mi rosa negra (Snarry)

te escogi por ser diferente a las demas rosas, tu eres unica

Aquel canino de pelaje negro se allaba aburrido gracias a que estaba encadenado en aquel poste, después de un rato su dueño apareció con un muchacho que jamás había conocido, inclinó su cabeza a un lado mirando al otro individuo confundido para posteriormente dejar a relucir sus afilados dientes.

Sirius tranquilo-. Se agachó mi amigo  y y me acaricio el lomo, logrando su cometido de calmarme-. Harry Potter el es Sirius mi perro, Sirius el es mi novio Harry Potter-. Yo empezé a oler los zapatos negros del de lentes.

Es para reconocerte-. Aclaró mi padre haciendo que el Potter dejará de estar nervioso-. ¿No te importa si llevo a tu casa a Sirius verdad?-. Preguntó.

Claro que no, puedes traerlo-. Sonrió levemente.

Gracias amor-. Sev beso a su media naranja, yo solo veía la escena un poco alegré agitando mi cola de un lado a otro sentado.

¿Eso fue cómo cuando nosotros restregamos la nariz a nuestra pareja?-. Está y otras preguntas rondaban por mi mente, mi  dueño y su novio emprendieron camino a  la casa del de lentes que no quedaba tan lejos de aquí, el ojiesmeralda abrió la puerta dando paso a aquella vivienda.

Wow parece que es una mansion-. Comento mi dueño impactado, la casa tenía un tapiz de color zafiro, las paredes  blancas, las escaleras eran tablas separadas, una arriba y otra abajo con la diferencia de que estas no tenían la parte de enmedio, las ventanas relucian y las cortinas carmesí daban un contraste perfecto, sillones de cuero cafes, una pantalla plasma pegada a la pared, muebles con trofeos de campeonatos de voleibol.

No lo es, solo le puse mi toque, todo por el único ideal -. Le guiño el ojo a mi amo.

Cursis-. Pensé dando un ladrido, cortando el romanticismo.

A de tener hambre, lo bueno que traje su plato-. Informo nervioso llendo a la cocina, sacando mi traste favorito junto con las croquetas, sirviendo lo y poniéndolo en el piso, yo muy gustoso empecé a comer.

Bueno ¿Ahora qué hacemos?-. Pregunto Harry.

No lo se, tú me invitaste-. Contrataco mi jefe.

Ya se, veremos películas-. Sugirio,   mi padre solo se agachó acariciándome el estomago para posteriormente irse a una habitación, poco tiempo después se escuchaban diálogos  humanos muy cómicas, luego risas por parte de la pareja, después todo estaba en silencio hasta que escuché ¿Gemidos y jadeos? Corrí hasta allí encontrándome a mi amo debajo de su novio con las manos sugetadas al colchón de la cama de cobijas amarillas por una cuerda amarrada a la pata de la cama, su camisa desabotonada con marcas de mordidas, su rostro recargado el el colchon sonrojado con los ojo cerrados con placer.

N no es lo que parece Sirius-. Yo solo salí incómodo de la pieza regresando a mi lugar tratando de quitar aquellas imágenes.