Enfermo

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Un martes de pudin sin pudin es una verdadera tragedia. O al menos así lo pintaba el pelirrojo de la banda de los Animatrónicos, estando tumbado en casi toda la mesa del comedor mientras sus amigos lo veían con una gota de pena sobre la cabeza.

— ¡Esto no puede estar pasando! ¡Es el fin del mundo! ¡Mi pudin!— exclamaba dramático el chico de casi dos metros de altura, recibiendo leves golpes en la espalda por el castaño.

— Vamos, hombre, no te desanimes, sólo es pudin— dijo medio suspirando tratando de restarle importancia al asunto—. No es para tanto.

— ¿Que no es para tanto? ¡¿Que no es para tanto?!— repitió por segunda vez, tomando la camisa del castaño con furia— ¡Sin pudin, la vida ya no tiene sentido! ¡Es el fin del mundo, ¿no lo entiendes, Freddy?!

— Cálmate, Fox, estás siendo muy dramático— el rubio movía su mano tranquilamente, quitando las palabras del aire—. Siempre que te demoras en salir de clases y te quedas sin pudin creas uno de tus "numeritos".

— Cállate, lámpara oxigenada, tú no sabes lo que es que te quiten al amor de tu vida— replicó, refiriéndose claramente al postre, mientras escondía su rostro entre sus brazos y recibía más palmaditas en su espalda.

— Y hablando de amores de la vida— canturreó la única chica en el grupo, mirando al último integrante—. Bonnie, no has dicho nada en toda la mañana, ni siquiera te has entristecido por la falta de pudin, y has estado prácticamente pegado al móvil... ¿Qué le pasó a tu novio?— preguntó con claro tono de tratar de mosquearlo un rato.

Mientras los chicos reían, el pelimorado ni se había inmutado, estaba demasiado concentrado en la pantalla de su teléfono móvil, esperando que algún mensaje apareciera en su barra de notificaciones.

— Ya te he dicho que no es mi novio, Chica— respondió el chico, tocando el puente de sus gafas— , tan solo es mi maestro.

— Además de ser tu rival, Bonnie— lo codeó el pelirrojo, olvidándose de la tragedia del pudin—. ¿Por qué te preocupas tanto por él?

— Que seamos rivales en la competencia, no significa que lo seamos fuera de ella también— sonrió despreocupado—. Somos muy buenos amigos en realidad.

— Vaya, esa no me la esperaba— admitió el rubio rascando su nuca algo nervioso—. La única con la que tengo relación es Joy, porque es mi prima.

Alto, alto, alto... ¿Joy es tu prima?— intervino el castaño, ahora, con mirada oscura—. ¿Cómo es posible? Si ella es una bella, delicada y dulce angelita y tú... eres tú.

— ¡Ooooh, en tu cara, oxigenado!—  rió el más alto de todos.

Todos, salvo Bonnie, empezaron a reír contra el rubio, quien pasaba lentamente su dedo índice por debajo de su ojo derecho, pidiendo piedad por parte de sus amigos. El pelimorado estaba muy desanimado, su maestro no había aparecido en todo el día. Le había estado esperando en la entrada del instituto para verlo antes de clases, ya que sabía que llegaba tarde por culpa de perderse en las esquinas, algo que, la primera vez, se le hizo muy gracioso —y tierno también—, pero una profesora le hizo entrar al edificio antes de ver cómo cerraban las puertas. Le había mandado unos cuantos mensajes por su celular, pero no contestaba, ni siquiera los leía. Había preguntado a sus amigas, y aunque la peliblanca se negaba a hablar con él por ser "la competencia", la amable rubia con una trenza en un lado le explicó que tampoco sabían nada, algo que se le hacía más extraño. ¿Acaso había hecho algo que lo hubiera alejado inconscientemente de él? No sabía, pero de tan solo pensar que Bon no querría verle de nuevo... realmente le aterraba. Pensaba que él era como sus amigos de la banda, uno más. Pero qué equivocado estaba.

One-Shots BxB (SFW)Where stories live. Discover now