4. Bad day.

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-Está enfermo- dijo Dave, lacónico igual que siempre pero esta vez en un tono amargo nada usual en él.

-Enfermo estoy yo, de soportarlo- respondió Damon visiblemente airado, dando zancadas por la habitación.

-Te digo que está muy enfermo. ¿Qué no lo ves?- insistió Dave y sonaba como la mismísima voz de la sensatez.

-Dave, Dave...Por todos los santos. ¡Tú lo viste!- gritó Damon, acumulando furia.

-Todos lo vimos, Damon. Nadie pone en duda lo ocurrido- respondió con la serenidad que, ahora más que nunca, hacía tanta falta.

En la estancia contigua, el médico hacía su faena. De a ratos podía escucharse el siempre intimidante sonido del instrumental.

Alex permanecía silencioso en un rincón del cuarto. El rostro adusto y preocupado, el cuerpo ovillado en un pequeño sillón. De a ratos, soltaba furibundas miradas en dirección a Damon.

-Esto no puede continuar así. No podemos seguir siendo sus niñeros...¡Si hasta le hemos puesto un cuidador!

-Creo que sigues sin comprender, Damon- dijo Dave poniéndose él también de pie- Creo que no dimensionas lo serio que es.

Damon lo miró de soslayo, iracundo. Y Dave prosiguió con calma.

-Este es el precipicio- graficó poniendo su mano de canto- Y este es Graham- su dedo índice y mayor improvisaron la figura de un hombrecito, de pie sobre el filo de su mano, tambaleándose peligrosamente a la vera del abismo. (1)

Alex suspiró con desánimo. Damon pareció reflexionar ante la contemplación de la imagen que ofrecía Dave.

-¿Cuánto más podremos lidiar con esto?- pensó en voz alta.

-El punto es cuánto tiempo podrá lidiar él con esto- acotó Dave.

-Arruina nuestra reputación, nos avergüenza frente al mundo- insistió Damon preocupado casi exclusivamente por el incidente que había tenido lugar hacía cerca de una hora.

Fue el colmo para Alex que reaccionó de súbito.

-¿Y qué se supone que harás al respecto, Damon? ¿Arrojarlo por el retrete? ¿Desecharlo como un trasto que ya no usas?

A Damon le pareció que Alex había enfatizado intencionadamente sus últimas cuatro palabras. Y en efecto, lo había hecho. Y sólo por si no quedaba claro, añadió.

-Lo has usado a tu antojo, en todos los sentidos posibles. Ahora te estorba.

-Alex, mira...- Damon estaba ya listo para explicarle por qué su larga relación con Graham no era un asunto de su incumbencia pero el bajista lo interrumpió.

-Sólo diré una cosa, Damon. Si él no recibe, aquí y de nosotros, el apoyo que necesita y se merece...si haces el más mínimo movimiento para que Graham decida irse, entonces Damon yo también me iré.

Y acto seguido increpó a Dave con la mirada, en busca de que el miembro más sensato del grupo saliese en su respaldo. Como de costumbre, el baterista no rehuyó el problema.

-Supongo que ante una eventual salida de Graham y Alex, mi partida sería casi irrelevante...pero aún así, no seré cómplice de que se le abandone a su suerte- sentenció.

-Yo jamás dije...- se escudó Damon mirando el suelo. Pero Dave lo interrumpió.

-Mira Damon, no tiene caso seguir discutiendo esto. El médico está ahora con Graham. Confiamos en que todo estará bien. Lo otro...lo otro ya está hecho. Lo mejor y lo único que puedes hacer es hablar con esos dos y usar tus dotes persuasivas para obtener la discreción que el asunto requiere. Punto.- Dave sonaba pragmático, como siempre. E imperativo, como nunca.

(1) Esta lúcida imagen con que Dave representa la gravedad del alcoholismo de Graham puede verse en el documental "No Distance Left To Run", casi a continuación de la mentada escena del beso entre Albarn y Coxon. Para entonces nadie ignoraba sus problemas con la bebida pero parece haber sido Dave quien más tempranamente y con mayor claridad divisó la seriedad del problema. Para quien no lo haya visto o no lo recuerde, ahí va el link.

https://www.youtube.com/watch?v=gk13XWyjgbw

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