Cuando la noche llegue

Capitulo 33 [Final]

[Final]

Cuando lo vi, todo mi cuerpo se puso rígido, en guardia. No se por qué, pero aquel ser desprendía peligro por todos sus poros. Me quedé quieto, el miedo me había invadido. ¿Por qué?

En un intento de valentía di un paso, pude mover mi cuerpo pero no por mucho tiempo, ya que el miedo me invadió de nuevo cuando pisé una rama y la hice crujir. Entonces vi sus ojos blancos posados en mí.

Mi cuerpo solo respondió de una manera. Corre. Solo pensaba eso mientrás corría por donde había venido. Se que era cobarde, pero vosotros en mí situación haríais lo mismo, os lo aseguro.

Corrí y corrí, lo más rápido que pude, es más, lo más rápido que he corrido en mí vida, no se si es por la adrenalina, el miedo, o querer sobrevivir, pero sí. Cuando llevé bastante tiempo con aquella carrera paré. Miré hacia atrás para ver si me seguía. Nada. No había nada ni nadie. Solo se podía ver la oscuridad del bosque y algunos detalles gracias al reflejo de la luna, y se escuchaba el viento que mecía suavemente las hojas de los árboles. Sería un ruido relajante en otras circunstancias, pero en esta ponía más tensión en el ambiente.

Cuando comprobé que no había nadie me di la vuelta para volver a casa. No quería encontrarme con ese ser. Me di la vuelta, y os juro que si en ese momento mi corazón latiera se me habría parado.

Estaba enfrente de mí, a escasa distancia. Ese ser me estaba ¿sonriendo? Era unos centímetros más alto que yo, aun así podía verle claramente el rostro. Me daba naúseas.

Su rostro era blanco, un blanco casi perfecto. Tenía unos labios secos y rojos como la sangre que formaban una sonrisa que tan solo verla te daba escalofríos. Detrás de esa sonrisa se podía ver claramente unos dientes largos y afilados como tiburones. Eran más dientes de los que tenía un ser humano. Tenía una pequeña nariz casi inexistente y por último sus ojos. Grandes y blancos, no tenían pupilas. Era muy siniestro, demasiado diría yo.

- Hola, Jonh.- dijo, ¿Cómo sabía mi nombre? A esa corta distancia que nos separaba pude oler su aliento, olía a... ¿muerte? Era extraño de explicar, pero sí. Muerte. Además hablaba en susurros...- ¿Por qué huyes de mí, crees que te voy hacer daño?- dijo a la vez que levantaba una de sus manos y me "acariciaba" la mejilla.

Su temperatura era como el hielo, sus manos eran huesudas y con unas impresionantes uñas, que más que uñas parecían garras.

-¿Q...quién e...eres?- dije tartamudeando del miedo.

- Alguien que no debería de existir, o por lo menos no debería estar aquí.- dijo y caminó hacia delante, por donde había venido yo hace escasos minutos.- Sígueme.- dijo e instintivamente le seguí. No sabía por qué, pero no podía negarme.

Desde atrás parece alguien majestuoso, andaba elegante, pero a la vez daba miedo. Parecía que no movía ni siquiera los pies. Llevaba una especie de túnica negra, que se balanceaba levemente a cada paso que daba.

Yo no paraba de pensar. Una y otra vez. ¿Qué le pasa a Tera? ¿Quién es este? ¿Qué esta pasando? ¿Tiene algo que ver con lo que le esta pasando a Tera? ¿Qué va hacer conmigo? ¿A dónde me lleva?...

- Me estas dando dolor de cabeza.- dijo. ¿C...cómo? ¿Me podía leer la mente?- Si, Jonh, te puedo leer la mente. Chico listo. Así que para. Después responderé a todas tus preguntitas.- dijo... ¿Quién es este ser?