#8 - Good Girls

225 25 0
                                    

A las cinco en punto, Ashton pasó a recogerme en su Volkswagen. Salí de casa vistiendo un short de jean y una remera fucsia, ignorando las barbaridades que decía mi hermano, y me subí al auto.

—Señorita Hafner —saludó, provocándome una risa.

—Señor Irwin. —Le di un beso en la mejilla y él sonrió.

—Suena espantoso que digas "señor".

—Pensé que iba a sonar lindo con mi voz.

Él rio, sacándose sus lentes de sol, pero no respondió a mi comentario.

—¿Puedo elegir la heladería? —pidió como un nene chiquito, y de pronto me recordó a mi vecino. Me sugerí no pensar en él.

Asentí en respuesta, mientras me ocupaba de mirar por la ventana.

—¿Puedo elegir los gustos? —volví a hablar, mirándolo y haciendo pucheros, logrando hacerlo reír.

—Por supuesto —anunció—. Y, ¿qué cuentas?

Negué desinteresadamente. —No mucho. Hoy fui al instituto, pero no hice más que eso.

—Por casualidad, ¿sabes si Luke fue?

Lo miré seria, sorprendida ante su pregunta tan segura como repentina. —¿Importa?

—Bueno, creí que sabrías que cortó con Lacey...

Enarqué una ceja, asombrada por su afirmación.

—De hecho, sí, lo sé, pero, ¿acaso interesa?

Sus ojos verdes me interceptaron y Ashton rio. —Está bien, no quieres hablar del tema.

—Es que no entiendo tu referencia...

Sus ojos volvieron al camino, atento a las señales. —Simplemente no quiso atender mis llamados y pensé que sabrías de él.

—No —dije dando por terminado el asunto, al mismo tiempo que Ashton estacionaba en una heladería. El castaño rio y bajó del auto, dando la vuelta para abrirme la puerta.

—Gracias —respondí al bajar.

Él cerró el auto y nos dirigió al local, donde cada uno pidió un helado y él se ofreció a pagar. Bromeó sobre mi elección "aburrida", ¿por qué tanto escándalo por pedir frutilla y crema de Oreos? ¿Acaso las chicas con las que salía pedían siempre sabores exóticos o algo así? ¿Era una especie de requisito para tomar helado con Ashton Irwin?

Nos sentamos en un silencio algo incómodo hasta que él echó a reír.

—¿Qué? —Reí con él.

—Eres como una nena comiendo helado.

Yo rodé mis ojos. —Se supone que te gusto ahora que ya no soy una nena...

Ashton limpió mi boca con una servilleta y me miró, volviendo a dejar que el silencio se apoderara del momento, hasta volver a romper el hielo. —Sigues siendo una nena para mí.

Lo observé algo incrédula. Cómo se reiría Connor ahora...

—Hails, no quiero ilusionarte —confesó al fin.

Reí levemente y bajé la mirada.

—¿Acaso lo había hecho? —consultó, apenado.

Yo negué, aunque sí me había gustado sentirme así por un rato.

—A mí sólo me había gustado que alguien se fijara en mí —susurré.

—Hailey, sí que me fijé en ti —alegó, mirándome y atrayendo mi atención—. Pero, no te convengo. Sé que puedo lastimarte porque no quiero atarme a nadie hasta que aparezca la indicada. Eres una chica muy buena para obtener eso a cambio.

Mixtape #1, lado A {lrh} // EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now