la verdad escondida

Capitulo 9: el regreso

Los primeros rayos de luz entraban entre las cortinas llegando a la cama despertando a Yuudai, a su lado, la mujer con la que había compartido una noche de pasión como ninguna otra, ahí estaba Madoka, durmiendo plácidamente, con una sonrisa, tapada por el edredón y abrazada a Yuudai, ambos compartían esa cama completamente desnudos y Yuudai sabía que después de esto, todo saldría bien, pero por desgracia esa felicidad duro muy poco

-señor Yuudai

Dijo un sirviente interrumpiendo en el cuarto

-siento molestare en esta tranquila mañana y más cuando tiene visita pero se trata de su hermano Fudo, su estatua esta brillando como cuando Kanaye despertó

-mierda

-¿Qué va a hacer?

-que va a ser, tendré que ir a dar con él, como no razone tendré que hacer lo mismo que con Kanaye

-¿Qué ha pasado Yuudai?

-uno de mis hermanos está despertando y tengo que ir a por él

-¿pero qué vas a hacer?

-intentar convencerlo de que no haga tonterías en caso que no haga caso tendré que hacerle lo mismo que a mi hermano

Yuudai se levanto de la cama, fue a su armario y se vistió abrió un portal delante del

-hasta dentro de un rato

Atravesó el portal apareciendo en el planeta rojo, se fijo en el paisaje, el despertar no había avanzado mucho, Yuudai desplego sus alas e hizo que su armadura apareciera mientras invocaba su sable "el capricho de los dioses" un sable de un tamaño considerable, forjado con los metales más resistentes también tenia de fuente de poder a su portador y Yuudai era una fuente casi inagotable de poder, el nivel destructivo de este en las manos de Yuudai era bastante considerable.

Cuando estuvo listo para la batalla, el planeta termino de agrietarse, saliendo frente del Fudo, "el ángel del fuego", sus alas y armaduras recordaban a las de un fénix, no había obtenido ese nombre por nada, el fuego era su primer elemento y el que permitía obtener el máximo de su poder

-Fudo los dos sabíamos que llegaría este día

-exacto Yuudi

-y que vas a elegir, mi mano o el sable

Dijo mientras levantaba el enorme sable y lo apuntaba hacia el

-¿Cómo están mama y papa?

-¿cómo van a estar? Solo dos de sus hijos permanecen en casa, por que los demás los cegó la codicia y el poder

-¿dos hijos?

-si ahora tenemos una hermana, se llama Aiko

-vaya si que han pasado cosas

-por favor Fudo, no quiero hacer esto

-claro ¿no? Para ti es fácil, tu ya tienes el trono, la fama, el poder el todo

-sí y la responsabilidad de tener que matar a mis hermanos para que no destruyan el universo por qué no son capases de aceptar que yo fui el elegido, tendrías que alegrarte por tu hermano pequeño

A Yuudai le dolía esa situación, parecía que de un momento a otro las lágrimas empezarían a brotar de sus ojos, Yuudai quería a sus hermanos, su destino nunca le hizo gracia

-escucha Fudo, somos la mayor familia de ángeles de todos, si nos unimos podemos hacer de un mundo mejor, volveremos a divertirnos como antes