Capitulo 31

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- ¿Ya llegamos? - pregunto aburrida como por quinta vez.

llevo algunas horas dando vueltas con Alek, quien conduce mi auto. Hace unos minutos se detuvo en un Mc'Donals y compro dos de sus mayores combos  y yo me devore uno en cuestión de minutos... Amo la comida.

Pero para ser sincera, se adonde se dirige y específicamente es a su trabajo, en una de las mayores instalaciones y conozco el camino porque en el cuartel están todas sus estaciones... Los tenemos muy vigilados y ni siquiera saben que tienen agentes infiltrados entre los suyos.

- ¡En unos minutos!, llevas preguntando lo mismo como diez veces - exclama reclamándome y viéndome de reojo sin quitar la vista del camino.

- ¡Y tu llevas diciendo lo mismo como hace una hora! - contradigo sacandole la lengua ocasionando que ruede los ojos.

***

Después de unos cuantos minutos de silencio, reconozco el lugar, ya estamos en la cede.

Lo bueno es que los agentes infiltrados de aquí no me conocen, por lo que será trabajo fácil. No todos han visto mi rostro, solo algunos cuantos y se que nunca me traicionarían revelando mi identidad... O eso espero.

- Ya llegamos - me da el aviso Alek deteniendo el auto. A simple vista se ve como un edificio o un almacén abandonado a casi mitad de la nada... Pero espero por verlo adentro.

- ¡Por fin! - exclamo con emoción y haciendo una señal de aleluya que ocasiona que Alek suelte una estruendosa carcajada.

El sale y rápidamente da la vuelta a mi lado, abriéndome la puerta como todo un caballero y me ayuda a bajar - Muchas gracias caballero - le agradezco sonriendo.

- No hay de que bella dama - me sigue el juego con una hermosa sonrisa mostrando sus relucientes dientes... Sonrisa colgate, como diría Gabriela... Sus expresiones son muy divertidas y me las esta contagiando.

 Él cierra el auto y me da las llaves y las guardo en mi bolsillo. Sin soltarme la mano, me comienza a guiar a la entrada, al llegar a la enorme puerta él saca un especie de carnet y lo introduce en una ranura que de pasar de color rojo, llega a una tonalidad verde que nos permite el paso.

Todavía sin soltar mi mano, me sigue guiando a dentro donde me encuentro con muchas personas caminando de un lado a otro, parece el lobi de cualquier establecimiento, hotel o empresa.

Se dirige a la recepción donde se encuentra un chico hablando por teléfono, él al percatarse de que Alek se acerca, cuelga el teléfono - ¡Alek, hermano! ¿cómo estas?, tengo tiempo sin saber de ti -hace el típico saludo de manos, cuenta enfoca su vista en mi y mucho mas a mi mano que esta entrelazada con la de Alek, su mirada se vuelve pícara - ¿quién es esta hermosa chica que te acompaña?... ¿tú novia?.

Alek ríe un poco y enfoca su mirada en mi, acaricia mi mejilla con su otra mano pero me aparto un poco incomoda, vuelve a su posición de antes y enfoca su mirada en el chico castaño - No hermano, quisiera yo... Pero esta chica es difícil de conquistar - admite suspirando con una mirada "derrotada".

El castaño hace un sonido de burla y Alek lo fulmina con la mirada - ¡Uy!, parece que tus encantos ya no están funcionando amigo mio... Pero linda, si quieres un hombre de verdad, vente conmigo - me giña un ojo, mi reacción es rodar los ojos pero Alek gruñe y el chico levanta las manos en forma de rendición - lo siento, era broma. Me presento, soy Anton, a tu servicio - me extiende la mano y yo se la estrecho.

- Soy Ekaterina - le sonrió amablemente y aprieto un poco la mano de Alek haciendo que se relaje un poco, esta muy tenso.

- Ya, mucho parloteo. Me mandaron a entrenar está vez a los novatos y quisiera aprovechar para que está hermosa chica me demuestre lo que tiene - me señala elogiandome.

- Wow, eso sí quiero verlo. Cuando acabe mi turno pasare por ahí - me giña un y suelto una carcajada.

- Quisiera un combate contigo, veras de lo que una chica puede estar echa y puede patearle el trasero a cualquier machito - me burlo un poco de ellos, suelto la mano de Alek para cruzarme de brazos. Estos me miran un poco divertidos y les mando una mirada desafiante - no me importaría apostar.

- Lo lamento querida, pero las chicas de aquí nunca me han podido ganar en una pelea... Pero no me importaría apostar que me prestes tú preciosa moto por un día - Alek me reta haciendo mi pose.

- Como dijiste, mucho parloteo... Quiero acción - exclamo aburrida... Estos no saben lo que les espera.

- Vayamos a la acción; nos vemos Anton - me toma del brazo y se despide de Anton para dirigirme a un ascensor.

Al entrar en el ascensor preciona uno de los botones del piso superior... Espero que el gimnasio sea bueno.
Al abrirse las puertas me doy cuenta que el gimnasio es todo el piso, como en mi cede.

- Ven - me guía hacia donde se encuentran muchos chicos, que por lo que me imagino, son los nuevos agentes.
Al llegar me suelta la mano y se coloca en el medio de todos, estos al percatarse de su presencia se colocan haciendo una círculo alrededor de el, dejando en la formación cruzada de brazos.

Yo destacó que no soy parte de ellos ya que llevan uniforme, aunque tengo un atuendo deportivo, un leggin negro, mis botas militares, un top gris deportivo y una chaqueta militar encima.

- Buenos días reclutas, quisiera presentarme, soy Alek Ivanov y en este caso voy a ser yo quién los evaluará, ya que su entrenador se encuentra indispuesto en este momento. ¿Alguna duda? - su semblante cambio radicalmente, ahora debe estar en su estilo de macho, super agente, serio.

- Yo - un chico levanta la mano, Alek le hace una seña para que siga. Estos chicos no deben pasar de 20 años, hasta creo que el puede tener 18 - ¿Ella también nos va a entrenar? - me señala y pongo los ojos en blanco, ahora todos tienen sus ojos en mi.

Ay no.

Alek ríe un poco y me hace un ademan para que me coloque a su lado; bufo y me situó a su lado sin dejar de tener mis brazos cruzados con mi semblante sin expresión.
El pasa su brazo por mis hombros, pero al hacerlo me remuevo haciendo que caiga y escucho la risa de algunos de los reclutas - No, pero primero quisiera hacer una demostración del combate básico y sí lo logra hacer nos acompañara en este entrenamiento, claro, sí a ella no le molesta - me señala y espera a que responda.

Suspiro y asiento - Claro, me encantaría patearte el trasero - me burlo de el quitandome mi chaqueta quedando en mi top deportivo, todos hacen un sonido de burla y otros me silbaron, haciendo piropos.

Él me mira malicioso - No quisiera arruinar ese hermoso rostro - me giña un ojo.

- Lo mismo digo - lo imito y me preparó.

No sabes con quién te metiste...

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Gabriel... I hate you. >:)

La Rosa Negra (Editando)Where stories live. Discover now