Capítulo Once.

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—Disculpe la interrupción. —habló la chica mientras dejaba sus zapatos aun lado en la entrada de la casa Okumura.

—¡Haruka! —gritó Rin con alegría en lo que corría a los brazos de su adolescente favorita.

La de orbes azules no se negó a su llegada y lo cargó en brazo mientras le daba pequeños besos en la mejilla.

—¿Como esta mi niño favorito? —preguntó juguetona en lo que le hacia cosquillas en el cuello con la nariz— ¿Donde esta Yukio?

—En la escuela. —respondió la voz de Shiro acercándose a la puerta.

Este tenía un maletín y una sombrilla en manos, dándole a entender a Minesa que saldría por el momento, puesto que afuera llovía a mares.

—Un amigo traerá a Yukio a casa, —informó— no podre volver hasta mañana, así que te los encargó.

—A la orden, capitán. —bromeó la chica con una sonrisa.

Fujimoto asintió, se dirigió a la puerta para su retirada y se despidió con la mano desde la entrada del jardín.

—Ya son casi las once de la mañana. —agregó la muchacha mirando a Rin— he traído algo de ropa para bañarme aquí, ¿te importa si me baño ahora, Rin?

—No, —contestó— pero quiero jugar a cambio, Haruka.

A la pelinegra lo observó detenidamente, para que al cabo de un momento se hechara a reír.

—¿Por que te ríes? —preguntó el pequeño azulado con algo de curiosidad.

—¿Haz hecho la tarea, Rin?

—¿Eso que tiene que ver?

—Las tareas son tu responsabilidad. —contestó.

—Pero no importa, —devolvió— no es como que sea buen estudiante de todas formas.

—Aun así, sería bueno que las hicieras para que tu padre se sienta orgulloso. —sonrió depositando un beso en la nariz del pequeñin.

—El solo se siente orgulloso de Yukio. —realizó un puchero.

—Eso no es verdad, es solo que el lo demuestra de una forma poco común —contradijo la pelinegra tranquilamente—. Te ayudaré, mi baño puede esperar.

Raising a Demon. [Demon Series Book #1]Where stories live. Discover now