Capítulo 06

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Capítulo 06

Suena el timbre dándome paso a ir a la biblioteca, me adentro en ella y voy como siempre a mi sección preferida, saco un libro y anoto mis criaturas fantásticas preferidas, en una hoja que obviamente traspasaré a mi libreta, que no sé cómo voy a recuperar, pero de alguna forma lo lograré, ya que Tián de apellido Del Atrio la tiene en su poder desde el día en que lo dejé con las palabras en la boca. Él le pidió mi libreta a la señorita Umbridge y desde allí me ha estado chantajeando para que se la entregue.

─ ¿Beatriz?

Volteo mi cabeza al estilo exorcista y miro a la persona que me llamaba. Mis ojos se iluminan al ver a Áshall parado atrás mío con su oboe en la mano.

─ ¡Áshall! ─saltó a hacia él abrazándole.

Su cuerpo se estremece y caigo en cuenta de lo que estoy haciendo, yo, Beatriz Thyssen, la persona menos afectiva del mundo estoy abrazando a un chico con el cual he hablado solo una vez, bueno, una vez conversamos sobre nuestros intereses personales, ya que en ensayo hemos hablado muchísimo. Magnífico, alguien debería darme un premio por ser tan bipolar.

Me sonrojo.─ Lo siento, fue la emoción ─creo que no hablar con nadie aparte de Tián me está afectando demasiado.

─Tranquila, ─ le resta importancia agitando sus manos ─ ¿Cómo estás?

─Bien...─ arrastro las palabras no muy segura de mis palabras─ gracias y ¿tú?─ pregunto sentándome en la mesa junto a él.

─Pues escondiéndome de mi amigo, quiere abrir mi oboe y no quiero comprar uno nuevo, ya saben, soy extremadamente caros─ ríe, observando nerviosamente para todos lados.

Sonrío nerviosa, hasta él tiene amigos. No sé porque pensé que no, él no es un asocial come libros que no tiene amigos.

De atrás de los estantes apareció un albino muy alto que se lanzó sobre Áshall.

─Anda hermano, sólo una mirada y ya─ insistía el albino.

─Compórtate Chris, estoy con ella.─ me señalo Áshall.

El albino me miró y analizó detenidamente. Acercó su rostro a una distancia prohibida para mí. Rápidamente me alejé de él algo asustada.

Una mano cubrió la cara del albino y lo jaló hacia atrás.

─ ¡Qué modales, Chris!

Áshall lo sentó al lado de él y sonrió. El Albino se sentó al lado de su amigo como un perrito obediente, hasta en mi mente lo imagine con una cola haciendo un movimiento de vaivén y su lengua hacia fuera contento. Debo ir a terapia.

─Lo lamento, éste tipo es un mal educado─ explicó avergonzado, golpeando la nuca de su acompañante─ Él es Christian Borkh, mi mejor amigo desde los cinco años.─ me explica Áshall aprentando las mejillas de su amigo, éste último se intenta liberar inútilmente.

Las buenas impresiones siempre son importantes.

Muestro mi mejor cara. Cuando sonrío, no enseño los diente, lo último que quiero es que salga corriendo por lo horripilante de mis dietes, son demasiado chuecos para mi gusto.

─Un gusto Christian, soy Beatriz Thyssen ─le sonrío sin mostrar los dientes, obviamente.

El queda anonado y no dice nada.

─ Dime Chris, me dicen así─ comenta él sonriendo como bobo.

─Gracias, Chris ─ agradezco risueña.

Nada Diferente © [RF#1]Where stories live. Discover now