Prólogo

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La imagen de portada y del capítulo no me pertenecen. Créditos a sus respectivos autores.

The Legend of Zelda: Ocarina of Time es obra original de Nintendo. Sólo hago esta historia por entretenimiento sin fines de lucro.

Esta historia sera relativamente diferente a la original, y tendrá spoilers y aspectos de otros juegos de la saga, especialmente Twilight Princess y Skyward Sword. Si no haz jugado estos, sugiero que des vuelta atrás. La pareja principal será el ZeLink, abstenerse de leer si les gusta la pareja.

Prólogo: Siete años bajo las tinieblas

Siete años... sí... tan pocos podría verse, pero tan largos según los que habitaban esta desolada y gris tierra, reino que antes, colorido y precioso, ahora tan apagado, en desgracia y funesto, resultante de la invasión Gerudo.

El reino se encontraba en una época obscura, una era tan terrible y pésima que ni siquiera los de espíritu más fuerte tenían el verdadero valor de su lado. Lo que una vez se conoció como el reino de Hyrule, era más bien un fantasma de su pasado. Aquellas verdes colinas, no lo eran más. Tan sólo un lugar de cadáveres uno encima del otro en pilas, cuerpos descompuestos por el tiempo y la naturaleza.

Nada era más triste que aquello. Hyrule estaba bajo la opresión del rey de las ladronas del desierto. Hacía siete años ese mismo hombre había jurado lealtad al reino de Hyrule, a su rey y a su gente. Pero... sus intenciones no eran otras más que hacerse con el tesoro sagrado del pueblo de Hyrule.

Aunque parecía no tener esperanza, algunos encontraban satisfactorio e incluso una parte iluminada de entre lo nublado del cielo que, a pesar de que el gerudo había encontrado la entrada al reino sagrado nunca pudo abrirla. Dentro de sí recaía el odio a la doncella que con decisión, a sus cortos nueve años de edad, había frustrado sus planes de encontrarse con aquello que en la guerra civil de años atrás se buscaba: "La Trifuerza" símbolo de la familia real, un poder omnímodo dejado por las mismas creadoras del mundo y del tiempo, que obsequiaba un deseo a quien la obtuviera. Sólo a los mortales se les podía conceder el deseo a voluntad.

Mientras este la buscaba con frenesí, la doncella estaba escondida entre las sombras más profundas.

¿Qué habrá sido del paradero de la princesa del caído reino de Hyrule?

Sólo las diosas sabrán...

La redención de HyruleWhere stories live. Discover now