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Capítulo tres: "Fotografía"

Luna Valente

Bueno como hoy era Martes me tocaba quedarme en la tarde, para un proyecto de fotografía qué hay aquí en la escuela.

No saben lo tanto que me encanta la fotografía, pienso sinceramente dedicarme a eso....

"Vamos Luna ¿crees que enserio ganarás mucho dinero siendo una fotógrafa?...solo mírate, puede ser que solo te contraten por pena"

Suspire, en cierta parte tiene razón mi conciencia. Pero por ahora solo voy a ignorar mis propios pensamientos. Como siempre lo he hecho.

Caminaba por el largo pasillo de la escuela. Me encanta caminar por aquí a esta hora, solitario...silencioso.

Es muy tranquilo, sin la sensación de que hablen de ti, ni ver cómo se burlan...de cada mínimo detalle de tu forma de ser.

Llegue al salón de fotografía, digamos que este es el taller más abandonado que existe, lo digo enserio, pensaba el director cerrar permanentemente el taller. Pero yo hice lo posible para que no fuese así.

Y la verdad valió la pena.

Sonreí al ver el salón completamente vacío....aunque siempre esta así....y es ¡perfecto!

Busque mi cámara en el lugar donde siempre la dejó, la abracé al encontrarla.

Si soy rara, lo sé.

— Wow, te dijo que te ves bonita sonriendo —agarre un lápiz rápidamente que había en una mesita de a lado y se lo lance a la persona que dijo eso— ¡Auch!

Abrí mis ojos sorprendida al ver quien era, rápidamente dejé la cámara y me acerqué a él rápidamente.

— Lo lamento, lo lamento Simón. No sabía que eras tú —revisé la pequeña cortada que le provoque con el lápiz— Ahg, que estupida soy...ven—

Sujete su mano y lo senté en uno de los escritorios del salón.

Fui por mi mochila y saqué mi alcohol para las heridas....y una bendita. No pregunten porque traigo eso.

Agarre un pedacito de algodón que había en una mesa.

— Esto te dolerá un poco —solo asintió, quitando su mano de su frente, para que yo pudiera pasar el algodón por la herida—

Suspire y pase el algodón, me sorprendió que no se quejara, yo estaría llorando. Bueno la verdad no.

Pase varias veces el algodón. Hasta que logre que no saliera tanta sangre como anteriormente. Le puse la bendita. Por alguna rara razón bese su frente.

Ok finjamos como si eso no hubiese pasado.

— Gracias Luna —me sonrió, yo me limité a solo asentir con mi cabeza—

— De nada, ademas eso no hubiese pasado...si tú no me hubieras asustado —lo dije con el peor sarcasmo del mundo, el me miro sorprendido—

— ¿Ósea que es mi culpa señorita? —se cruzó de brazos sonriendo—

— Si —dije segura imitando su acción pero sin sonreír obviamente—

— Mira si a mi me espantara alguien creo que lo ultimo que haría sería lanzarle un lápiz a esa persona —se levanto del escritorio acercándose a mi—

— Pues tú eres tú, y yo...soy yo —ok eso sonó mejor en mi mente, solo empezó a reírse, yo quería hacer lo mismo, pero no podía—

— Ok...esta bien bonita — fruncí el ceño— ¿Que sucede? —pregunto divertido—

Bonita (Lumón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora