Capítulo 20

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Narrador externo:

Un mes antes...

Amaya estaba esperando en la puerta del instituto, hasta que al fin vió a Sonia.

- Amaya. ¿Qué tal las vacaciones?

-Como siempre, supongo- ese como siempre, se refería a echando de menos a Jacob. Era una tontería, pero se sentía sola en vacaciones, ya que sus amigas se iban de viaje y se quedaba sola con sus pensamientos- ¿Y tú, qué tal?

-Cortas. Sólo han sido dos semanas.

Amaya sonrió. Prefería que fuesen cortas.

Allí estaba Jacob. Hablando con sus amigos. Estaba Joey, Eric, y otros chicos que no podía distinguir, ya que estaban de espaldas a ella. Amaya intentaba disimular, pero la mirada se le iba automáticamente en dirección a Jacob.

Unos gritos la interrumpieron. Era Estefanía, o Estef, para sus amigas. Siempre tan eufórica.

-¡¡Chicas!! ¿A qué no sabéis que?

-No- dijo Amaya, cortando toda la energía de Estef.

-Me han dicho que van a hacer una fiesta este finde.

-¿Qué tipo de fiesta?- preguntó Sonia.

-Ni idea.- mintió Estef. Preferia dejarlas con intriga, pero al menos, no funcionó con Amaya.

-Vaya mierda- dijo Amaya, intentando no distraerse de las películas que se montaba en la cabeza de como empezar a hablar con Jacob.

-Tan cortarollos como siempre- dijo Estefanía mientras se colocaba la mochila correctamente.- lo único que sé, es que será en el local donde trabaja el padre de Carlos.

-Ese local no me da mucha confianza- confesó Sonia.

-De todas maneras...¿Se supone que estamos invitadas?- preguntó Amaya. Fuese la respuesta que fuese, sabía que no iba a ir. Carlos era de los chicos "guays", aunque a Amaya no se lo pareciese. Todos sus amigos, incluido el, le daban asco.

-¡Si!- dijo Estef, claramente emocionada.

Desde lejos, vieron cómo se acercaba Melisa. Estef y ella eran las mejores amigas dentro del grupo, a pesar de que no se pareciesen en casi nada.

-¡¡Mel!!- chilló Estefanía, mientras movía el brazo para hacerle señal.

Melisa se apresuró en ir y saludar a sus amigas.

-Hola- dijo, tan tranquila y relajada como siempre.

Estefanía le contó lo de la fiesta. Al principio, no le pareció una gran idea, pero Estef tenía un don para convencer, al menos a Melisa.

-¿Y vosotras? ¿Qué decís? ¿Sonia, Amaya?

-Yo si es una fiesta para alcohólicos paso.

-Que yo sepa no.

-Que tu sepas- resaltó Amaya- A pesar de todo, puedes ir y no beber. Si los demás beben es su culpa. - dijo, animando a ir a Sonia. A pesar de que a Amaya no le gustasen las fiestas de ese rollo, sabía que Sonia se lo pasaría bien.

-Venga, vale.- dijo Sonia sonriendo.

-¿Y tu Amaya?

-Lo siento, inventaría una escusa, pero es que me parece una mierda.

Las chicas entraron a clase. Estaban todos sentados en sus correspondientes sitios, y eso quería decir que Mel estaba junto Estefanía.

-Oye. ¿No crees que a Amaya le pasa algo?-dijo Estef, algo preocupada.

-No. Bueno, puede ser. La gente cambia.

-Mel, no ayudas.

Estefanía de verdad que Amaya fuera con ellas a esa supuesta fiesta. Quería animar un poco a Amaya. La veía apagada.

En el intercambio de clase iría a hablar con ella, con la intención de convencerla.

Amaya estaba haciendo garabatos cuando el timbre sonó.

-Amaya.

-Que.

-Si te pasa algo puedes hablar conmigo. Con nosotras.- dijo Estefanía. Amaya había querido oír esas palabras desde había tanto... Pero no era algo que ellas puedes en hacer. No es legal secuestrar a una persona y obligarle a quererte, y era lo único que necesitaba Amaya.

-Gracias Estef. Estoy bien.

-¿Y por que no te vienes el Sábado a la fiesta?

-No me gustan las fiestas. De verdad, gracias- dijo Amaya con un tono serio. No estaba para bromas, y más, viendo que Nayara se había rizado el pelo. No tenía celos, era una especie de tristeza que escavaba un hoyo en su alma.

Estefanía se fue. No quería molestar. Puede que fuera eufórica en algunas situaciones, pero no le gustaba molestar, y menos a sus amigas.

-¡Ey! ¡Pst!- gritó Amaya a Sonia, que estaba dos mesas más atrás.

-¿Que pasa?

-¿Por qué quiere que vaya? Sabe que odio las fiestas y a esa gente.

-A mi no me preguntes. Supongo que le apetecía pasar un rato las cuatro juntas.

-Supongo... Si queréis puedo ayudaros a elegir la ropa, o algo así por el estilo. Pero yo a la fiesta no voy.

-No te preocupes, no hace falta- se rió Sonia.- ¿Pero por qué le tienes tanta manía?

-Realmente no lo sé. Supongo que como les caigo mal, ellos me caen peor.- dijo Amaya, sonriendo. Esa sonrisa que en una semana, estaría extinta.

Punto y comaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora