Capítulo 25

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AMBER.

Estoy tumbada sobre el hombro de Nathan en total silencio. Llega a ser reconfortante. Después de un par de besos nos hemos tirado a la cama y nos hemos quedado abrazados. Creo que Nathan se ha quedado dormido. Entonces me pongo a pensar. ¿Qué es esto? ¿Que tenemos? ¿Estamos saliendo o solo soy su pasatiempo? Me empiezo a agobiar.

Me levanto de la cama sin despertarlo y bajo a la cocina. ¿Qué hora es? Ya está atardeciendo. Cuando llego a bajo me encuentro con Clarie.

---Hola---Me dice en cuanto nota mi presencia.

---Hey---Me acerco a la nevera y saco una botella pequeña de agua.

---He visto el coche de Nathan aparcado en la entrada de su casa...---decide decirme al cabo de unos segundos. Me lo dice de tal manera que es como si tuviera miedo a mi reacción.

---Lo sé. Está en mi cuarto, durmiendo---Le digo sin más. Abre los ojos como platos y deja caer la magdalena que se estaba comiendo al suelo. Qué dramática.

---¿Qué?---No se lo cree.

---Que está durmiendo en mi cuarto---Me encojo de hombros y cojo una manzana. Pestañea un par de veces.

---¿Nathan está en tu habitación?---repite incrédula.

---Ajam---Le doy un bocado a la manzana y se acerca a mí.

---Dios mío. ¿Te has acostado con él?---Me grita pícara, pero en un tono bajo. Empiezo a toser, tanto que casi me atraganto con el trozo de manzana.

---¿Qué? Por dios Clarie. No, no me he acostado con él. Seguro que me dolería...---Digo graciosa mientras me río y Clarie abre los ojos como platos.

---Amber...---Pone cara de horror. Por favor que no esté detrás mía, por favor que no esté detrás mía... Clarie mira por encima de mi hombro mientras intenta no partirse el culo de la risa. Me giro.

Nathan está apoyado en el umbral de la puerta mostrando su gran sonrisa. Va sin camiseta y tiene el pelo alborotado.

---Así que te dolería, ¿eh?---Me dice sin dejar de mostrar su ridícula sonrisa y se acerca a mí. Me muero de vergüenza. No respondo. Se pone detrás mía y pasa sus brazos por mi cadera, acerca sus labios a mi oreja y me susurra---Podría hacerte sentir cualquier cosa menos dolor, nena---Esa frase hace que se me erice la piel y se me seque la boca en cuestión de segundos. Me muerdo el labio y Nathan entierra su cara en mi cuello y comienza a besar lo y proporcionarle pequeñas mordidas que posiblemente me dejen marca.

---¿Hola? Que sigo aquí---Clarie mueve su mano de un lado a otro y capta nuestra atención. Bueno, no del todo. Nathan no se molesta en desenterrar su cara de mi cuello, solo emite un gruñido y le saca el dedo corazón a Clarie.

Nathan insistió esa noche en quedarse a dormir, a mí, no me parecía bien. Así que lo saqué al balcón y lo encerré. Me puso una cara de: ¿En serio? Y saltó de nuevo a su balcón. Esa noche no dejé el balcón abierto. No podía darle el privilegio de que cayera en la tentación y que me arrastrara con él. A pesar de que estuve dando vueltas y vueltas en la cama durante horas, a pesar de que realmente deseaba que durmiera conmigo... No se lo podía permitir. Nathan está acostumbrado a que las chicas se quiten las bragas nada más verle. Pero yo no era una de esas chicas, estuve cerca, pero no. Una pequeña e insegura parte de mí piensa que Nathan es puro fuego y solo busca gasolina, que solo me quiere para el sexo. Pero yo no soy un juguete, me cansé hace tiempo de que me tiraran cada vez que me rompía.

