Carta

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Enviado por un anónimo el 26 de Abril del año 2018.




Ahora mismo me siento como nunca pensé sentirme. Mi madre me relataba cada que podía cómo se sintió, cómo fue estar en la guerra con el gobierno somocista, estando ella lesionada, con tan solo 18 años operada de la columna. Era como una mariposa en una tormenta, tratando de volar en tanta oscuridad.
Me considero alguien fuerte, sin embargo, en estos momentos mi corazón le gana más a mi cabeza, a mi mente, ahora sí que me siento en una oscuridad muy profunda sin poder encontrar la luz, al menos, no ahora. Sé que no me encuentro en un mar profundo en el cual sólo reina la opacidad, sé que no estoy ahí, me encuentro más arriba, sé que hay esperanza, al menos.
El ver cada día cómo la masa de genocidas mataba a mis hermanos sin pudor, sin una gota de terror en sus manos, llenó de tristeza mi espíritu. Me siento encerrada en mis pensamientos y sentimientos, sin poder expresarlos, porque esto es algo que no se expresa, se siente. El escuchar con cada pasar del tiempo en mi cabeza, QUIERO MI NICARAGUA LIBRE, PATRIA LIBRE O MORIR, son palabras que nunca en mi vida van a olvidarse, siempre estarán conmigo, en estos momentos puedo sentir realmente mi patriotismo, el amor hacia mi Nicaragüita y a mis hermanos Nicaragüenses, quienes llenos de valor, de valentía lucharon días por la libertad de NICARAGUA, dieron todo lo que podían, iban a pelear sabiendo que podrían no regresar, que podrían no volver a ver a su familia, que podrían… no volver.
En estos momentos me doy cuenta que la empatía a veces no basta, NO BASTA. Se debe experimentar en carne propia para saber cómo es, cómo se siente pelear por lo que deseas, por el futuro que quieres para mejorar y no sólo para vos, sino para un país de miles de personas, ahí sí te das cuenta que la empatía no es suficiente.
Mi país sangra, llora tormentas por la muerte de 63 y más nicaragüenses que tenían una vida, un futuro en sus mentes, pero ahora son héroes que SIEMPRE serán recordados, siempre estarán en mí corazón.  
Ahora pido a mi cabeza “Debes seguir adelante” pero es algo que simplemente no puedo cumplir, mi alma y corazón están heridos como también lo están los de los demás Nicaragüenses, siento que hoy sólo estoy existiendo, mi manera más simple de existir…
Sin embargo, me doy cuenta del valor, de la fortaleza de mi bella Nicaragua, del amor que he tenido guardado desde hace tiempo y que al fin soy capaz de demostrar y expresar desde el fondo de mi corazón, al fin me doy cuenta de lo que me hace ser una Nicaragüense.
Debo recalcar algo, esta guerra continúa, por mí, por ti, por los héroes, por mi bella Nicaragua. Aquí no estamos en Venezuela, ni en cuba, SOMOS NICARAGUA, no nos vamos a rendir. Somos la luz de Nicaragua para encontrar la libertad y la paz que ahora…no están.
¡VIVA NICARAGUA LIBRE! ¡VIVAN LOS HÉROES! ¡VIVAN LOS NICARAGUENSES!

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