L o v e

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Bar, miraba encantada el restaurante al que la había llevado su pareja, una hermosa vista al atardecer en el mar era su campo de visión. Sergi se encargó de buscar un lugar especial, y sin duda era ese.
Acarició los brazos de su novia y besó su mejilla.

"La tiburoncin está bien,disfruta de esto" sonrió, de una manera encantadora para Bar. Le devolvió la sonrisa.

"Solo no lleguemos muy tarde, por favor" Sergi tomó asiento a su par y tomó una de sus manos.

"No soy él, Bar" musitó nerviosamente, mientras jugaba con sus uñas acrílicas. Ella lo miró "no soy así, no tienes porque pedirme las cosas de esa manera, no te obligaré a nada y no quiero que te sientas incómoda" depositó un beso en su mano y siguió con sus caricias.

"Sé que no eres él... no me gusta hablar de eso, Sergi" murmuró incómoda. Volvió su vista a los tonos rosas que brindaba el atardecer y el reflejo de la tenue luz del sol sobre el mar.

"Te amo" susurró con una leve sonrisa. Bárbara lo escuchó perfectamente, ella también sonrió. Giró para verlo directamente a los ojos. El celeste de éstos era profundamente tranquilo, capaces de brindarle toda la paz del mundo. Sergi podía opinar exactamente lo mismo.

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"Tranquila, Storm" susurró Bar a su pequeña bebé. Ella estaba muy intranquila, removiéndose en brazos de su madre. Barbie la miró fijamente durante unos segundos, pues, la pequeña sin duda tenía la misma mirada de Santiago que tanto deseaba evitar el resto de su vida. Negó levemente y sentó a la pequeña en la arena. Con obvia ayuda de su parte, pues Stormi no tenía el suficiente equilibrio aún.

"Acá están, mis guapas" sonrió Sergi tomando asiento a su par en la arena. Un ramo de rosas color rosa posaba en el regazo de barbie, sonrió encantada nuevamente.

"Gracias, mi amor" con su mano libre, acercó el rostro del español al de ella. Unió sus labios en un lindo beso, el cual terminó al escuchar un pequeño quejido de Stormi.

"Creo que alguien está celosa" sonrió, acostó a la pequeña en su regazo y colocó una pequeña pulsera en su muñeca. Bar la miró con atención, sus lindos y llamativos colores resaltaban bastante, seña de ser tejida a mano por los vendedores del lugar. Además de eso, tenía un pequeño dije, con la forma de una familia, un papá, una pequeña y una mamá. "Aquí tengo otra para mamá" sonrió y tomó el brazo de Bar, poniendo la otra pulsera en su muñeca "Y yo ya estoy listo" rió mostrándole su pulsera ya puesta a la bebé. Ella sonrió.

"Gracias, Sergi" sonrió, se acercó más a él y recostó su cabeza en su ancho hombro. Sonriente, miró las tres pulseras, ambas idénticas y con él mismo dije. Una pequeña unión familiar.

"¿Sabes? Incluso he pensado en un pequeño tatuaje, justo aquí" señaló un poco debajo de su muñeca "con las iniciales de ambas" Bar sonrió, mirando a su pequeña, quien sonreía sin parar, moviendo sus piernas.

"Me encanta la idea" musitó feliz, tratando de no escucharse como una loca emocionada. "Esperamos un poco más, y me hago el tatuaje contigo" explicó la situación del parto reciente.

"Las amo mucho, Bar" murmuró con su voz tan sincera, tanto que incluso ella lo notó. Acarició la mejilla de la pequeña que descansaba en su regazo.

"Te amamos incluso más" sonrió, uniendo sus labios en un beso.

I n s t a g r a m  || Sergi Roberto ||حيث تعيش القصص. اكتشف الآن