Capítulo 20: Nunca deje de amarte.
Helena...
-¡Cristián no! No me dejes por favor, no puedo perderte de nuevo, no de esta forma-le ruego mientras coloco mi cabeza en su pecho para asegurarme que su corazón sigue latiendo y lo hace, pero muy lentamente.- Una cosa es que no estés conmigo, pero no soportaría que te vayas de este mundo. Quédate conmigo por favor, te lo ruego, solo resiste un poco más; la ayuda ya viene en camino.
La sangre sigue brotando sin control y cada vez luce más pálido, así que coloco mis dos manos para ejercer más presión sobre la herida.
-No solo yo necesito que estés vivo, imagínate que va a pasar con tu mamá y con Emily. Sabes que ellas, pero sobretodo tu mamá, no resistiría ver qué alguien más a quien ama tanto, muera. Y si soy sincera, ni yo misma lo podría soportar; ¿y sabes por qué? Porque apesar de todo nunca deje de amarte. Me escuchaste, nunca deje de amarte.
-Señorita necesito que se aparte-me pide apareciendo de repente un paramédico a mi lado mientras otro me ayuda a ponerme de pie y pide que me den algo para que pueda limpiarme toda la sangre que escurre por mis manos.
-¿Va a estar bien, verdad?-le pregunto a la mujer paramédico que se acerca a mí con una toalla humeda y me ayuda con la sangre.
-Lo estará cariño; ahora vamos, sube a la ambulancia y me encargaré de tu herida en el trayecto.
Luego de eso salimos a toda velocidad hacia el hospital y no puedo hacer más que observar como los paramédicos trabajan sobre Cristián y me impiden acercarme a él.
Las lágrimas continúan fluyendo mientras escucho que ha perdido demasiada sangre y que lo estamos perdiendo y eso solo hace que mis sollozos sean más fuertes.
-Todo va a estar bien-me consuela la mujer que se encarga de la herida en mi cabeza.- Él va a estar bien.
-Es que no lo quiero perder, no lo soportaría.
-Y no lo perderás, ya lo verás-esas son sus últimas palabras antes de que la ambulancia llegue al hospital y bajen rápidamente a Cristián.
-Resite por favor, te lo ruego-le pido de nuevo mientras corro a su lado hacia donde sea que los paramédicos lo lleven.
-Señorita no puede entrar aquí, necesita quedarse en la sala de espera-me dice una enfermera mientras me aparta de la camilla.
-¡No ¡Yo quiero entrar con él! ¡Cristián!-les grito intentando separarme de ella, hasta que la paramédico que viajo en la ambulancia con nosotros me toma fuertemente del brazo derecho para detenerme; lo que me provoca un grito y un increíble dolor que casi hace que me desmayé.
-También está herida-exclama la paramédico para atraer la atención de una de las enfermeras mientras me sosteniene para que no caiga al suelo con una de sus manos llena de sangre.- Rápido, traigan otra camilla.
Y eso es lo último que escucho antes de que todo se torne negro.
***********
Sierra...
-¿Qué rayos sucedió aquí?-me pregunta Erick cuando llegamos al departamento y observamos la puerta de entrada que luce maltratada como si alguien la hubiera golpeado y pateado.
-Pareciera como si alguien hubiera querido entrar a la fuerza-le respondo mientras abro rápidamente la puerta y comienzo a gritar.-¡Helena! ¡Helena! ¡Helena!
-Ella no está por ningún sitio-le digo a Erick sintiéndome muy asustada, luego de que he recorrido todo el departamento.-¿Y si alguien entro y le hizo daño? ¿Y si fue ese chico de ayer? Su cuarto está todo tirado, como si hubiera estado buscando algo.
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Tú eres la razón. (#FixYou2)
Teen FictionGanadora del tercer lugar del concurso Christmas Nightmare 2018, organizado por @_IKI_. En la categoría: Novela Juvenil. *********** Ella estaba rota. Él la reparó. Él se enamoró y logró ayudarla a rearmar los pedazos de su roto corazón. Después, vi...