"Cumpleaños feliz"

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2 de enero de 2019

Estaba sentada en su cama esperando a que él contestara su mensaje y tener la suerte de hablar un poquito como estaba acostumbrada cada noche cuando se separaban. Hundida en sus pensamientos y mirando a un punto fijo, recordó la noche de fin de año en la academia con él y todos sus compañeros, ojalá pudiera volver atrás, aunque la celebración del nuevo año con sus amigos de fiesta en Pamplona no había estado nada mal. El sonido del móvil le hizo volver a la realidad: "¿Te llamo o me llamas?"

Iba a contestarle, pero no le dio tiempo, le dio a aceptar y esperó a que la conexión Mendillorri- El Prat se iniciara. Lo vio allí con su sonrisa y su pelo revuelto, tumbado en la cama. Sonrió, era inevitable no morderse el labio cada vez que lo veía, hacía ya 12 días que no se veían...

- ¿Qué guapo no?

- ¿Qué cuquita no?

- ¿Te ibas a dormir ya?

- Cuando acabe la llamada, estoy muy cansado, aun me dura la resaca de fin de año.

Siguieron hablando durante un rato, contándose que tal el día aunque no hubieran hecho mucha cosa más que estar vagueando por casa y recuperándose del desfase de la noche de fin de año, siempre había algo que contar.

- ¡¡¡Mañana es tu cumpleaños!!!

Sonrió, lo cierto es que lo era, pero no iba a estar con él y a pesar de que ya lo sabía porque habían hablado de que como coincida en medio de fiestas, cada uno iba a estar en su casa, le gustaría que estuviera...

- No pareces muy entusiasmada...un patito, vas a cumplir un patito. ¿Me echas de menos?

- Mucho.

- Bueno, ya sabes que no puedo estar contigo mañana pero el regalo que te tengo preparado seguro que te gusta, cuando vuelvas a Barcelona te lo doy.

- Vale, deseando ver que es – su cara no reflejaba mucho entusiasmo.

- No estés triste eh, que ya no queda nada. Solo 4 días.

Verla triste no le gustaba y menos teniéndola lejos sin poder darle mimos. Le contó alguna que otra anécdota y le dio pistas del regalo que le tenia preparado para que ocupara le mente en otra cosa.

Se despidieron y se quedó con el móvil en el pecho, tumbada en la cama mirando al techo, no sabe cuánto tiempo paso así, pero los pitidos del móvil la hicieron reaccionar. Ya pasaban de las 12, era su día y los mensajes empezaron a llegar. Contestó a los de sus amigos, sus familiares, primos...y vio el suyo, apenas hacía unos minutos habían hablado y ya le había escrito un texto que le hacía llorar, ¡Qué don!

Entró en Instagram y sus notificaciones sacaban humo, no solo por las felicitaciones de parte de sus seguidores sino por la de él. Una foto de ellos dos, no hacía mucho que se habían sacado esa foto, tan solo un par de semanas, pero recordaba el momento. Le hizo gracia recordar la situación. El texto era menos intenso que el que le mandó por privado, pero con unas palabras preciosas.

3 de enero de 2019.

Su madre la despertó con un beso bien grande y felicitándola, bajó las escaleras y se encontró con todo el desayuno preparado, nunca había tardado tanto en desayunar como esa vez, estuvo con sus hermanos y sus padres hablando de todo un poco hasta que decidió levantarse para ir a prepararse para la comida, venían su abuela, tíos y primos a comer a su casa. 

La comida transcurría entre risas y anécdotas recordando esos 20 años. Estaba feliz por tener a toda su familia junta, la verdad es que en pocas ocasiones podía tenerlos a todos tan cerca, desde que entró en OT y su vida cambió, eran escasas las ocasiones que compartía en familia todos juntos, es por eso por lo que los momentos así le sabían a gloria.

El timbre de su casa sonó, se levantó su padre a abrir y su madre fijo la mirada en ella, aunque no le dio mayor importancia ya que la conversación con su tío era lo suficiente interesante.

Cuando lo vio entrar por la puerta se quedó sin palabras ¡Como la había engañado! Se levantó de la silla y se lanzó a sus brazos, no le importó estar en medio de su familia, tenía tantas ganas, se dieron un par de besos y lo abrazo con fuerzas, cuando se separó unas lágrimas se escaparon de sus ojos y él no tardó en secárselas.

- ¡Jolín! Pensaba que te haría ilusión y sonreirías en vez de llorar– le dijo picándola.

- ¡Cállate! – le dijo mientras le abrazaba

Alfred saludó a los familiares de ella y se sentó en una silla que ya le había puesto Amaia a su lado. Lo tuvieron entretenido un rato entre las preguntas de qué tal las navidades, el disco, su familia... cuando la conversación parecía desviarse de él, miró a Amaia y le dio un beso. Ella le correspondió y le acarició la nuca.

- Jo, no me lo esperaba, enserio. Ayer estaba super convencida de que pasaba mis cumpleaños sin tí.

- Era mi sorpresa, no te lo iba a decir.

- Pues me ha hecho mucha ilusión, de verdad. Te quiero mucho.

- Me alegro – le dio un suave beso en la frente- aunque es mentira, mi sorpresa no essolo esta, la otra te espera en Barcelona.

El paso del tiempoWhere stories live. Discover now