Qué hubiera pasado si los kuran tenían dos hijas y no una?.
Ella es, sorprendentemente, seis meses menor que yuki, ella fue criada por los sirvientes, sus padres al ver sus ojos pensaron que seria igual que su tío: rido, ellos la ignoraron y ese fue...
Los dos jóvenes siguieron caminando de la mano hasta llegar a la habitación de zero.
Haruna cerro la puerta e hizo que el albino se sentara en la cama, ella fue al baño y mojo su pañuelo para luego volver y limpiar la sangre en la boca, torso y mano de zero, el cual tenia la mirada gacha tapada por su flequillo.
-no tienes que hacerlo -susurro a duras penas.
-lo hago porque quiero no por obligación -contesto la cross sin mirarlo.
El albino aún no entendía nada, todo había pasado tan rápido, nunca antes le había pasado algo así, la sangre de haruna era inexplicable, zero tenia la certeza de que si hubiese bebido de yuki se hubiese podido controlar pero con la sangre de haruna era diferente, con ella no se podía controlar, quería más y más.
El cazador no entendía por qué lo ayudaba, ellos nunca hablaron, nunca fueron cercanos, eran prácticamente desconocidos.
-listo -dijo haruna levantándose.
Pero al ver la mano de zero, el cual apretaba fuertemente su puño por no poder controlarse anteriormente, lastimando su palma en el proceso, suspiro mentalmente para luego agarrar la mano del albino y enredar su pañuelo alrededor de la herida.
Al ver que el albino no le respondió, cerro sus ojos y levantó su mano con lentitud para darle un zape con fuerza haciendo que el cazador quede sorprendido.
-qué te crees que haces? -dijo con el ceño fruncido y sobando su nuca por el golpe.
-deja de lastimarte -dijo ignorando su pregunta y caminando hacia la puerta- cuando lo necesites, te daré mi sangre, no lo dudes -miro con una pequeña sonrisa al cazador y cerro la puerta.
-qué? -susurro el albino en shok, si antes estaba confuso, ahora peor.
Aunque sin siquiera notarlo sus mejillas, al ver la leve sonrisa de haruna, tenía un pequeño sonrojo.
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Haruna camino hasta llegar a la oficina del director. El cual la estaba esperando sentado. Al entrar lo miro y él a ella, los dos mantuvieron la mirada fija sin mirar hacia otro lado y con una gran seriedad.
-haru tan!!!! - grito el director saltando para abrazarla pero ésta se agacho y él se estrello contra la puerta. Al levantarse empezó a hacer un berrinche por toda la oficina -haru tan no seas mala, abraza a tu padre! -dijo abriendo sus brazos esperando que ella lo abrace pero lo miro con indiferencia haciendo que el cazador llore en una esquina emo.
-to san, me quedare por un tiempo, no sé cuanto, ya que por ahora no tengo proyectos a los cuales asistir.
Kaien se levanto y camino hacia haruna, ella lo miró y él le acaricio el cabello sonriendo con suavidad.
-me da gusto volver a verte hija -dijo sonriendo, ella agacho la mirada sonrojada pero a sorpresa del cazador lo abrazo.
-tadaima to san -susurró sin mirarlo. Él sonrió con suavidad y le devolvió el abrazó.
