Juntos, contra todo. #2│Federico Vigevani. (EDITADA)

Capítulo 21// Memorias de la niñez

Esa noche ambos dormimos en la habitación de Sylvia, ya que el padre de Fede tenía unos viajes pendientes y ella prefirió que ambos nos quedemos en su habitación, y luego de una noche de histeriqueo - evidentemente - Federico me confesó que tenía planeado irnos un par de días a Argentina. 

─ Amor literalmente traje la valija más chica del planeta ─ le dije al chico 

─ Bebé, Nicole se va a quedar en casa para hacer el control de daños de que no aparece hace mil días en los vlogs, ¿realmente querés estar con ella todo ese tiempo? ─ negué ─ podemos al menos comprarnos algo de ropa, si querés. 

Lo cierto es que ir a comprar en uruguay era una actividad pendiente de mi vida, por mis cortas estadías en el lugar, fue muy divertido recorrer el lugar donde Federico había vivido su niñez y compartir esos momentos a su lado, conocer los lugares favoritos de niño de él.

─ ¿En serio? ─ dije sorprendida

─ Si, acá fue mi primer beso. ─ presumió ─ ¡No te rías! Fué un buen momento, aunque claramente en ese tiempo este lugar no estaba cubierto de barro, y claramente no tenía tiempo como para hacer la gran proposición que te hice a vos ─ me sonrió 

─ Ay! No digas así me haces quedar mal ─ reí ─ si me hubieras pedido ser novios acá mismo te hubiera dado la misma respuesta, las dos veces. ─ le dije sonriendo y él se acercó hacia mi para besarme. 

Ahora caminabamos tomados de la mano, habíamos regresado a la casa para dejar las cosas y luego salíamos a caminar por la ciudad. 

─ ¿Y tu primer beso? ¿Cómo fue? 

─ ¿Quedaste perseguido con esa, Vigevani? ─ reí. 

─ Solo tengo curiosidad... 

─ Bien, fue en el cumpleaños de mi mejor amiga, a los diecisiete. Ya se... No es un momento que quiera recordar, para nada romántico y muy incómodo. 

─ Uh..─ pronunció únicamente. ─ ¿Puedo hacer un comentario cliché?

─...lo vas a hacer de todos modos...

─ Bueno.. ─ se aclaró la gargantay acomodó su postura ─ Quisiera darte mil besos, de modo que borres esa mala experiencia. ─ yo reí, porque me ponía nerviosa hablar de esos temas y las frases cliché de Federico, y en parte también porque nunca había sabido como reaccionar ante esas demostraciones verbales de amor. Él pareció notarlo, porque tímidamente me colocó una mano en la mejilla y deslizó un par de dedos por ésta, la mano eventualmente se colocó detrás de mi cuello y tiró de él en dirección a mi novio. ─ t/n te daría tantos besos... y si con mis besos pudiera borrar cada marca de dolor te juro que jamás me detendría, te besaría completa, para borrar lo que desearas ─ agradecí a todos los santos cuando tiró de mi para besarme, porque no habría sabido como responder ante eso. 

Ese día fue corto, pero intenso, y feliz. Uno de los momentos que más atesoro en mi memoria.