Capítulo XXX Reacomodo

21 0 5
                                    

-A mí también me surgen esas dudas contigo porque te adoro increíblemente, eres tan amable y lindo que me haces sentir demasiado
-¿En serio?
-Sí- No sabía qué responderle porque si seguía mis impulsos era posible crear un vínculo amoroso un tanto líquido, sin embargo la situación de que Marie no me correspondía me entristecía y quería dejar de pensarle tanto, así que me dejé llevar por cada momento con Ariel sabiendo que en algún periodo iba a arrepentirme si le decía alguna palabra que realmente no sentía como un te amo; por lo que le mencionaba frases menos comprometedoras como las que incluso podrías expresarle a un amigo.

-Tambien te adoro, Ariel... Me has ayudado un tanto con el asunto de Marie y además que me tratas con cariño, lo agradezco mucho.
-Ay niño, las promesas que hicimos trato de cumplirlas y si hablamos de cariño, tú también lo haces... Eres tan lindo
-No podría ser como dices que lo soy si no fuera por tí.
-¿Por qué por mí?
-Eres tan amable, creo que pasamos un buen rato y te preocupas por mí.
-Ay Henry, te quiero demasiado.
-Me alegra saberlo.
-¿Por qué?
-Porque también te quiero, pero perdona, no sé cómo manejar la situación, lo siento. Ya me puse un tanto triste
-¿Qué sucede?
-Lo mismo de siempre, Marie... En verdad que la amo como no tienes idea, si por mí fuera la esperaría toda la vida aunque no me correspondiera.
-Eso es lindo, pero no es sano para tí...
-Lo tengo claro, sin embargo no puedo más con tanto sentimiento hacia ella y que no sea correspondido.- le escribí casi llegando al llanto
-¿Entonces por qué no tratas algo más con más chicas?
-Porque algo me dice dentro de mí que a pesar de tener la oportunidad de salir con alguien más, no podrían superar ese sentimiento, no podrían hacerme olvidarla por muy conciente que esté de el nulo sentimiento de su parte...
-No pienses así, cualquiera quisiera estar contigo sólo deberías intentarlo y verás que sentirás algo mayor.
-No lo creo, por eso mejor seré amante a cualquiera; supongo en eso no fracasaré y en pequeños lapsos de tiempo no le recordaré del todo.
-¿Quieres que hable con ella?
-No, no es necesario. Sería desesperante para ella el tener recuerdo de mí cuando la anterior vez que le dije de mis sentimientos me rechazó cruelmente, esa fue la décima cuarta vez que le pedí; sólo me hace dar cuenta que jamás volverá hacia mis sentimientos...
-Ay niño, no sé cómo ayudarte... Perdón
-No tienes porqué disculparte cuando soy el culpable por mi dolor, de tanta insistencia.
-Si fuese ella te aceptaría.
-¿En verdad?- escribí mientras caía en llanto.
-Sí, eres un niño increíble, gentíl, amable, tierno, pervertido, fiel, en verdad que podrías estar con cualquiera.
-Gracias Ariel, mejor... Hablemos de lo linda que eres porque no quiero causarte una tristeza por algo que ya es muy claro- La melancolía seguía presente, sólo deseaba llenar el enorme hueco de mi corazón e incluso no pensaba que el amor por alguien me llevaría a semejante dolor y de repente tuve algunos flashbacks de cuando hablaba con Marie:
-Marie, te amo de verdad por favor créeme, ya te lo he demostrado después de tantas veces que me has rechazado.
-Eso no es amor, es obsesión
-No es obsesión, sólo estoy tratando de hacerte ver que no te dejaré ir fácilmente...
-Yo ya te dije que no quiero nada contigo más que una amistad .
-Intentémoslo aunque sea una vez, Marie, prometo no decepcionarte.
-No Henry, ya te dije, no.
-No te entiendo ya, me confundes cuando hablamos cariñosamente y luego me sales con estas cosas... Mi corazón no puede más cuando haces eso.
-Tú te haces esas ilusiones y lo piensas más allá de la amistad.
-No creo que seas esa clase de gente que dice las cosas porque no las siente, pero tienes razón... Mejor te olvido.

Diablos... Tal vez ella sí es una obsesión o tal vez sí es amor, ya estoy confundido, frustrado, enojado conmigo y sólo quiero lastimarme a puñetazos  fuertemente como los golpes en mi corazón, quizá así olvide este sentimiento.

-Henry
-¿Qué pasó, Ariel?
-Te quiero
-Yo a tí también te quiero
-No creí que los sentimientos podrían resurgir de esta manera...
-Tampoco yo, es un tanto curioso pero creo que me gusta sentir de este modo
-Sentí bonito cuando lo dijiste
-¿Ah sí? ¿Por qué?
-Porque viene de alguien demasiado especial para mí
-¿Te refieres a mí?
-Sí- escribió con emojis sonrojadas
-Bueno, me impacta saberlo porque no creí poder causar en alguien un sentimiento así
-Sabes provocar bastantes cosas
-¿Así como tú a mí?- Me arrepentí de haberle dicho eso porque temía Marie supiera y pasaba por mi mente el que una oportunidad con ella se arruinara.
-No sabía que te causara eso- no me quedaba otra opción más que seguir con lo antes mencionado
-Ahora lo sabes y son provocasiones difíciles de evitar
-¿Como cuáles?
-Bastantes- de alguna manera trataba de evadir discretamente el avance de los sucesos.
Se había vuelto común mis acciones de tapar con el ligue el vacío emocional que me dejaba no hablar con Marie, el no saber cómo estaba; el pensamiento sobre Marie tal vez había cambiado o quizá me había resignado y lo único deseado por mí era tener comunicación con ella aunque no me hiciera caso, era lo mejor razonado para evitar salir más lastimado.

Vida monótona Donde viven las historias. Descúbrelo ahora