Capítulo 5

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Vivir con Billy es, de alguna manera, todo y nada en absoluto como Steve había esperado que fuera.

Billy es impetuoso, ruidoso y exigente - se queja sin parar cuando Steve compra la marca equivocada de leche o cereal; va detrás de Steve, de habitación en habitación, arreglando su desorden y en general quejándose sobre como Steve es un vago con total incapacidad para mantener limpio todo lo que no sea la cocina.

"No es tu culpa, princesa," dirá Billy. "Eres un niño rico; No puedo esperar que hayas aprendido a mantener una habitación ordenada cuando siempre hubo alguien más que lo hacía por ti." Y las palabras son cortantes y nítidas, mucho más cercanas a la verdad de lo que Steve se siente cómodo admitiendo, porque incluso sin las niñeras, siempre hubo un servicio de limpieza que iba a su casa cada viernes por la tarde, hasta que Steve quedó embarazado y le dijo a sus padres que estaba decidido a hacerlo él mismo porque eso es lo que la gente normal hace.

Billy lo sabe, porque Steve es un hablador y él comparte sus pensamientos sobre todo, desde los diferentes tonos de azul que le gustan hasta la historia de la piña, si hay alguien dispuesto a detenerse lo suficiente para escuchar. Y Billy hace comentarios al respecto, pero el tono casi siempre es burlón, y hay una sonrisa juguetona en su cara y algo así como un apetito exasperado en sus ojos que suaviza la picadura de sus palabras al recoger otra toalla mojada del piso del baño.

Es casi considerado, a la manera contradictoria que Billy puede ofrecer. Es esa forma en que le dice a Steve que agregue ingredientes a la cena que ni siquiera ha escuchado antes, como se comerá cada pieza de comida en su plato y siempre irá por una segunda porción para mostrar su aprecio por un platillo bien hecho. Es la forma en que se acerca a él con ansiedad cuando Steve sube y baja las escaleras, pero sigue haciendo agudos comentarios acerca de que Steve parece más una ballena varada que un ser humano en estos días. Es la forma en que se preocupa tanto por él, incluso cuando declara en voz alta y enfática que no lo hace - lo que es una mentira tan obvia que Steve ni siquiera se atreve a señalarla.

Es... sorprendente. Steve está constantemente sorprendido, y, para ser justos, la sorpresa ha parecido ser el escenario predeterminado cuando se trata de Billy desde el principio. Eso sigue siendo cierto, incluso después de casi un mes de convivencia.

Los hematomas de Billy ya se han desvanecido, y Steve, como a Billy tanto le gusta señalar, se ha vuelto tan grande que necesita ayuda para ponerse de pie cuando está sentado; le han prohibido oficialmente conducir así que le había entregado las llaves de su BMW a Billy con solo un pequeño puchero.

Billy había puesto los ojos en blanco y murmurado, "Por el amor de Dios," en voz baja, pero también lleva a Steve cada vez que él se lo pide, siempre y cuando no esté en el trabajo, y eso también es sorprendente.

Pero la sorpresa disminuye cuanto más lo conoce.

Aprende mucho sobre Billy en el primer mes que viven juntos, como que Billy es un limpiador compulsivo y que ama a todos los automóviles indiscriminadamente y les habla como si le pudieran entender, pero que no importa cuánto ame y se preocupe Billy por sus autos, nunca se debe confiar en él para cuidar flores o cualquier planta en maceta, nunca.

Steve se entera de que por más que Billy se burle de él por sus productos Farrah Fawcett y por la cantidad de tiempo que pasa cuidando su apariencia, Billy es muy vanidoso y prefiere perder una extremidad antes que cortar más de dos pulgadas de su cabello, e incluso dos pulgadas sería una dificultad casi demasiado insoportable.

(Más que nada, Steve se entera de que Billy Hargrove es un poco reina del drama).

Descubre que Billy es un ávido lector, y Billy no habría podido ocultarlo aunque lo hubiera intentado, porque siempre tiene un libro en alguna parte. A menudo, incluso comprará dos copias del mismo libro para que él y Max puedan leerlo al mismo tiempo y discutirlo luego. Él ama a Shakespeare, cree que todos los chistes sucios son hilarantes, y ama en secreto a Austen, pero odia a Dickens y a Hardy por razones que él no puede o no explicará. Prefiere la ciencia ficción a la fantasía, a pesar de que ha leído los tres volúmenes de El Señor de los Anillos , y Dustin se había vuelto casi apocalíptico por el regocijo cuando se enteró de ello, pero las historias de crímenes son sus favoritas, incluso si no son tan grandiosas como Noche de Reyes o Sentido y Sensibilidad.

Build it better   //  HarringroveWhere stories live. Discover now