lucario aquí —rió a carcajadas mientras guardaba la pokeball de su compañero, yo me quedé atónito mirando mi maleta, ¿Cómo ... llegó su pokémon y todas esas cosas ahí? ... ¿Cómo es que metió todo eso ahí?

—bueno, A las 6:30 saldremos a recorrer malvalona—dijo ella, cuando iba abrir mi boca ella rápidamente metió un dulce en esta callándome, me sonrió y volvió a recordarme cuando íbamos a salir, suspiré y me tiré a mi cama con pereza, ahora tendría que darme un baño y recoger mi ropa nuevamente, gracias por su ayuda señora Alejandra.

[...]

~narra Ale~

Tras recuperar mi botín el cual había escondido en la maleta de la pasiva salí del hotel (obvió dejando mi tesoro en mi habitación) dirigiéndome a alguna ruta solo para capturar a algún pokémon de por ahí, terminé encontrando varias cosas, desde lo más lindo hasta lo más bizarro y perturbador, pensé que los pokémon eran un poco más decentes pero no es así, pues encontré a unos en pleno acto justo cerca de una playa, lo bueno que se fueron de ahí a seguir lo suyo, pero aún así, fue perturba- naa a quien engañó fue magnífico, era yaoi puro y en su máximo esplendor, incluso a mi Gardevoir le gustó.

—Oye ale —llamó mi Pokémon tirando de mi manga— ¿No íbamos a capturar pokémon's?

—Así es mi querida Gardevoir, pero lo único que encuentro aquí son depredadores sexuales digo entrenadores esperando y nada más, así que... vamos a otro lado—Sugerí cargándola y alejándome de ese lugar lo más rápido posible, claramente pude ver a una especie de Candelabro mirando con deseo a mi pequeña Gardevoir, malditos depravados, ya ni se puede confiar en los pokémon por que cuando menos te lo esperas ya te están violando.

Pokémons x Franco v:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora