S e c r e t o s. // vharem [PAUSADA]

IV

Lentamente abrió sus ojos, y por reflejo, puso su mano en el punzante dolor que sentía en su cabeza.
Todo daba vueltas, y no podía enfocar bien su visión.
- ¿Dónde-. Intentó formular una pregunta, pero su garganta seca y voz ronca lo detuvo.

Poco a poco sus sentidos se afinaron hasta poder ver los rostros de sus compañeros mirándolo con una expresión difícil de descifrar.
Sus ojos reflejaban preocupación y decepción, pero sus ceños fruncidos y posado serio hizo que un escalofrío recorriera el pequeño cuerpecito de tae.

"¿Estarán enojados?"

No decían nada.
Ni siquiera un "¿estás bien?" o un "estábamos preocupados".
No hacían nada.
Ni siquiera darle un cálido abrazo que envolviera su frío y frágil cuerpo.

"Frío..."
Al notar esa extraña y, a la vez, habitual sensación, se intentó levantar lo más rápido que pudo.

"¡¿Pero que...?!"
Se encontraba tumbado en el sofá del departamento que compartían, pero eso era lo de menos.
Su piel pálida y demacrada se encontraba desnuda, solo cubierta por su ropa interior. Y todas las vendas manchadas de un color rojizo estaban expuestas.

Se intentó cubrir rápidamente con el cojín que estaba a su lado, pero ese movimiento hizo que rozara sus recientes cortes y un pequeño grito de dolor escapara de su boca.

Un repentino miedo lo invadió, bloqueando su mente que solo le repetía: "todo está acabado".
.
.
.

- Tenemos que hablar.