010. free (parte 2)

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—Yo le había ordenado a Jungkook que disparara el arma. Él no quería hacerlo, pero entonces Kim intentó dispararme. Pero falló.

Yoongi agacha la cabeza nuevamente.

—¿Entonces el señor Jeon solo quiso defenderlo y disparó? —pregunta el abogado.

Asiente.

—Kim tenía a Taehyung detrás de él, al parecer quería amenazarme con él. Pedirme que regresara con él a Corea y soltara mi arma o si no mataría a Tae.

—¿Y por qué precisamente a Taehyung y no a Jungkook?

Yoongi aguarda un momento para contestar.

—Él pensaba que Tae era mi amante. Nunca quise exponer a Jungkook así que le dije que la persona con la que estaba saliendo era con él. Pensó que me había fugado solo y cuando vio a Jungkook... Yo solo pensé que estaba jodido, entre la espada y la pared. Le pedí a Jungkook que nos disparara a los dos, refiriéndome a Hyunsoo y a mí, pero Jungkook...

—Él entendió "disparale a los dos", ¿eh?

La afirmación vuelve al estrado.

—Él solo actuó en defensa propia y presionado por mí. Él ni siquiera tenía por qué estar en ese lugar.

Jungkook está llorando y solo ve como Namjoon le da un apretón en la mano para intentar calmarlo.

Los miembros del jurado cuchichean levemente y luego el abogado vuelve a acercarsele a Yoongi.

—Tengo una pregunta, ¿cómo es que las autoridades no se dieron cuenta cuando entraste al país con esa arma que le diste al señor Jeon?

Los blancos dientes y sus encías rosadas se asoman levemente.

—Se sorprendería la cantidad de aliados que tenía el bastardo de Hyungsoo en los diferentes aeropuertos del mundo. Yo era uno de sus hombres de confianza, ¿qué de raro tenía que entrara a América con un chico atractivo?

Yoongi dirige la mirada a su abogado, quien se acarcia las sienes en señal de desesperación. No hay manera de salvarlo después de todo lo que ha dicho, pero Min se siente contento pues sabe que al menos, él ha salvado a Jungkook.

—Tendrás que hablarnos más sobre eso —agrega el abogado.

—Lo haré, una vez que admitan la inocencia de Jeon Jungkook.

—¿Estás nervioso? —pregunta Hoseok—. Que estúpido, claro que lo estás. Ya verás que saldrás en libertad, pequeño Jungkook.

Pero Jungkook no está preocupado por su libertad sino por la de Yoongi. Hoseok entiende su semblante y se serena.

—Oh, es por el chico, ¿verdad?

—Sí, es por Yoongi. El declaró todo por mí y ahora... Van a juzgarlo y... Aún lo amo, ¿sabes? A pesar de todo lo que me hizo.

—Estoy seguro de que él también te ama. Amar a alguien es una de las cosas más difíciles que hay en el mundo, pero expresar ese amor resulta todavía peor. Quizá las circunstancias no ayudaron y fue difícil que te demostrara cuánto te amaba en realidad.

Ambos chicos se abrazan con fuerza.

Oh, va a extrañar tanto a su amigo.

—¿Cómo estás tan seguro de que Yoongi me ama?

Hoseok resopla.

—Cuando llegué a este país no lo hice solo —comienza el mayor—. Venía junto con mi mejor amigo. Ambos teníamos el sueño de convertirnos en bailarines profesionales. Las cosas se pusieron muy difíciles, y, bueno... El intentar llevar una vida honesta ya no nos estaba funcionando, así que recurrimos a los atracos, asaltos, robos casa-habitación.

—¿Por eso estás aquí?

Con un pestañeo Jungkook entiende que es así.

