👑100% Tuyo | Yoonmin/JimSu

Día 3

-Park ven un momento – pidió el pelíazul con voz de mando

Se encontraba en su habitación trabajando en su Laptop. Tenía que hacer un nuevo logotipo para el café por el aniversario de éste

-Hyung me dijo que no entrará a la habitación… - susurro a lo bajo el pequeño híbrido asomando su cabeza en la entrada del dormitorio

Yoongi suspiro pesado, se quito las gafas que usaba para que la luz de la pantalla no lastimara sus ojos y vio al pequeño sin ninguna expresión en el rostro

-Cuando este yo, si puedes entrar. Cuando no esté, tienes prohibido hacerlo Jimin

-P-perdone Hyung…

El pequeño, con pasos lentos, entró a la habitación de Min, se coloco a lado de este y vio la pantalla

-¿Para que me ocupa? – preguntó curioso

-¿Te gusta el logotipo?

El mayor mostró la imagen en medio de la pantalla al menor. Éste sonrió alegre.

-Es muy lindo, ¿Usted lo hizo?

-Si, eso he estado haciendo toda la tarde

-Debería descansar Hyung, esa cosa lo va a dejar ciego aun trayendo esos lentes puestos. Mi amo me decía que la tecnología nos comería el cerebro a todos

-Pues tu amo esta en lo cierto. Una vez que estoy pegado a esto, es complicado librarme. Aunque es cierto que el control, al final, lo debes de tener tú, no está maquina

-Mi amo decía que las personas que usan mucho estas cosas se vuelven estúpidos…

El pelíazul volteo a ver al híbrido un poco serio.

El menor lo vio y agacho rápidamente la mirada.

-No digo que usted sea estúpido-

-Cállate mejor y vete. Solo necesitaba que me dijeras si te parecía atractivo o no

-Claro que me parece atractivo Hyung, ya se lo dije, su espalda es la que más me gusta. Aunque cuando lo he abrazado siento su cuerpo muy-

-El logotipo Jimin, ¡No yo! – grito frustrado el pelíazul con las mejillas rojas

-Ah, sí, también es atractivo. Bueno, lo esperare para cenar Hyung

El menor salió corriendo de la habitación, cerrando la puerta.

Yoongi suspiro aún sonrojado, guardo el documento donde se encontraba el logotipo en una memoria USB y la guardo en su bolsillo. Salió directo a la cocina para hacer algo de cenar.

(…)

En toda la cena no dijeron ni una palabra. Era algo normal entre ellos. A Yoongi no le gustaba ser molestado mientras comía y a Jimin le gustaba el silencio mientras cenaba. No era un silencio incomodo el que se sentía en aquel comedor, más bien era tranquilo.

-Jimin, tengo algo que decirte – dijo Min dando el último trago a su vaso con leche

-Dígame Hyung – miro atento al pelíazul 

-¿Sabes memorizar las cosas? ¿Y ser bueno con las personas?

-Yo… tengo una buena memoria, pero nunca he tenido suerte con las personas por… mis orejitas y cola

-Bueno, si las cubres, ¿Hay algún problema?

-Cuando estaba en la escuela lo hacía y siempre me llevaba bien con los profesores, pero por alguna razón mis compañeros no me hablaban – dijo el pequeño cabizbajo, jugando con sus manitas debajo de la mesa, un poco triste

-Bueno, eso servirá al menos por ahora – suspiro el mayor, viendo fijamente al contrario – en mi trabajo necesitamos a alguien que atienda las mesas. La persona que trabaja los fines de semana no podrá asistir, así que me comprometí a encontrar a alguien que nos ayude, o bueno, a mi jefe, ya que yo no trabajo esos días

-¿Quiere decir que yo…  que yo trabajaré donde usted? – preguntó emocionado el menor

-Si, pero yo no estaré ahí. Tal vez solo te ayude las primeras veces pero después te dejaré solo. No son mis días de trabajo y no pienso hacerlo gratis

-Pero yo quiero estar con usted. No quiero trabajar estando solito, así que no acepto – se cruzo de brazos el menor, formando un puchero con los labios. Estaba molesto y aún así se le veía tierno

-Jimin, vas a ir a trabajar. Solo serán unos cuantos fines de semana y ya. Además, te has comido toda la comida que tenía en el refrigerador, por lo tanto tienes que conseguir dinero para pagarme todo lo que consumiste.

-Pues ya no como y ya – respondió sencillamente el pelinaranja

-Aunque no comas, vives aquí y debes aportar algo. A penas y tengo dinero para mantenerme

-Pero Hyung, usted me dijo que soy un pulgoso. Alguien con pulgas no puede estar trabajando en esos lugares. Además, ¿que tal si alguien me descubre? ¿Y cómo ocultare mis orejitas si no puedo usar gorra en horas de trabajo? Aunque no lo parezca, se muchas cosas señor

-Eso no lo había pensado… - susurro el mayor, ignorando los demás comentarios dichos, tocando su barbilla en seña de pensamiento – te pondrás una Gorra que está en el almacén. Anteriormente las usábamos pero eran estorbosas. Le pondré el logotipo enfrente y ya, resuelto. Ahora ve a dormir, mañana te despertare para que vayamos al trabajo y te enseñe como hacerlo.

El menor chilló a lo bajo, se levantó de la mesa, recogiendo sus trastes y poniéndolos en el lavadero, para ir al sofá y cambiarse la ropa, quitándose primeramente la camisa azul que tenia puesta.

-¡Jimin! ¿P-puedes esperar a que me vaya?

-Oh Hyung, no me diga que le da vergüenza. Yo ya lo vi sin camisa, así que usted puede verme sin la mía

El menor saco su ropa completamente, dejando ver unas cuantas cicatrices en su espalda. Busco entre las cobijas del sofá su pijama.

Yoongi lo miraba embobado. Le gustó la forma del cuerpo que el híbrido tenía. No estaba tan delgado pero tampoco tan fuerte. Era un cuerpo promedio. Uno que le gustó mucho.

-Jimin…

-¿Qué sucede Hyung? Venga, ayúdeme a buscar mi pijama

El mayor acepto y se acerco al pelinaranja. Busco entre las sábanas y cobijas, sin encontrar la pijama del menor.

-¿Estas seguro de que no la dejaste en otro lado?

-Le dije que tengo buena memoria Hyung… ¡Ah! Ya se donde esta

El pequeño fue al mueble a lado de la televisión, lo abrió y de entre libros, sacó su pijama

-Lo deje aquí porque no tenía donde ponerlo. Es un nuevo lugar así que olvidé donde estaba. Quiero tratar de dejar el sofá limpio como usted lo hace con su cama, pero no tenía donde guardar mi ropa

El pelíazul pasó saliva duro, sintió un vuelco en su estómago. Ver al híbrido decir esas cosas como si fuera cualquier cosa le lastimo.

No era ya un híbrido abandonado en la calle. Él tenía ya un hogar donde dormir y comer, pero por alguna razón le dolía que el pequeño estuviera arreglándoselas para tratar de mantener todo en orden.

-Jimin, yo-

-Vaya a dormir Hyung, no quiero que mañana esté de mal humor sino me regañara si me equivoco en algo en el trabajo. No me gusta verlo enojado conmigo

Yoongi agarro su nuca incomodo y simplemente se dirigió a su habitación. Tenía un lío en la cabeza sobre si dejar dormir a Jimin con él o no. Aunque sonara tonto seguir dudando en dejarlo dormir con él, el mayor tenía sus razones para no permitirlo. Sabía que ya había pasado mucho tiempo de estar con él híbrido de gato sin que éste tuviera su temporada de celo.