Capítulo 5: El gato del diablo.

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     Al equipo Minato le habían asignado su primera misión: atrapar a una gata. La misión era de rango D, una simple gata perdida por culpa de la ineficiencia de su dueño. Se les dio una lista con las características del animal para poder reconocerla. Por lo visto, Tora era una gata marrón con una marca en su cabeza, además de un enorme y extravagante lazo rojo en la oreja derecha.

     El equipo se había repartido por el busque en tres grupos: Rin y Makoto, Kakashi y Obito y Minato por separado. Makoto procedió a hablar por el walkie-talkie.

     —Rin y yo ya estamos en el punto A y podemos ver al animal, cambio —dijo Makoto, pasando el turno de palabra al otro equipo.

     —Nosotros estamos ya en el B, Lo mismo por aquí, cambio —dijo Kakashi y pasó el turno a Minato.

     —Y yo en el C, en marcha con el plan, corto. —Al escuchar la señal de Minato, todos los ninjas se apresuraron a agarrar a la gata. Makoto llegó incluso a compadecirla en aquel momento.

     —¡La tengo, tengo a Tora! —exclamó Rin, pero el animal se escurrió entre sus brazos y Makoto lo atrapó en el aire.

     —Es ella, tiene el lazo —confirmó Makoto y acarició al animal, provocando que ronroneara.

     —¡Deja que la lleve yo! —Makoto le extendió la gata al Uchiha, pero esta enseguida empezó a arañarle. —¡Gata del diablo! ¡Para! —exclamó, moviéndose con vehemencia.

     —Para, Uchiha, la espantas —dijo la Senju.

     —Lo que la espanta es tu cara. —Makoto alzó una ceja y dejó escapar una carcajada sin gracia.

     —Así que es eso... ¿Quieres morir? —masculló ella, agarrándolo por su chaqueta.

     —No sé, dímelo tú —dijo Obito, agarrando la muñeca a la Senju.

     —¿Volvemos ya? —sugirió Rin, intentando aligerar el ambiente. Makoto soltó a Obito y agarró al animal. 

     —Será lo mejor, sí. —Minato sonrió a sus alumnos.

     El trayecto fue corto ya que se encontraban en un bosque a pocos metros de la oficina de misiones, donde se le entregaría el gato a su dueña. Al llegar, la Senju portaba el gato todavía consigo, cuando de repente, una mujer la arroyó y le quitó el gato de las manos. 

     —Oh, Tora, bonita mía, cuánto te he echado de menos —dijo la ama de Tora, apretujándola contra su pecho—. No vuelvas a hacerle eso a mamá.

     —Si yo fuera la gata también me escaparía —susurró Obito mientras sus compañeros fruncían el ceño, un tanto asqueados.

     —Yo me suicidaba —habló Makoto, mirando con pena al animal.

     —Esa mujer no tiene corazón, lo está asfixiando... —dijo la Nohara. Kakashi asintió.

     —Bueno, chicos, voy a entregar el informe de la misión, ahora vuelvo —comentó Minato para después retirarse.

     Rin y Obito empezaron a hablar, Makoto y Kakashi se miraban entre sí, a la Senju le parecía curioso el Hatake y viceversa.

     Minato regresó al cabo de unos diez minutos, venía con una sonrisa en la cara.

     —Es oficial, la primera misión del equipo Minato a sido un éxito —dijo Minato, posicionando su mano en el centro, Rin y Obito le siguieron.

     —Venga, Kakashi, Makoto. —Makoto se rindió ante las palabras de Rin y puso la mano encima de la de la Nohara. —Venga, Kakashi. —Al final, Kakashi aceptó, posando su mano encima de la de la Senju.

ANBU | Kakashi HatakeWhere stories live. Discover now