Bad Boy [Sysack] [EDITANDO]

Capítulo 46

Estaba con Andy en la cafetería, en la mesa que vimos a simple vista. Él se encontraba enfrente de mí comiendo una hamburguesa mientras que yo lo miraba atentamente mientras tomaba leche de chocolate. Era como un idiota que no paraba de mirar cada acción que él hiciera aunque lo quisiera. Es que a veces lo miro y entonces es como: "¡Mierda! Que chico tan más lindo" En algunas ocasiones siento que todo lo que estoy viviendo no es real y que se trata de una especie de ilusión... porque yo recuerdo perfectamente lo que ha sido mi vida. Cuando iba a la preparatoria era como si no tuviera un amigo en el mundo, siempre solo, teniendo que soportar las burlas y agresiones de otras personas. Al principio no me dejaba, porque para nada está bien... Pero ciertamente hay un punto en el que te cansas, en el que tus ganas simplemente se desvanecen y pareces como una persona, por dentro muerta. Todos los días era lo mismo. Pero jamás quise tomar la opción de cambiarme, porque si huía de mis problemas, entonces jamás iba a aprender a repelerlos. 

Tantas cosas me habían pasado antes, cuando creía que todo era una completa mierda, cuando no me importaba que tropezara en la ducha y muriera. Después de todo eso que he vivido, ahora es como si estuviera soñando, porque simple y sencillamente soy quien soy y está bien. Tengo unos amigos excelentemente estúpidos, convivo con personas que me creen cool a pesar de hacer muchas cosas raras. Tengo a un novio estupendo que a pesar de parecer como un golpeador del bosque antigua, me ama tanto como yo a él. Es decir, creo que ahora estoy viviendo la vida que creo merecer, y está bien, porque no la voy a desperdiciar. 

—En qué tanto piensas —preguntó preocupado—. Tu expresión es muy seria.

—Nada —sonreí de lado—. Creo que la vaca que te acabas de comer no merecía morir.

—Bueno, ahora sus restos viven en mi estomago temporalmente —respondió burlón.

—Recuérdame poner en mi lista de cosas por hacer: "Hacer a Andy vegetariano" —reí a carcajadas—. Olvídalo, solamente sé tú mismo.

Asintió confundido mientras regresaba a tomar su refresco tan querido. Yo no tenía hambre realmente, pero disfrutaba de la presencia de aquel chico conmigo. Cada que lo veía una ola de felicidad y emoción me invadía y me hacia correr hasta él para lanzármele, cosa que casi siempre hago. Que me recuerda a la vez en la que casi lo mato porque nos caimos en un piso mojado, eso si que es vivir la vida al máximo, no recomiendo que pasen por un piso mojado, para eso hay que hacer caso a las señales. Algún chiste han de tener, esa es mi hipótesis. 

Cuando estaba en medio de mi fanboyleo un pendejo estaba grite y grite mi nombre sin parar, se le escuchaba bastante alarmado. Cuando me encontró, se sentó a mi lado. Estaba bastante agitado, pero eso para nada le da el derecho a cometer lo que hizo, ¡me quito mi leche! Eso si que no se le hace a nadie. Al devolvérmela estaba vacía, con puro puto aire que no sirve para tomar. Lo fulminé con la mirada tratando de transmitir todo mi odio, pero el imbécil ese me ignoro de manera sorprenden. Voltee a ver a Andy.

—¿Puedes golpearlo? —le pregunté.

—¡NOOO! Espera —habló—. Vengo aquí con una buena excusa.

—¿Y ahora qué? —rodé los ojos.

—Nos olvidamos de la decoración para la fiesta pendejo —exclamó—. Tenemos que hacerlo ahora, Jordan está con Nicholls en la casa de Lee preparando todo, pero falta nuestra parte. De hecho quieren matarnos si no lo hacemos ya.

—Debes estar bromeando —dije, voltee a ver al ojiazul—. Está bromeando.

Sacó su celular, hizo un par de movimientos y entonces me lo entregó, estaba en la conversación que tenemos. Tomé el aparato en mis manos y me dispuse a leer la gran mentira que me esperaba por delante.