that girl ‹ chaesoo

💐 : 2

Jisoo

La lluvia más los tacos medianamente altos eran una mala combinación.

Estaba a tan sólo una cuadra de la florería y todo estaba bien pero entonces el ruido de un trueno casi la hizo saltar de su lugar. La lluvia se volvió fuerte de nuevo.

¿Y si la florería había cerrado? Eso se le cruzó por su mente. Definitivamente sería mucha mala suerte.

Pero llegó a la puerta.

Empapada pero llegó.

Se paró enfrente de ella y pudo visualizar una silueta femenina a través del vidrio. Fueron sólo unos segundos porque en cuanto la chica notó su presencia, abrió la puerta rápidamente.

Entonces Jisoo la vió. Sin el vidrio de por medio. Su corazón dio un pequeño salto y sintió una sensación extraña en su estómago.

Que bonita es.

Fue más que un simple pensamiento pero no se puso a analizarlo e ingresó rápidamente al local.

—¿Estás bien? —preguntó la joven de cabellos rubios. Jisoo asintió algo atontada y corrió su mirada con un poco de timidez.

Comenzaba a tener mucho frío.

El granizo comenzó a caer lo que provocó que la florista se acercase a la puerta a ver el espectáulo.

Chaeyoung

Se alejó de la puerta recordando que su cliente probablemente moría de frío porque solamente vestía un abrigo y en la parte de abajo traía una falda, sumándole el hecho de que tenía unos tacos como calzado y estos estaban bastante mojados.

—Estás muy empapada. —dijo Chaeyoung y se acercó al mostrador— Debes tener frío ¿No quieres una taza de café mientras piensas en tu pedido?

—...Yo, sí, gracias. —notó algo de confusión en su rostro pero Chaeyoung sintió ternura, se preguntó qué edad tendría ella.

—Está bien, ya vuelvo.

Ingresó a una puerta que había detrás del mostrador. Allí había una pequeña cocina que la joven utilizaba muy seguido.

No se consideraba una amante de café pero tenía algunos saquitos de sobra, así que puso agua a hervir para poder prepararle uno.

Jisoo

Jisoo se quitó el abrigo. Sintió deseos de quitarse los zapatos pero no era correcto.

Se acercó al mostrador y vio como la florista salió de la puerta de la que había ingresado con una pequeña banqueta en sus manos, la cual colocó frente del mostrador, a su lado.

—Gracias, no debías molestarte. —dijo Jisoo para después sentarse.

—No hay problema. —la rubia le sonrió y Jisoo volvió a sentir aquella sensación. Esa extraña sensación que no le agradaba ni le disgustaba— La lluvia está muy fuerte hoy.

La castaña asintió.

—Soy Chaeyoung.. ¿Cómo te llamas?

—Jisoo. —esta vez se pudo notar una leve sonrisa en el rostro de Jisoo.

—¿Qué edad tienes? Para saber si debo llamarte eonnie. —bromeó la rubia, logrando sacar otra sonrisa de parte de la mayor de las dos.

—Tengo 23.

—¡Oh! Entonces sí eres mi eonnie.

—¿Cuántos años tienes tú? —preguntó Jisoo con curiosidad.

—Tengo 21.

Chaeyoung

—Ya veo, eres joven..¿Esta florería es tuya? —la más chica asintió.

—Sí, solía ser de mi abuela. —el sonido de la pava eléctrica las interrumpió— ¡Tu café! Ya vuelvo.

Jisoo

Se limitó a asentir.

Mientras Chaeyoung estuvo ausente, Jisoo observó la lluvia caer.

Seguía granizando.

—Aquí está, no es el mejor café pero te dará calor. —la rubia apareció con el café en una mano y con el azucarero en la otra.

—Muchas gracias, eres muy amable.

Los minutos pasaron. Siempre aparecía esa sensación cuando veía sonreír a Chaeyoung, la cual contrarrestaba un poco con el sabor horrible que tenía aquel café de saquito pero fingió que le gustaba, después de todo, era florista, no una experta en cafés y aquella taza era un gesto amable.

Charlaron hasta que el granizo y la lluvia fuerte pararon, apróximadamente por unos 20 minutos. Jisoo ya se había olvidado que estaba ahí por las flores.

Que contradictorio, seguro se trata del karma por rechazar a los chicos, ahora me atrae una chica.

—Oh, parece que la lluvia paró. —comentó Chaeyoung y se levantó de su silla— ¡Cierto! Las flores ¿Qué flores deseas llevar?

Jisoo se congeló ¿Qué flores deseaba llevar? Tal vez algún par de rosas.

Sintió curiosidad por saber cuáles eran las favoritas de Chaeyoung.

—Llevaré un pequeño ramo de rosas blancas.