Capitulo 4

7.8K 1.2K 107
                                    

Lavó mi boca y mojó mi rostro, al incorporarme tia Maruca sigue de pie observandome con preocupación.

— niña, sigues mal de tu estómago — suspira — ve a recostarte, te preparé un té para que te asiente el estómago.

Pasó junto a ella y me siento culpable por que ella piensa que estoy enferma.

Papá viene caminando con Alejandro, pasó un mechón de cabello detrás de mi oreja y bajó la mirada, él era un hombre muy guapo y aún no entendia por que él seguia en casa.

— pastelito, Alejo ya se va — papá nunca se sentó a conversar con Paul, él sólo se sentaba en la mecedera con su radio, a cierta distancia nuestra.

— nos vemos Agustina — sonríe y yo me he quedado embobada.

— ¿Pastelito? — salgo de mi ensoñación y siento mi rostro arder pero Alejandro no demuestra ningún gesto de burla.

— que te vaya bien Alejandro — me siento una total torpe, las palabras han salido atropelladas.

— gracias Agustina Palacios — mi nombre, usado toda mi vida para burla en el pueblo, este momento no me causo aprensión,no, para que les miento, en los labios de este súper hombre... si, súper hombre, Alejandro Blanco en dos dias a demostrado que aún existen hombres buenos... y re buenos, bueno a lo que iba... extiende su mano grande, asi que estrecho la mia y sonrió.

Lo veo marcharse, suelto un suspiró, la mujer que tenia Alejandro que se contará dichosa, bendecida, estaba segura que era un buen esposo.

Alejandro

— ¿Qué deseas Oscar?— sirvo un vaso de agua que me llevo a los labios con mucha lentitud.

— sólo pasé a saludar — se ha encogido de hombros mientras se sienta — ¿Cómo has estado?

— bien cómo puedes darte cuenta — Oscar sonríe.

— ¿No has cambiado de opinión acerca de regresar a tu estudio?

— no — me dejo caer en el sillón y lo observó — ¿En qué te afecta donde esté trabajando?

— tus empleados están un poco nerviosos.

— no les ha faltado su sueldo — apoyó mis codos en mis rodilla — eres mi abogado y amigo, pero siento que estás interfiriendo en mi vida privada y eso no me agrada.

Oscar se pone tenso y se acerca para sentarse frente a mi.

— soy tu amigo y me preocupó por ti

— ya te dije que estoy bien — me pongo de pie pero me detengo — ya que estás aquí, necesito que investigues la situación económica de Ricardo Palacios, no te será difícil encontrarlo por que vive en el pueblo las Flores.

— ¿Investigar? ¿Pasa algo?

— Oscar, sólo te pido que si quieres conservar tu empleo no te metas, sólo haz lo que te pido, voy a revisar unas cámaras que recién compre.

Salí de la sala a mi estudio.
Queria ayudar a Ricardo Palacios, aunque no sabia cómo, ya que él se veia que era un hombre correcto y no aceptaria ayuda de nadie.

Al entrar al estudio sonrei al ver aquella foto que estaba en la pared, ella sonreia... su primer sonrisa después por todo lo que pasó.

— señor — me giró a la voz de Julia, la muchacha que trabajaba en mi casa — su madre llamó, que le devuelva la llamada.

— gracias — respondi y me acerqué a la mesa que habia en el centro del estudio, ahi tenia las fotos que más me habían gustado, pase mi mano por el vidrio y sonreí. Recordaba cada dia que las había tomado, fueron dias felices, únicos.

— Alejo — apretó los puños al escuchar su voz, mi mente estaba haciendome una mala jugada otra vez, respiro profundo y exhalo.

Agustina

¿Cómo estás? — Melissa entra al salón un poco apresurada, corre a guardar su bolso y regresa ya más tranquila.— me he retresado, me fui tarde del salón y me dormí está mañana.

— ¿Por qué te fuiste tarde?

— la muy tonta se queda a hacer tu trabajo.— responde una de las chicas que está maquillandose — es tu obligación.

Muerdo mi labio y miró a Melissa quién le ha hecho mala cara a la chica... creo era Betty.

— no debes meterte en mis asuntos — le respondió Melissa — ¿Cómo sigues Agus?

— mejor... yo tuve una intoxicación por alimento.

Betty rie y me observa de arriba hacia abajo.

— si comes como marrano, lógicamente te enfermas.

— ¡Callate Betty! No seas ignorante, la intoxicación se da por que prepararon mal el alimento y está contaminado.

— tu dirás cualquier cosa por está chica, no entiendo por que la defiendes — se encoge de hombros y se dirige donde están las otras chicas.

— lamento todo esto Melissa, hoy te irás temprano, ya estoy aqui, gracias por ayudarme en el trabajo.

Ella se acerca y me sonríe.

— puedes considerarme tu amiga Agus — se separa de mi y se dirige a atender a las primeras clientas, con una sonrisa me dirijo a limpiar la puerta de vidrio.

Por un momento miró alrededor para no ser tan obvia que estaba pendiente del estudio de Alejandro.

Suspire por que el rótulo de cerrado seguia puesto, quizás hoy no iba a trabajar.

El dia fue un poco ajetreado ya que me esmere en limpiar bien todo el salón.

Por la tarde ya el salón tenia menos clientela asi que me tome un descanso, salí a caminar por el centro comercial, me dejé caer en una banca para observar a la gente que iba y venia.

Solté un suspiró y pasé mi mano por mi cola de caballo que ya tenia algunos mechones de fuera, me solté el cabello para sujetarlo mejor.

— tienes un precioso cabello Agus — Melissa pasa su mano por el — deberías usarlo más a menudo suelto.

— yo... me siento mejor asi.

— deberias variar Agus, antes de marcharnos te haré un bonito corte para que lo uses suelto.

— gracias Melissa pero me arreglare el cabello cuándo baje de peso.

Ella se queda en silencio y desvia la mirada hacia la gente.

— ¿No crees que baje? — ella me mira con el ceño fruncido.

— eres muy bonita Agustina, no entiendo por que tratas de esconderte.

— ¿Bonita? Eres una gran amiga, por eso me miras bonita.

— desde el primer dia que llegaste al salón me di cuenta que eras bonita y no era tu amiga, tienes una belleza natural.

Bajó el rostro y cierro los ojos.

— gracias Melissa.

— debo irme, sólo me cercioraba que estabas bien.

— siempre quise saber lo que era tener una amiga y me alegra que seas tú.

Ella sonrió y se marchó.

— ¿A que horas sales? — Alejandro se está sentando junto a mi.

— a las 6 — él asiente y estira sus piernas.

— yo te llevaré ¿Aún está tu papá en la ciudad?

— si — él asiente.

— ¿Qué almorzaste?

— un sándwich — enarca una ceja.

— ¿Segura Agustina?

— si, yo me comí un sándwich.

— bien, a las 6 pasó por ti — se levanta y se dirige hacia su estudio.

— pronto estaré delgada Alejandro y te fijarás en mi — murmure.

——————
Kgerals🌼

Esta soy yo y ¿qué? © [Completa en Litnet]Where stories live. Discover now