CAPITULO VIII: "Eres tú... Soy yo"

894 110 50
                                    

[RUGGERO]

Amor, ¿está todo bien? No dijiste ni una sola palabra en todo el camino - me dijo Miriam un tanto preocupada.

Estoy bien, sólo pensaba en algunas cosas – le respondí un tanto desinteresado y dejándo las compras sobre la mesa de la cocina.

¿Y qué pensabas?

Sólo cosas, cosas mías - le dije elevando mi tono de voz.

Ok, ok, no te pregunto más, pero necesito que hablemos, hoy has estado muy extraño, no eres el mismo de siempre, y quisiera saber qué es lo que te pasa, pero está bien, no te pregunto más – dijo- bueno cambiando de tema – continuó – quería preguntarte sobre la chica que estaba en el supermercado, ¿la conoces?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

¿Porqué crees que la conozco? - responder con otra pregunta, siempre funciona.

Bueno, tal vez porque parecería que estaban hablando, ¿o no?

No, no estábamos hablando.

Humm... ¿sabes algo? A mi me resulta familiar, en algún lugar la he visto, pero ahora no recuerdo en donde.

¿En serio? - respondí.

Sí, pero bueno, ya me acordaré.

¿El mundo puede ser tan pequeño como para que Miriam conozca a Karol de algún otro lado? No creo que el destino sea tan cruel como para hacer este tipo de jugadas, ¿o sí?

Dos mío, todo este asunto me tiene completamente confundido, hasta hace poco mas de 12 horas mi vida era una, y de pronto, así sin avisar,una sola persona ha venido a cambiarlo todo. Y estoy sintiendo tantas cosas que son nuevas para mí, una energía increíble, un calor nuevo, una necesidad extraña de ella, como si algo dentro de mí necesitara conectarse con ella. Necesito respuestas y tengo la mejor de las soluciones, su cartera. Seguro en ella viene la dirección de su casa, su teléfono, todo. ¿Será que es muy tarde para localizarla? ¿o para llamarle?, me escucho y no me lo creo, parezco un adolescente tratando de convencerse de llamar a la niña que le gusta para invitarla a salir, pienso en esto y no puedo evitar sonreír.

Me da gusto verte sonreír de nuevo – me dice Miriam abrazándome.

Lo sé – le respondo desinteresado.

Tengo que salir de ahí, necesito abrir esa cartera.

Voy al baño, ahora vengo - le digo liberándome de su abrazo.

Ok amor.

Entré en el baño y rápidamente busco la cartera en mi bolsillo. Una cartera negra, nada glamorosa, sencilla con pocas cosas en ella;puedo ver una foto de una mujer sonriendo y en su regazo una linda niña en un hermoso vestido blanco, puedo asegurar que es Karol, esos ojos verdes los podría reconocer en cualquier lado, la foto luce muy desgastada, y algo rota, tal vez la mujer que la carga sea su madre.Había unos cuantos billetes de baja denominación, algunos tickets de pago, no hay tarjetas de crédito.. y ahí está lo más valioso para mi: su identificación. Lo primero que pude ver fue su foto,Dios mío, es que hasta en esa foto se ve hermosa, tenía una ligera sonrisa, aunque sus ojos parecían tristes; me quedé mirándola varios minutos, es que es tan bella, no me canso de verla; reaccioné y puse mi total atención en su dirección. Es que no puedo creerlo,¿está a tan solo 2 calles de distancia? Conozco perfectamente ese edificio de apartamentos, estaría ahí en menos de 5 minutos, es posible que ya se haya dado cuenta de que no tiene su cartera... ¿qué hago? ¿Me presento así, sin más, en la puerta de su casa? ¿Voy ahora mismo? ¿o espero a mañana? ¿qué le diré cuando la tenga frente mío? ¿QUÉ HAGO? ... Pero, un momento, hay algo mucho más importante primero, ¿con qué excusa salgo de aquí? Esto es más complicado de lo que imaginaba, no sé que es lo que pase, sólo sé que hay una voz dentro de mí que me grita desesperadamente que todo esto valdrá la pena.

"Un café para dos" Where stories live. Discover now