CAPITULO IX: ¿Almas gemelas?

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[RUGGERO]

Estaba tan cerca de ella, no tengo control de mi cuerpo, mi olfato solo percibe su delicado perfume, es dulce y suave.. quería pensar que algo estaba comenzando, pero la realidad es que mi corazón lo sentía más como un reencuentro, como si, de repente, se sintiera completo otra vez... me dejé llevar por mis sensaciones, las cuales ni siquiera entendía, fui hasta su oído y sin poder controlar mis palabras, una frase salió del fondo de mi ser: "por fin te encontré, eres tú".

Al terminar de decirla, abrí mis ojos al igual que ella, nuestras respiraciones seguían agitadas, nos quedamos mirando, nuestros alientos eran compartidos, ¡Que maravillosa sensación!, jamás había sentido algo así en mi vida.

Le costaba hablar, al igual que a mi, aun así, con su linda voz,susurró:

¿Qué?

¿Qué? - respondí.

¿Que dijiste?

No sé, osea sí se lo que dije, pero no tengo ni idea de porqué lo dije.

Y dejó entrever una maravillosa sonrisa en esos increíbles labios y después me miró...

Y yo no tengo ni idea del porqué entiendo perfectamente lo que dices.

¿En serio?

Si, en serio, que extraño ¿no?

Los dos comenzamos a reírnos y después de unos segundos quedamos en silencio, ninguno de los dos quería despedirse, no queriamos que ese momento terminara, y entonces, sonó mi celular.

Ella dio un largo paso hacia atrás y bajó su mirada:

No te entretengo más, hasta mañana.

No tuve ni tiempo de responderle, cuando ella ya había cerrado la puerta. Saqué el celular y si, era ella.

¿Hola?

Amor, ¿todo bien? ¿Cómo va todo por allá?

¿Cómo va todo? ¿De qué me hablas? - me sentía confundido, después de lo que acababa de pasar, me costaba trabajo regresar a este mundo.

¿El Restaurant? ¿La emergencia que te dijo Claudia? ¿Qué te pasa?

Había olvidado por completo la mentira que le había dicho a Miriam para poder venir a ver a Karol y estaba apunto de arruinarlo.

Si, si, perdón es que estoy algo ocupado, te llamo en un momento – le dije esperando me creyera.

Ok amor, no te preocupes, espero que todo esté bien. De cualquier manera yo te espero aquí para que me cuentes todo, ¿ok? Te amo.

Ok, llego en un rato, ciao.

Bueno, es oficial, soy un mentiroso, hipócrita y ruin. Miriam no se merece esto, no se merece que le mienta, ni tampoco Karol, ni yo. Si sigo con estas mentiras sólo conseguiré, en algún punto, no poder salir de ellas y lo peor puede pasar. Necesito pensar, y sé perfectamente a donde tengo que ir.

Fui directamente al Restaurant, eran cerca de las 21:00 hrs, el lugar estaba abarrotado. Afuera había una fila como de 14 o 17 personas, pude reconocer a la mayoría, eran clientes frecuentes. Casi todos me saludaron amablemente, así que levanté mi mano y con gesto amable entré al lugar. Sin mirar a nadie me fui directamente a la cocina, crucé las puertas y sentí las miradas de todos, no miré a nadie y seguí caminando hasta llegar a un cuarto que acondicioné para que fuera mi oficina, bueno la verdad es que la mayoría de las veces era como un santuario y muchas otras mi refugio.

"Un café para dos" Where stories live. Discover now