Capítulo 10

357 26 4
                                    

Narra Pablo.

Da igual las mujeres que pasen por mi cama, la ciudad en la que esté... Todo eso da igual porque ella seguirá en mi mente y en mi corazón.

Ni siquiera la rubia que descansa a mi lado en mi cama con todo su pelo desordenado logra que mi mente se aleje un poco de Ari. Tampoco consiguió quitarme de la mente a mi mujer mientras teníamos sexo.

Y la verdad es que no recuerdo ni su nombre, sólo sé que salí a beber, ella se cruzó en mi camino y bueno, acabamos enredados en mi cama.

Su cuerpo se mueve entre las sábanas y yo la miro.

He de reconocer que es una mujer increíble físicamente. Cuerpo de escándalo, sin hablar de sus atributos y de su perfecto culo.

Seguramente fue eso lo que me atrajo anoche de ella.

Chica: Buenos días, mi amor -dice con voz sensual-

Pasa su dedo índice por mi torso.

Pablo: Buenos días... -dejo la frase en el aire porque no sé su nombre-

Sólo espero que ella no secuenta de mi despiste.

Chica: Estefanía. Me llamo Estefanía -está molesta-

Pablo, no es para menos. Te la has follado sin saber su nombre.

Pablo: Perdóname, anoche bebí mucho y casi no recuerdo ni mi nombre -me excuso-

Estefanía: Pues por desgracia yo sí me acuerdo de todo -la miro sin entender-

Ella se levanta de la cama y comienza a vestirse.

¡Joder! Pues sí que está buena.

Cállate Pablo, tú aún sigues enamorado de Ari.

Pablo: Lo siento pero... ¿Puede ser más clara? Por favor.

Sólo espero no haberme pasado con ella, ni haberla tratado mal, ni haberla hecho daño.

Estefanía: No Pablo, tranquilo que no te pasaste conmigo, ni me trataste mal, ni me hiciste daño -dice como leyéndome la mente y yo respiro aliviado-

Menos mal que no fui un cabrón con ella.

Pablo: ¿Entonces? -cojo mi bóxer del suelo y me lo pongo-

Estefanía: Entonces no era a mí a quien querías en tu cama anoche -dice mirándome con sus ojos verdes-

Cabe destacar que son preciosos.

Pablo: Sigo sin entender...

Estefanía: Pablo, me llamaste Ari unas tres veces mientras follábamos.

Mis ojos están abiertos de par en par.

No puedo haber hecho eso... Me siento fatal por esta mujer que no tiene culpa de nada.

Pablo: Estefanía... -me acerco a ella- Siento haberte llamado Ari anoche... -ella niega restando importancia a la situación-

Estefanía: Anoche pude ver que estás muy enamorado de esa mujer. No sólo porque repetías su nombre, sino porque te brillaban los ojos cuando la mencionabas -bajo la cabeza avergonzado-

Realmente me avergüenza esta situación, jamás me había pasado algo así.

Pablo: Perdóname, de verdad. Me siento fatal por ti, no te lo merecías.

Vamos a volvernos eternos. Where stories live. Discover now