Capitulo 7

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Mi padre entró en la habitación. Me vio de pies a cabeza y tomó la perilla de la puerta.

-¿Ya hiciste tus oraciones?

Simplemente moví la cabeza.

-Muy bien. ¿Has visto a tu madre?

Negué de igual manera. Su mirada me decía que dudaba, así que entró a mi habitación y observó alrededor. Pensé que la oscuridad cubriría a mi madre pero no fue así; al verla corrió hacia ella y yo desaté las cadenas de mis manos. Era mi momento de escapar.

Sabía que todo debía salir perfecto o jamás escaparía de ahí.


Corrí como nunca lo había hecho, ahí estaba la puerta, sólo unos metros más y llegaría. Intenté abrir la puerta pero estaba bajo llave.

-¡Jamás saldrás de aquí! -me tomó del cabello y me arrastró hasta "el cuarto".

-¡Basta Papá! -intenté golpearlo pero mis pequeños puños no eran nada contra su fuerza.

-¡Te quedarás aquí por un mes! -cerró la puerta de golpe.

Golpeé la puerta hasta que me dolieron las manos. Estaba tan frustrada que lloré de coraje. Recordé algo muy importante: nosotros temíamos a la luz, así que no era necesario cubrir las ventanas con barras de metal o algo similar.

Intenté golpear la ventana con mis manos pero me dolían tanto que no pude, así que le di una patada y el cristal se debilitó, le di otra y se debilitó aún más, pero la pierna me dolía demasiado y no podría huir si seguía haciéndolo. Simplemente me alejé de la ventana y me quedé ahí de pie...luego corrí y me lancé por la ventana.

Mi cuerpo me dolía y sabía que mi padre me perseguiría, pero nada importaba ahora, ni la sangre que emanaba de mi cuerpo ni mi padre, sólo debía conseguir un teléfono, llamar a emergencias y salvar a mis hermanos y hermanas.

Caminé lo más rápido que pude, aun con las dificultades que me implicaba el dolor, y logré alejarme lo suficiente como para que mi padre no supiera dónde estaba. Intenté llamar la atención de alguien pero justo en ese momento la calle estaba sola, y ningún vecino se dignó en abrir su puerta.

Me acerqué a un teléfono y llamé al 911 -supe que era el número de emergencias gracias a la inútil de Rebeca que marcó por accidente- esperé a que contestara alguien y una voz sonó por la bocina.

-911 ¿Cuál es su emergencia?

-Mire, mis padres están locos, y necesito que ayuden a mis hermanos, tienen que sacarlos de mi casa.

-Pequeña, ¿Segura que están locos? ¿No estarás exagerando la situación? ¿Qué ha sucedido?

-Mis hermanos están atrapados y...

-Veré qué puedo hacer.

-¿Cómo que "veré"? ¡Vengan ahora mismo!

-Tranquila, sólo debo asegurarme de que esta llamada no es una broma y...

Colgué el teléfono llena de rabia, miré la casa por un momento y en un segundo se desvaneció mi enojo, y se dibujó una gran sonrisa en mi rostro.

Y ahora volvemos al tiempo presente, donde mi inocencia ya había desaparecido y la venganza se había inyectado en mis venas.


-Si las autoridades no hacen nada...yo lo haré.

CadenasWhere stories live. Discover now