Capítulo #67| Haz bajo la manga

2.1K 276 13
                                    

-¿Quien te ha llamado?- no podia dejar de mirar la pantalla de mi móvil. Incluso cuando me acerqué a Christian.

-Ella. Quería saber como estaba Kate- mentí y sabia que más tarde debia llamarla para que me explicase como Carrick Grey sabe sobre su existencia cuando Christian cree que nadie a excepción de nosotros tiene conocimiento.

Sonrió al escucharme y paso el brazo izquierdo por mi nuca.

-vamos a casa.- empezamos a caminar por el pasillo, junto a Gideon, quien dio un paso atrás para poner distancia entre nosotros cuando intuye que necesitamos espacio.

-de hecho...-mis pasos fueron disminuyendo a medida que hablaba- quiero ir a comprar un obsequio para Kate.

-bien. Iremos...-le corto de tajo.

-en realidad quiero hacer esto sola.

Cabecea dubitativo.

-no es buena idea.

-como tampoco es buena idea que me acompañes. Al sitio que voy no se permiten testosteronas- bufo para tratar de convencerle y que esto no se convierta en una discusión que pueda desatar una guerra de grandes proporciones.

-Gideon irá contigo.-refuto

-no, iré en taxi.-mencione a la ligera encorvando los hombros.

-imposible y lo sabes.

-solo tardaré una hora y te llamaré cuando este en el centro comercial y luego cuando este cerca de casa.-propongo.

-sabes que hay un delincuente suelto que trato de matarte-dice con aire ironico.

-tendré mucho cuidado.- ya se que lo que digo no es suficiente, pero de verdad no quiero que me vea urgida por estar sola. Espero que entienda que necesito espacio, aunque no lo necesito realmente. Es retórico. Solo quisiera estar al lado de Kate, algo que no puedo hacer en estos momentos porque debe asimilar lo que ha pasado.

-¿en qué centro comercial?

No pensé que preguntaria eso. Todo menos eso.

-al Northgate-dije como ocurrencia tardía.

Sonrio maliciosamente.

-bien.

-¿solo bien?-y una idea casi surrealista vino a mi de golpe- no me digas que es...

-¿mío? Puede ser

¡Oh, maldito...!

-vale- dije en rendición.

Deposita un beso en mi frente ceñuda con una satisfacción surcando su rostro. Es diabolicamente astuto y eso lo hace más sexy. Suelto un resplido frustrado por el ingenio malévolo de mi novio.

Cuando cogí un taxi, él aún seguia allí, parado en la acera mirando como me alejaba. Me hace feliz como me cuida. Eso me hace entender que no soy la más paranoica de esta relación.

Le dije al taxista que pasara por Northgate, que me esperace media hora; momento en el cuál llamé a Christian como le prometí que lo haría. Tras salir despavorida del centro con un obsequio en mano le pedí que me llevara a la siguiente dirección. Le enseñe mi movil y asintio encendiendo el motor.

Veinte minutos más tarde pagaba la cuota y salía del coche observando efímera el alto portón que por alguna razón no habia avistado aquella noche.

El taxi se marcho quedandome sola en un inhóspito entorno. Tras unos segundos, que parecieron una eternidad, Carrick Grey se asomó por un pequeño portón, al lado del más grande.

-Señorita Steele, pase- me invita haciendose de lado para que pueda pasar. Avanzo rápidamente y cierra detrás de mi.- sigame. Caminemos un poco.

Coloca los brazos detrás de la espalda y empieza a caminar. Le sigo detrás lentamente con nerviosismo.

-no se preocupe, ella no esta en casa- avisa, calmandome un poco y sacando el aire que llevó acumulando desde que llegué.

-vaya hacia el punto señor Grey- farfullo.

-primero, llamame Carrick. Después de todo es posible que te conviertas en mi nuera.- rie al instante y yo me sonrojo en respuesta.

-miré Carrick no tengo tiempo para bromas- enfatice en la ultima palabra.

-ya se porque mi hijo se esta enamorando de ti

-su hijo no me... ama.-acabo de decir a los cuatro vientos mi mayor miedo. Peor, acabo de decir mis suposiciones acerca de lo que Christian posiblemente nunca sienta por mi delante de su padre y me avergüenza en demasía.

-no por mucho- dice con tanta confianza y seguridad que me aterra.

-¿porqué me esta ayudando? Sabe más que nadie que con esto, el que yo este aquí, podria estar hundiendo a su esposa.-o a mi y quiero entender los motivos que tiene, porque por más que lo intente, la posibilidad de que sea una trampa...símplemente ese pensamiento no me deja ir. No deja que la tranquilidad se apodere de mi.

-y lo que ella hace posiblemente hunda a toda nuestra familia- habla con seriedad y firmeza y el posible parentesco con Christian cuando esta en modo hombre de negocios es evidente.

A sus palabras le sigue un silencio atronador mientras escucho el sonido del pasto al caminar por un largo sendero lleno de flores de todo tipo y tamaño.

-tenga- un hombre calvo y con traje se aproxima a nosotros y me entrega un sobre manila rectangular y pequeño, seguidamente este desaparece- dentro de ese sobre estan las respuestas que buscas.

Un haz bajo la manga,-pensé fugazmente.

-entonces me iré- volví sobre mis pies hacia la salida cuando me toma de la muñeca y sin previo aviso me cubre con sus brazos.-¿Qué hace? Suelteme

-lucha por él- susurra en mi oido antes de dejarme ir.-hasta pronto Anastasia.-observo su sonrisa y camino hacia la salida con el corazón hecho jirones. Quiero alejarme lo más posible de esa casa. No aguanto más, necesito aire. Lo necesito a él...


Una vez que llego a casa-hoy por la mañana habiamos regresado a la Escala y sorprendentemente todo habia quedado impecable. Es como si nada hubiese ocurrido- después de una larga caminata me toma un tiempo en percartarme de la reunión muy elaborada que tienen Gideon, Jason y Christian sentados alrededor de la isla en la cocina, así como me toma otros segundos más darme cuenta que no le he llamado y que tal vez la hora que prometí se convirtio en unas cuantas horas hasta que se hizo de noche.

-¿Qué hacen?- dejo el obsequio para Kate sobre el sofa y oculto el sobre dentro de la misma bolsa de regalo. Christian, con un destello de rabia en los ojos, se levanta de su asiento y camina hacia mi.

Esto no puede ser bueno...

Mr. Grey (CEO #1) ©Where stories live. Discover now