Capítulo 1

665 31 17
                                    

Un año y medio después.

Narra Pablo.

El Tour Terral ha finalizado. Ha sido un éxito total, tanto en Latinoamérica como en España.

Yo ahora lo que necesito es calma, paz, hogar... Y por eso he decidido tomarme dos años de total descanso para así volver con más ganas y más fuerte que nunca.

Esperanza: Toma, esta es la dirección del psicólogo -me entrega un papel- Ve, te hará bien.

Pablo: Pero... -me corta-

Esperanza: Pero nada -dice firme- Vas a ir y punto. Llevas años sin parar, lo necesitas como nunca. ¿Acaso no te acuerdas de lo que me dijiste en el camerino hace algunas semanas?

Lo recuerdo, por supuesto que lo hago. Le dije que quería irme a casa, que estaba cansado. En ese momento me pudo la presión, lo reconozco. Pero, al fin y al cabo es normal, ¿no? Digo, soy un hombre de veintisiete años que lleva seis años de su vida en un estudio, en la carretera, de avión en avión, encima de un escenario... Han sido seis años sin parar y en ese momento me pasó factura.

Sé que ahora mismo lo único que me hace falta es parar.

Y ella.

Claro, esa es otra. Desde que se fue de Paraguay no volví a saber de ella. Me dejó una carta y nuestro anillo de compromiso y se marchó sin decir nada.

Una parte de mí no la culpa por ello porque fui el peor hombre del mundo al dejarla sola cuando perdimos a nuestro bebé y por haberla culpado de ello.

Si soy sincero, nunca dejé de buscarla y a día de hoy no pierdo la esperanza de encontrarla.

Pablo: Por supuesto que no se me olvida -le digo- Pero... ¿Es necesario un psicólogo?

Esperanza: Sí que lo es. Vamos Pablo... No es tan difícil... Vas allí, le cuentas tus problemas y así te desahogas. No te juzgará -pone su mano en mi hombro-

Pablo: Está bien -le sonrío sin ganas-

Esperanza: Después de esto podrás ser totalmente libre.

Pablo: ¿Y cuando tengo que ir?

Esperanza: Mañana tienes la primera consulta.

Pablo: Está bien.

Esperanza: Además, puede que esto te sirva de ayuda para superar lo de Ari.

Sé que lo dice con toda su buena intención pero, no me gusta que toquen este tema.

Sé que han pasado casi dos años pero, es una herida que aún sigue reciente y sin cicatrizar. Perdí a mi hijo y a la mujer de mi vida, eso no es fácil de olvidar.

Pablo: Sabes que no me gusta hablar de ese tema.

Esperanza: Pues al psicólogo tendrás que hablarle del tema porque sino no te van a poder ayudar en nada.

No digo nada, solo pongo mi mejor cara de Lo que tú digas Esperanza y me despido de ella para irme a mi casa.

Sólo quiero dormir y volver a soñar con ella, como la mayoría de las noches.

[...]

Narra Ari.

Han pasado casi dos años desde que perdí a mi bebé, la herida sigue abierta y dudo que algún día se cierre. Ese ha sido el golpe más duro que me ha dado la vida.

Hay mujeres que después de algo así no se reponen nunca y tiran su vida por la borda, dejando que la vida les consuma a ellas. Ese no es mi caso, yo volví a España y seguí con mi vida. Mi familia no sabe que estuve embarazada, ni que me iba a casar con Pablo. Cuando llegué, tan solo les dije que no nos entendíamos y que por eso nos habíamos separado. Vamos, lo típico que se suele decir en estos casos.

En cuanto a Pablo, no lo volví a ver después de todo. Supe que triunfó con su gira porque lo vi en la televisión y en las redes sociales.

Yo seguí y sigo en la Escuela de baile, me han llamado para varios proyectos como el videoclip de Efecto Pasillo. En lo profesional, no me puedo quejar y en lo personal tampoco... Ahora está Max, el hombre que me roba la calma y que sabe como tratarme a cada momento, me quiere, me cuida y me respeta y me hace feliz. Él sabe que estuve con Pablo y toda nuestra historia.

Max es psicólogo, como yo, aunque yo no ejerza desde hace mucho, él sí que lo hace.

Lo conocí en mi fiesta de bienvenida, la que me preparó Carlota cuando regresé. Ellos dos son amigos.

Max: Vamos, amor... -sus ojos azules como el cielo me miran suplicantes-

Acaricio su pelo negro y me pierdo en su mirada.

Ari: Sabes de sobra que hace mucho que no trabajo de ello, ya se me habrá olvidado todo -él ríe-

Max: Sabes que eso no se olvida, idiota -me abalanzo sobre él-

Ari: Con que idiota, ¿no? -le hago cosquillas y acabo besándolo-

No sé en qué momento, ni como, pero rodamos por la cama hasta que mi novio queda sobre mí.

Max: Va, Ari... Cúbreme esta cita, por favor -le ignoro- Sabes de sobra que no te lo pediría si no fuera de extrema urgencia.

Sé que tiene razón, él ama su trabajo y si me lo pide es porque es urgente.

Max: Debo viajar a Estados Unidos para el evento.

Ari: Sí, yo sé que debes ir. También sé que es importante -hago una pausa- Así que... Está bien, te haré la sustitución.

Él me besa eufórico.

Max: ¡¿En serio?!

Ari: Claro que es en serio, idiota -río-

Sé que el evento al que tiene que ir es importante, es un evento de psicología que tenía planeado hace tiempo. Pero, es tan despistado que lo olvidó por completo y dijo que sí a la cita de su paciente de mañana.

Max: Te quiero -me besa-

Yo también lo quiero, de verdad que lo hago. Pero, un año y medio después, sigo amando a Pablo y eso es algo que nada, ni nadie podrá evitar.

Ari: Yo a ti también -sonrío sobre sus labios- ¿A qué hora sales mañana?

Max: A las cinco de la mañana, así que deberíamos dormir... -asiento-

Nos tumbamos en la cama y me abraza, como cada noche. Es así como me quedo dormida, una vez más.

Nota de autor.

¡Familiaaaaaa!

Aquí tenéis el primer capítulo de la tercera temporada, espero que os guste ❤

¡Os adoro! 💫

Vamos a volvernos eternos. Where stories live. Discover now