—Era mi mejor amigo, Jungkook. Hacíamos todo estando juntos, siempre habíamos sido así. Pero un día en específico, las cosas terminaron bastante mal. Siempre que hacíamos "nuestro trabajo", nuestro acuerdo era que no íbamos a lastimar a nadie pero esa vez fue diferente. Entramos a casa de una anciana, era evidente que vivía sola así que pensamos que las cosas iban a ser más fáciles. No fue así... Las cosas se pusieron difíciles y por alguna u otra razón, la mujer terminó viendo nuestros rostros y aseguraba que la policía venía en camino. Ambos estábamos nerviosos, pero él reaccionó peor. Terminó golpeándola en la cabeza.
»Me dijo que sostuviera el jarrón mientras él revisaba la casa rápidamente «Sí ya hicimos esto, hay que terminarlo», yo le hice caso y lo sostuve, y no podía dejar de ver el cráneo sangrando de la mujer. Me sentía tan mal, nunca me hubiese imaginado que iba a llegar a esos extremos.

Hoseok se limpia las pocas lágrimas que resbalan por su rostro. Es la primera vez que cuenta la historia y siente que le duele tanto como la primera vez.

—¿Qué pasó después?

Suspira y continúa:

—La policía llegó y me atrapó solo a mí.

—Dios mío. Pero... ¿Dijiste que era tu cómplice?

Hoseok afirma.

—Pero el negó todo, dijo que si bien era cierto que nos conocíamos, él nunca había participado conmigo, sin embargo, que era cierto que yo lo había invitado a trabajar en conjunto. Jungkook, él fue el primero en proponer que ganarse la vida robando iba a ser la mejor opción. Me da tanto coraje tan solo el volver a pensarlo. La policía nunca encontró pruebas suficientes para inculparlo así que yo solo terminé aquí. Mandó mi amistad al carajo. Y Yoongi... Yoongi (Yoongi, ¿verdad? —Jungkook asiente—, no fue un cobarde, fue valiente y habló por y para ti, como si a él no le importara lo que le pasara a él sino lo que te fuera a deparar a ti la corte. Si no te amara, no hubiera hecho eso por ti, estar parado en el estrado no es fácil, decir la verdad tampoco lo es. Creo que esa fue la prueba de amor más grande que te pudo haber dado.

Y aunque no debe, Jungkook se siente de alguna manera afortunado.

El juez ordena que todos se pongan de pie y por respeto todos en la corte lo hacen.

Un policía entra con un sobre en la mano y se los entrega a su señoría.

—Los miembros del jurado —se aclara la voz—han tomado una decisión, así que a continuación voy a entonarlo.

Escucha su nombre.

Jungkook Jeon. Jeon Jungkook.

—Es encontrado...

Está temblando, y está seguro de que su familia y Namjoon también.

—Inocente.

Inocente. Inocente. Inocente.

Es algo increíble. Es algo que lo tiene triste y feliz al mismo tiempo. Es una emoción que no puede explicar. Un sentimiento que no sabía siquiera que existía, como si su vida hubiese recobrado sentido nuevamente.

Y entonces, todo cambia.

Min Yoongi.

—Min Yoongi es encontrado culpable por los delitos de homicidio agravado, tráfico de armas, tráfico de personas y privación ilegal de la libertad.

El policía saca las esposas y vuelve a ponerselas a Yoongi, será trasladado y ya no hay nadie que pueda salvarlo.

Ningún abogado.

Ni siquiera Jungkook.

Quiere acercarse. Besarlo. Abrazarlo. Perdonarlo. Decirle que no le guarda ningún rencor. Darle las gracias por haber declarado y haber ayudado a que lo liberaran, por haber acelerado el proceso. Pero eso no va a pasar, porque Yoongi ya no está en la corte.

Yoongi ya no está junto a él.

—Jungkook eres libre —festeja Namjoon.

Lo abraza, y luego llegan sus padres a abrazarlo con tanta fuerza que siente que sus ojos se le saldrán de las cuencas.

—Soy libre.

Aunque en el fondo, desearía que Yoongi gozara de la misma libertad.

—Sí, soy libre.

«burden» ; yoonkookWhere stories live. Discover now