CAPITULO 34

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-Al fin! Dijó Richard al ver a los dos chicos salir del dormitorio. Que estábais haciendo tanto tiempo ahí adentro?
-Nada. Dijó Christopher rápidamente. Hablar.
-Ya...

Sin decir nada mas, Richard comenzó a caminar por el pasillo, haciendo caso omiso a las miradas que le soltaban sus dos amigos.

Al llegar al despacho de Alonso, este recibió a los tres chicos sentado en su ya famoso sillón, con una copa de vino en las manos.
-Donde diablos estábais? Llevo mas de media hora esperandoos.
-Lo sentimos mucho señor. Dijó Richard bajando la mirada. No volverá a ocurrir.
-Eso espero.
(Christopher y Zabdiel se miraron el uno al otro)
Ahí estaba Alonso, enfrente de ellos y con una gran sonrisa dibujada en su rostro, como si no hubiese echo nada malo.
A ambos les entraron unas ganas tremendas de cojer ahí mismo a ese mal nacido y molerle a palizas. Pero después recordaron que no podían hacer eso; no solo estaban rodeados de los hombres de Alonso, sino que también de Richard. Y a él no podían hacerle daño.
-Chicos. Dijó Alonso llamando la atención de estos. Sé que es un poco pronto, pero tengo una nueva misión para vosotros.
-Cual? Preguntó Richard intrigado.
-Nuestro nuevo prisionero se esta negando a tomarse el líquido, quiero que vosotros tres le convezcais para que lo haga.
-De acuerdo, lo haremos.

Sorprendidos, Christopher y Zabdiel miraron fijamente a Richard. Estaba claro que este estaba hipnotizado, drogado o alguna cosa por el estilo, porque si no él no hubiese aceptado tal tarea.
-Bien. Dijó Alonso levantándose de su asiento y caminando hacia donde estaban Christopher y Zabdiel. Vosotros dos que opináis? Lleváis callados todo el tiempo.
-Me parece bien. Dijó Zabdiel intentando sonar lo mas sereno posible.
(Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Alonso)
-Y tu Christopher, que opinas?
-A mi también me parece bien, señor.
-Eso era lo que quería escuchar. Ahora bajar al sótano y hacer que ese crio se tome el maldito líquido de una vez.

Asintiendo con la cabeza, los tres chicos salieron por la puerta del despacho y entraron en el ascensor.

Al ver que estaban los tres solos, Christopher aprovechó para intentar recuperar a su amigo.
-Richard. Dijó agarrándole del brazo. As hablado con tu familia?
(Este le miró confundido)
-Mi familia?
-Si. Dijó Christopher extrañado. Tu familia; tu padre, tu madre, tu hermano... No los recuerdas?
-No. Dijó Richard mirándole a los ojos. Tu a los tuyos si?
-Pues claro! Nada podría hacerme olvidarme de ellos, son mi familia, mi hogar.
-Richard. Dijó Zabdiel llamando la atención de este. Recuerdas algo sobre tu infancia? Tus amigos, tu escuela, el país en el que naciste...
(Richard negó con la cabeza)
-No recuerdo nada, solamente sé que el señor Alonso es un buen hombre que me recogió de la calle y me dió trabajo. Estoy en deuda con él, igual que lo deberíais estar vosotros.
-Y lo estamos. Dijó Christopher.
-Bien, pues entonces dejar de hacerme preguntas estúpidas y hagamos nuestro trabajo.

Nada mas decir eso, las puertas del ascensor se abrieron de par en par dejando ver un largo y oscuro pasillo.
-Debe de ser aquí.
(Pegándoles un pequeño empujón, Richard se abrió paso entre Christopher y Zabdiel y se dirigió hacia una de las puertas que había a su izquierda)
Encogiéndose de hombros, Christopher y Zabdiel le siguieron hasta aquella puerta, la cual tenía un gran número 14 puesto en el centro.

Al entrar en la habitación, vieron que todo a su alrededor era de color blanco, como si fuera la habitación de un manicomio.
Sorprendidos, Christopher y Zabdiel revisaron toda la habitación, en busca de cualquier cosa que les dijera donde demonios estaban.
Pasaron la mirada por los blancos muebles, por las ventanas con barrotes, por los cuadros sin foto que colgaban de las paredes, por las lamparas que iluminaban la habitación... Todo les parecía "medianamente" normal, hasta que de pronto posaron su mirada en una pequeña cama que había en una esquina de la habitación. Por el gran bulto que había dentro de ella, pudieron notar que dentro se encontraba una persona. Esta estaba temblando, tapada totalmente con las sábanas de pies a cabeza. Seguramente intentando ocultarse de las personas que le estaban haciendo daño.

Corre,escapa,huye [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora