-004-

343 51 3
                                    

Capítulo cuatro: "waffles"


Luna Valente

— Adiós Luna — gire levemente mi cabeza hacia mi hombro, para poder observar a Simón —

Se estaba acercando a mi, torpemente. Hice una sonrisa forzada y sujete con fuerza mi mochila para salir del instituto.

— ¡Hey! ¡Espérame! — me detuve sin voltear, cuando menos pude notarlo sentí su hombro chocar con el mío — ¿No te vas a despedir de mi?

Gire para verlo, fruncí el ceño ¿a que se refiere?

— ¿Acaso te vas a mudar? ¿Vas a morir? ¿Ya no te volveré a ver más? — se empezó a reír...este chico esta loco pero me agrada —

— Vamos Luna, ven acá — fruncí el ceño sin entender, hasta que sus brazos rodearon mi cintura, atrayéndome más a él....suspire a completando el abrazo — así es como debemos desde ahora despedirnos e incluso al saludarnos —

Asentí haciendo una mueca típica de mi.

— Te quiero bonit....Luna, te veo mañana — asentí levemente —

— Si, adiós Simón — lo vi correr por el estacionamiento, no le di tanta importancia y seguí con mi camino —

"¿Por qué eres tan mierda como persona? No ves que quiere ser tu amigo"

Vamos, tú y yo sabemos que mañana se olvidará de mi y mi existencia. Hoy fue su primer día de clases. Y la verdad no creo que el quiera ser mi amigo.

"Es lo que tú crees, pero....

No, ya, dejemos de hablar de Simón. La verdad ya me acostumbre a estar sola, y la verdad quiero estar así.

"Pero el té hace feli....

¡Ya! Por favor, vete, necesito estar sola, como siempre.

Sonreí al liberarme de mi "conciencia" pero sé que no durará mucho tiempo.

Cerré la puerta de mi casa. Empecemos con la rutina diaria.

Fui rápidamente corriendo a la alcoba de mi madre. Revise los tanques de oxígeno. Justo a tiempo mamá. Sonreí y los cambié. Ya casi se quedaba sin aire.

Revise en la máquina su pulso, sigue igual. Saque la jeringa donde contiene su medicamento.

Lo aplique donde siempre. Bese su frente y salí de su alcoba. Observé la hora.

Suspire dirigiéndome a mi habitación, contestando y resolviendo la tarea de las clases.

Mordí mi lápiz como era costumbre. Aunque me quede observando este. Empecé a reír al recordar lo que sucedió el día de hoy con Simón.

La verdad es un buen chico. Pero tengo que ser realista. Un chico como el, es demasiado bueno para mi. Él merece sinceramente personas como el. Yo...bueno....respiro.

Guarde mis cosas y me dirigí a la cocina. Ya muero de hambre.

— A ver señorita Luna Valente ¿qué es lo qué hay hoy para cenar? — fingí tener otra voz —

— ¿Te parece unos waffles? — esta vez eso si lo dije con mi propia voz —

— Esa idea me fascina....¡empecemos a cocinar! — lo pronuncie con mi voz más grave....y empecé hacer los waffles —

Cómo no tengo televisión siempre pongo música o veo Netflix desde mi computadora. Solo selección mi reproducción de música en mi celular.

Sonreí al oír la canción. Y comencé a bailar, mientras cocinaba.

— ¡Besos de ceniza, alma quebradiza, ojos de inocente, corazón que miente! ¡TODO DE REPENTE SE HACE TRIZAS! — reí mientras no paraba de bailar —

Al terminar la canción, ya había terminado de hacer los waffles. Sonreí sirviéndome chocolate caliente. ¡A cenar!

Limpie el desastre que había hecho en la cocina. La verdad no fue un gran caos. Pero si estaban sucias algunas cosas.

Subí nuevamente a mi habitación, y decidí darme un buen baño. La mejor parte del día.

Al finalizar todo, ya con mi pijama puesta, me recosté en mi cama. Respire tranquilamente mientras observaba el techo. Estaba a oscuras, con un gran silencio. Solo se podía oír mi respiración. Es algo que me genera una gran paz.

Esto enserio me hace feliz.

"Hola, hola"

Enserio...ahg. Sabía que no me podía liberar de ti muy fácil.

"Lamentablemente yo no me puedo ir, pero no todos obtienen lo que quieren"

Si, lo sé.

"Vamos, Luna, deja que Simón sea tu amigo"

No, lo sé. Es muy difícil. Demasiado.

"No, lo es. Tu eres quien complica las cosas siempre"

Esta bien. Mañana hablaré con el. Pero créeme que se olvidará de mi.

"No lo hará"

Me gustaría.

Bonita (Lumón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora