Parte 8. (Final)

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Tomó bruscamente su muñeca arrastrándolo hasta la habitación. Baekhyun siente cómo su estómago se desgarra por la involuntaria excitación y mira a su alrededor: era vergonzoso admitirlo, pero en todos esos años jamás había entrado a la habitación de Chanyeol, ni una sola vez. Él casi no ocupaba muchas cosas, solamente un armario, un estante con libros repletos de volúmenes de pastas duras, y en la esquina, una guitarra acústica y una katana; la misma que Byun lo había visto usar aquella noche.

Baekhyun entonces se da cuenta que no sabe nada sobre Chanyeol. Por lo que puede ver, le gusta tocar instrumentos, parece leer muchos libros y es una persona sencilla. Pero él pensaría en esto más tarde, ya que Park lo somete, tirando de su cabello y arrastrándolo hasta la cama. Lo deja caer sobre su espalda, Baekhyun descansa sobre las suaves telas de seda negra, y emite un profundo gemido cuando Chanyeol comienza a subir sus manos por los muslos, llegando hasta su pecho. Se inclina sobre él, y con voz ronca susurra, rozando sus labios contra la mejilla del mayor, que estaba cubierta de raspones:

–Maldito, —Park tira de su camisa con fuerza, de modo que los botones se desprenden, y Byun jadea de manera convulsiva, porque tan pronto como se deshace de la prenda, le muerde el hombro— ¿puedes imaginarte lo jodido que estaba? —el aliento caliente quemaba su piel, y Baekhyun se sujeta del colchón con fuerza cuando Chanyeol aprieta sus pezones repentinamente con sus dedos— ¡Estaba listo para mandar al infierno a todo Seúl con tal de encontrarte!

Sus grandes manos se deslizan por su pecho, y como a un muñeco inerte, lo toma del cuello y presiona sus labios contra los suyos. Introduce su lengua, recorriendo hasta sus encías, paladar y acariciando con ella la lengua ajena. Las manos de Chanyeol prensan dolorosamente el cuello de Byun, y a través de la bruma de emociones, Baekhyun piensa que si, maldita sea, le daban unas ganas masivas de entregarse a Park Chanyeol. Porque con cada acción, su miembro se volvía más erecto, y comenzaba a doler dentro de sus ajustados jeans.

–Todos te tuvieron. —gruñe Park, y se inclina aún más sobre él, alzando sus piernas— ¡Mierda, cómo odiaba a todos esos cabrones! ¿Sabes por qué nunca te volvieron a llamar? Si, ¡porque acabé con cada uno de esos idiotas en cuanto salían de tu habitación! Maldición, ¿por qué, Baekhyun? —desabotona sus pantalones y los jala hacia sí mismo. Baekhyun levanta humildemente sus caderas, permitiendo que Park le quitara sus jeans, y Chanyeol acaricia sus caderas desnudas, masajeando su erección bruscamente a través de la delgada tela de los bóxers— ¿Por qué me hacías pasar por todo eso?

Las últimas palabras que pronuncia exhalando, tienen una especie de ternura tétrica, y levantándose sobre los codos, Baekhyun pregunta con voz ronca, mirando directamente a los ojos de Chanyeol:

–¿Por qué? ¿Por qué me permitías lo que a nadie? ¿Por qué soportabas toda esa mierda, todo el dolor que te causé? ¿Por qué estás listo para amenazar, robar y matar por mí? ¿Por qué me tratas así? ¿Por qué simplemente no me mandas al infierno?

–Porque te amo. —Chanyeol lo mira a los ojos. Luego, pasa la punta de su lengua sobre las leves heridas frescas en la mejilla de Byun, como un animal salvaje— Y todos saben, que por ti, estoy listo para desgarrarle la garganta a cualquiera ...

Sus ojos son oscuros, sus pupilas estaban dilatadas, casi fusionadas en el color de la iris, como en las bestias depredadoras. Baekhyun no sabe llamar "amor" a lo que siente por Park. Todas esas emociones eran tan confusas, porque eran tan fuertes y extrañas, que tampoco podrían llamarse "odio", que ahora parecía ser la palabra menos requerida. Odiaba su sonrisa, ya que ahora se daba cuenta de que sólo la usó para asegurar que Baekhyun no le tuviera miedo, que no temiera en lo absoluto de ese depredador tan peligroso.

Acababa de entrar en su jaula, cerrando la pesada puerta detrás de él con firmeza.

Baekhyun desliza sus manos por el torso de Park, con la intención de desabotonar su camisa, pero Chanyeol sostiene sus muñecas y niega con la cabeza.

Lurk | ChanBaek Historia CortaWhere stories live. Discover now