👑100% Tuyo | Yoonmin/JimSu

Día 4 (PT. 4)

-¡¡Aah!! – Yoongi despertó de golpe, con la respiración acelerada y sudando. Le tomó unos segundos asimilar el lugar en donde estaba y, como un rayo, se levantó de la cama corriendo hacia la sala

Al llegar no vio al híbrido, por lo que se asusto más hasta que escucho un pequeño sollozo provenir de atrás del sofá
Yoongi se acerco y pudo notar gracias a la luz de la luna que traspasaba por las ventanas y a los rayos, la silueta del pequeño, abrazando una de las playeras que Yoongi le dio.

-Hyung… ¿Dónde está Hyung? Tengo miedo

-Jimin…

-¿Por qué Hyung grito? ¿Por qué no puedo ir a salvarlo?
-Jimin – volvió a llamar el mayor – s-soy yo, Yoongi

El menor levantó la mirada, encontrándose con la del peliazul. Se levantó rápidamente y lo abrazo con miedo.

-Yoongi... ¿Usted no me va a dejar solo verdad?

-No, yo no… no te dejaré solo
Estuvieron unos minutos abrazados, escuchando la fuerte lluvia y la tormenta que parecía no tener fin.

-Ven, vamos a mi habitación a dormir

-P-pero Hyung, ¿Dónde dormiré?

-En mi cama. No te preocupes, no me molestare si estas en ella

-P-pero-

El mayor agarro la mano del híbrido y se dirigieron a la habitación. Cerraron la puerta y el mayor se recostó en la cama

-Ven, debes de dormir para que mañana regreses al trabajo
El menor, nervioso y dudando, se acerco a la cama y se acostó en la orilla, casi cayendo de esta.

-Ya Jimin, no seas exagerado, te dije que no hay problema
-N-no es eso Yoongi, es solo que… no quiero que sucedan otras cosas

-¿Cómo que?

-¿Recuerda la platica de esta mañana? Yo no quiero que pasen esas cosas entre nosotros… Usted no quiere estar con alguien como yo…

-Ah de eso hablas – suspiro el mayor. ¿Tan pervertido lo creían? – No sucederá nada, te lo prometo. Dormiras aquí esta vez mientras se calma la lluvia y ya. Yo are lo mismo así que deja de pensar eso y duerme

El menor asintió y se recorrió un poco para estar más cerca de Yoongi. Éste le acaricio la cabeza y el menor fácilmente quedó dormido. Min lo vio por unos segundo, quedando poco a poco dormido con una sonrisa en los labios.

(...)

-Jimin…

-Hyung…

El mayor abrazo más el cuerpo del contrario mientras que éste acariciaba la espalda del mayor

-Jimin… ah – abrió los ojos como platos, analizando la situacion

El menor solo tenía puesta la playera pero sin pantalón; mientras que el peliazul era al contrario, tenia el pantalón pero la playera del pijama no.

-Hyung, acuestese – habló adormilado el pequeño en su cama, tayando sus ojos

De pronto, un raro olor llegó a las fosas nasales de Yoongi. Era un extraño olor pero, de alguna forma, era dulce.

-Mi mano esta… ¡demonios! – el peliazul se levantó de la cama y se dirigió al baño para lavar su mano. Esta tenía un líquido espeso blanco.

-Hyung, ¿Sucede algo? – preguntó un Jimin más despierto

-Si, no, … estoy bien, no te preocupes

El menor solo se acomodo en la cama, embriagandose de la mezcla de olores en ella. Sintió lo tibio del lado de donde dormía Yoongi y se recostó ahí, sonrojándose.

-Yoongi…

El mayor salio un poco más tranquilo del baño. Vio a Jimin y después la ropa tirada.

Recordó lo que había pasado a noche. Llevo a dormir al pequeño a su cama y… y nada más. No recordó haber echo algo con él o siquiera consigo mismo

-Jimin… ¿Qué Mierda pasó anoche?

-Usted me dijo que durmiera aquí

-Si si, pero antes, ¿Qué sucedió?

-Pues… yo estaba detrás del sofá porque estaba asustado por las tormentas. Despues escuche un grito suyo y comencé a llorar. Pero luego fue por mi y me trajo aquí… cierto Hyung, ¿Por qué grito? ¿A usted también le dan miedo las tormentas?

-No, no me dan miedo, es solo que… tuve una pesadilla

-Ah, yo también tuve una, ¿Quiere que la compartamos?

-Yo… preferiría no decirte que fue…

-No sea miedoso Hyung. Mire, yo le contaré primero, aunque no recuerdo mucho.

El pequeño le contó a su Hyung que soñó con él lugar donde avitaba. Mencionó que se encontraba con su dueño y ambos se divertían mucho, pero que de pronto todo oscureció y se encontraba él en la calle, con miedo. Su Hyung lo había abandonado y no sabía donde se encontraba.

-Ya no me siento mal por eso porque ahora lo tengo a usted… pero… no quiero que usted también me abandone. Creí que ayer lo iba a hacer cuando me grito…

El mayor estaba completamente confundido. No sabía que había sido real y que no. No sabía si tuvo una pelea con Jimin, si este se fue de la casa por un corto tiempo, o siquiera si Jimin había sido apuñalando. Esto último supuso que no, pero las dudas lo carcomían

-Jimin

-¿Qué sucede?

-Quítate la playera

-Ah Hyung, es un pervertido – dijo el menor sonrojado

-Tonto, solo necesito ver algo – el mayor se acerco a él y levantó su camisa. Reviso su estómago y pecho pero ambos estaban intactos.

Suspiro aliviado

-¿Qué tiene Yoongi? ¿Quería ver mi cuerpo? Si quiere puede verme bañar para que lo aprecie más

-¿Eres un hibrido o un depravado? A veces en serio me sorprenden tus frases

El menor río divertido y salió de la cama para ducharse.

Yoongi no podía estar en paz sin saber que había pasado, así que tomó aire y le preguntó al menor mientras éste se bañaba.

-Pequeño, ayer… ¿Ayer te encontré en la banqueta verdad? Estaba lloviendo

El menor, sin comprender la repentina platica del contrario, contestó

-SI Hyung…

-Y luego entramos a casa y… ¿Peleamos?

-S-si, usted me asusto y, cuando me llamó Park, en verdad creí que estaba furioso conmigo, así que salí de la casa. Perdone

-No no, tranquilo, pero… ¿Qué pasó después?

-Si que tiene mala memoria señor. Usted me estuvo buscando por toda la calle. Cuando llego al café, según usted para pedirle ayuda a Namjoon, me encontró ahí, tomando una malteada y platicando con su… nuestro jefe. Se echo a llorar y me abrazo, diciendo que no me volviera a ir así y que no volvería a hablarme como hizo. Yo acepte sus disculpas y regresamos a casa.

-¿E-en verdad llore?

-No – río el menor divertido – solo quería decir eso. Pero todo lo demás si paso. De hecho, Namjoon dijo que tenía que hablar seriamente con usted. Y por cierto, ¿Ya vio la hora?

El mayor reviso su celular, percatandose de que faltaban diez minutos para las diez y media.

Los dos se apresuraron a hacer sus cosas y a repetir el transcurso del día anterior. Evitando lo último.