La luz procedente de mi balcón me ciega a la vez que me despierta. No puede ser. La puerta del balcón está abierta y cuando lo veo todo más claro, observo que las clásicas jordans blancas de Nathan están tiradas en mitad del suelo de la habitación, junto a su camiseta. Miro la hora en mi móvil; Las 9 y media de la mañana. Me levantaría, pero ¿Quién en su sano juicio se despierta un viernes, en vacaciones y en pleno Julio a las 9 y media de la mañana? Yo. Pero ahora no tenía ganas. Me tiro de nuevo en la cama y oigo como alguien se acerca a la puerta de mi habitación y entra. Nathan aparece por la puerta sosteniendo una bandeja con comida y una sonrisa que me derrite. Va descalzo, con el pelo revuelto y sin camiseta, dejando a la vista la marca de bala y las múltiples heridas que le intenté curar ayer. Aún tiene mucho que contarme.

Nathan deja la bandeja en mi escritorio y se sienta junto a mí en mi cama.

---¿Pasa algo?---Me pregunta.

---¿Qué te pasó?---Paso mi mano por su torso desnudo, delineando cada herida, incluyendo la herida de bala.

---Tuve una pelea---Me dice sin más.

---Una simple pelea no causa esto...---Pongo mi dedo índice en la herida de bala y me muerdo el labio para no llorar.

---Fue algo muy fuerte, yo... En verdad no me acuerdo ni de la mitad de las cosas. Iba muy borracho. Alguien tenía una pistola, la pelea se desmadró y acabé en el hospital con un tiro en el pecho y heridas grabes. Pero ahora estoy bien, en serio. ¿Quieres desayunar?----Cambia dramáticamente de tema, y sé porque lo hace. No es porque le incomode hablar sobre lo que pasó o porque no quiera recordarlo... Sé que me oculta algo, pero de momento confiaré en él.

---Claro---Le muestro mi mejor sonrisa y aclaro mi garganta.

---Por lo que veo, ya no estás con Aiden...---Me dice mientras desayunamos en mi cama.

---No. Lo dejamos hace un tiempo. Fue lo mejor----Me encojo de hombro y evito pensar en lo desagradable que fue cuando le dije que necesitaba tiempo para mí. Una parte de mi le echa de menos. No se aprende a querer en un día y a olvidar en 2. Todo lleva su tiempo.

Nathan no dijo ni una palabra más, lo que se me hizo incómodo. Yo tampoco me molesté en hablar. Cuando terminamos de desayunar, Nathan lo recogió todo y lo bajó a la cocina mientras yo buscaba algo que ponerme. Me quité la ropa y empecé a rebuscar en mi armario. Seguía en ropa interior cunado Nathan pasó a la habitación.

---¿A caso quieres matarme de un infarto?---Me dice con esa ridícula y sexy sonrisa mientras se acerca a mí.

---¿Por qué lo dices? solo estoy buscando algo que ponerme---Le digo divertida mientras rebusco en mi ropa sin prestarle atención.

---Puedo ayudarte---Pasa a mi vestidor y comienza a rebuscar en mi ropa. Me quedo apoyada en el umbral mientras observo como busca algo de ropa---Podrías ponerte esto---Me enseña unos shorts que me he puesto únicamente una vez por que se me veía todo el culo, una camiseta transparente de un color oscuro que es más para arreglar y también veo que ha cogido un sujetador y un tanga gris de Calvin Klein. Que sutil.

---Por dios Nathan. ¿De verdad pretendes que me ponga eso?---Comienzo a reírme.

---¿Por qué no? A mí me encantaría verte así a diario---Sonríe.

---Claro. A ti, al otro vecino, al chico bueno del súper, y al del bus...---Empiezo a enumerar con los dedos y la expresión de Nathan cambia de repente. Parece indignado.

---Ja-ja muy graciosa---Deja la ropa donde estaba y comienzo a reírme.

Se acerca a mí y me besa, cogiéndome de la cadera. Puedo notar como sonríe en mitad del beso y eso me transmite tranquilidad. ¿Cuánto va a durar esta tarde de flores y colores rosas? Mi parte insegura sigue advirtiéndome que esto es mala idea.

intenta no llamarme amor.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin