First day of gym

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—¡Argh! —me quejé abriendo la puerta de mi departamento —No puedo creer que nos explotaras así en nuestro primer día.

—No fue tan malo como pensaba
—Jimin gimió de dolor sujetándose la pierna, y dejándose caer en el sofá.

—Pero si te dio un tirón nada más terminar. —soltó Jeon apareciendo en la sala con mi ultima paleta de helado.

Dios, se gana mi odio...

—Pues imagínate lo mal que pensaba...

—Jajajaja, hyung tenías que hacer ejercicio urgente.

—...sobretodo teniéndote a ti como entrenador personal. —silbé impresionada ante el comentario malicioso por quien menos lo esperaba.

—¡Aaah! ¡hyung!

Reí completamente satisfecha.

Jimin seguía serio sujetándose el tobillo, parecía preocupado.

Busqué con manos temblorosas la pomada para dolores musculares que, probablemente, después también yo me untaría, por todo el jodido cuerpo.

—Jungkook, se útil y ayúdalo.
—escupí lanzándole la crema que atrapó hábilmente.

—Prácticamente lo traje aquí, hazlo tú. —me la devolvió y no conseguí atajarla.

—Entonces fuera.

—¿Qué?

—No te invité a mi casa, ni a un helado, me robaste dinero y me explotaste. Fuera.

—Subin... —suplicó en tono lastimero, haciendo un puchero con lo que quedaba de helado en su labio inferior.

Como si eso funcionara conmigo.

—No lo voy a repetir.

—Jimin-hyung te va a pagar y lo hice por una buena causa.

Le dediqué una mueca inexpresiva, cruzada de brazos y entendió el mensaje.

—Está bien. —suspiró cansado, observando el techo —Un día me lo agradecerás noona.

Se atrevió a desordenarme el pelo antes de salir corriendo sonriente. Si no estuviera tan hecha polvo lo habría matado en el mismo instante y se aprovechó de eso.

—¡Hasta mañana!

—¡No vengas! —gritó Jimin y no pude estar más de acuerdo.

Sonreí.

—¡A la misma hora en el gym!

—Ugh. —noté que ese ruido no sólo salió de mi ser y giré a verlo, algo sorprendida.

—¿Qué? ¿ya te estas arrepintiendo?

—Un poquito, la verdad. —reímos.

—¿Dónde quedó todo ese entusiasmo?

—En el momento en que el mocoso empezó a fardar. —dijo acariciándose el gemelo.

—¿Duele mucho?

—Algo. —extendió la mano, yo le di la crema y comenzó a echársela. —¿Tú qué tal?

—Creo que voy a morir de dolor. —me dejé caer en mi alfombra, él rio.
—¿necesitas algo más?

—Sobreviviré, pero no sé si mañana Jungkook lo hará. —reí de nuevo
—oh, sí ¿me das agua por favor?

—Sí, no sé quién lo matará antes si tú o yo. —le seguí la broma, mientras me levantaba entre quejidos.

Cogí el vaso, abrí la nevera y cuando fui a agarrar la jarra de agua un tirón que no esperaba me hizo alzar la voz. Oí un trote irregular por el pasillo y Jimin apareció cojeando por la puerta.

—Agh, estamos hechos polvos ¿eh?
—le sonreí apretándome el hombro.

—¿Qué te pasó?

—Nada, un tirón, como tú.

—Déjame ver. —bajó el grueso tirante de mi camiseta sin esperar mi respuesta y palpó la zona.

Me quejé. Luego movió delicadamente mi brazo.

—Creo que podrás trabajar hoy.

—Eso espero, ahora que tengo una deuda por ese estúpido tendré que hacer turnos extras.

—Subin, te prometo que-

—Lo sé Jiminie, no te preocupes por eso, me puedes ir pagando a tu ritmo, sólo exagero. —él se apoyó en la mesa mirándome.

—¿Subin... puedo quedar aquí contigo? —lo miré confundida sintiéndome rara —No creo que pueda caminar aún.

—Oh, claro que sí. —él se sirvió el agua mientras sacaba su teléfono. Yo le acerqué el banquito de la cocina y se sentó.

¿Sí?

—Oh, noona-

Jiminie, llamame por mi nombre, pero shhh, no se lo digas a los demás, se pondrán celosos. —él soltó una risita floja y lo miré con atención.

—De acuerdo, noo- Jiwoo. Argh, no puedo noona. —la chica al otro lado de la línea rio.

Jiminie, eres adorable. —él se sonrosó y no pude no coincidir con ella.

—Woo-noona, no podré ir hoy, tengo la pierna un poco mal. Será mejor que no la fuerce, no quiero lesionarme de verdad.

Oh, está bien Jimin, descansa y recupérate pronto, yo le digo. ¿Te pasó algo?

—No, noona, empecé a ir a gym y bueno, creo que con los ensayos y eso me pasé.

Nuestro Jiminie se está poniendo en forma ¿eh? ¿Hay una chica? ¿O lo estás haciendo para impresionar a tu noona?

Eso fue suficiente para darme cuenta que debía dejarle su intimidad, así que empecé a caminar hacia la puerta mientras él me miraba con la cara tapada con el dorso de su mano, completamente enrojecido.

—Bueno... eh, yo... —oí la delicada risa de la chica a través del aparato antes de salir.

Vaya, así que, no son imaginaciones mías. De verdad todos se están echando pareja.

Y yo me estoy quedando atrás, muy atrás.












Current mood, por eso esta historia existe, y sí, estoy empezando a hacer ejercicio, lo demás es ficción. Será de capítulos cortos en su mayoría, pero no descarto que hayan más largos según la historia lo requiera.

Gracias por darle una oportunidad a la historia, porfa no olviden votar y comentar si les gustó, me ayudan mucho en verdad.

Nos leemos dentro de poquito. Tengan un gran día.

Eating: pan con nutella, porque mi hermana se acabó los cereales :'v

Listening: She's a baby - Zico

Rose.

̶̶ ̶f̶̶a̶̶t̶ Fit Girl ¦ EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora