Stiles Stilinski se siente abrumado por todas las cuestiones que vive como adolescente. Esos cambios bruscos en las hormonas, esos secretos que poco a poco emergieron como espuma en agua que lo sumían en una depresión casi total, sin embargo, encuen...
Estoy super mega ultra FELIZ porque esta mañana decido entrar a Wattpad y veo esto:
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¡El Fanfic está en el puesto #76 en el ranking PARANORMAL! De verdad que me puse tan feliz que estuve gritando desquiciadamente en mi habitación. ¡Y todo esto es gracias a ustedes!
Como agradecimiento estoy tratando de actualizar cada capítulo lo más pronto posible. Tal vez sea por el puesto que se ha ganado el Fanfic o simplemente he tenido un súper ataque de inspiración, pero no he parado de escribir.
¡Solo chéquense lo que se viene!
Muchas gracias por leerme y por seguirme, leo cada uno de sus comentarios y me atasco de risa hasta las lágrimas; en serio, me alegran el día 😄😄😄
Un detalle: he visto últimamente que Wattpad hace lo que se le viene en gana y ya me estresó que cuando publique el capítulo el guión largo pasé automáticamente a ser guión corto. No sé ustedes, pero a mí me es fastidioso leer un Fic que esté escrito de esa manera por lo que opté por usar dos signos cortos seguidos (--) a fin de evitar ese problema.
Sin más largas... ¡Empecemos a leer!
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Stiles abrió los ojos de golpe con la respiración alterada. La cabeza le dolía bastante y sentía que todo a su alrededor le daba vueltas.
¿Qué hacía? ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado?
Intentó recapitular… se encontraba en una cama pero no reconocía la habitación, pero el aroma sí. Era un olor a medicina tan nauseabundo que a su mente llegó un nombre: "hospital".
Se estremeció, y lo único que confirmó donde se encontraba fueron las máquinas detrás de su cama. Sí, estaba en el hospital. De nuevo.
Poco a poco recordó. Lluvia, gritos, Lydia. Dolor y sangre. Stiles se llevó las manos a la cabeza y se sorprendió de tener unas vendas alrededor de su cabeza.
Lydia…
¿Dónde estaba ella?
De seguro aquí, en el hospital igual que él.
Se puso de pie e intentó caminar a la puerta pero un tirón doloroso en la muñeca lo detuvo pues tenía inyectado un suero. Con una mueca se arrancó los tubos y antes de que llegara a la puerta una voz lo detuvo:
--Sé a dónde vas.
Era una voz femenina, pero Stiles no la reconoció.
El chico escudriñó entre la oscura habitación y logro identificar una silueta postrada en un sillón. Esta se puso de pie y dió unos pasos al frente.